Hay que ser un iluso, o un descerebrado para creer que la prosperidad económica esta detrás de un Centro Comercial. Da pena ajena oír de “Supuestos Chavistas” que la expropiación del Sambil de la Candelaria es un error del Presidente Chávez. Estas damas y caballeros con aires de una intelectualidad rancia, creen que el pueblo es estupido. La Contrarrevolución representada por estos seudos revolucionarios esta a flor de piel.
Nadie puede negar que los Centros Comerciales son espacios donde la tracaleria, las drogas, el lavado de dinero, la explotación y los bajos salarios son la orden del día. Amen de los daños ecológicos y ambientales que realizan a través de su construcción.
Los Centros Comerciales como el Sambil, son una aberración capitalista. Es tanto la Aberración, que los obreros quienes lo construyen no pueden ni siquiera entrar al ser inaugurado, No podrán tampoco pernotar en sus pasillos y menos aun realizar una compra en alguna vistosa tienda. Es simple: su poder adquisitivo, su Origen Social, lo discrimina para visitar estos mamotretos representativos de las clases pudientes.
Convertir este elefante blanco, donde una minoría se enriquece con la trata de mercancías mal habidas, donde el trabajo necesario y productivo se convierte en solo empleos de vitrinas, donde los estudiantes pierden su tiempo pasando largas horas de ocio sin complementar el estudio necesario para su evolución y desarrollo. Convertir este Símbolo del Capitalismo en algo digno como puede ser un centro de estudio es una prioridad.
No existe ningún error en hacer políticas sociales de estado, correctas para el beneficio de las grandes mayorías. Donde exista explotación, narcotráfico, daño ecológico, plusvalía, debemos todos los revolucionarios oponernos y hacer un frente de resistencia. Allá aquellos que su “Socialismo Light” los lleva por el camino de las contradicciones y de la duda.
Saludos cordiales, RAS, Siglo XXI
pedro2_jose@yahoo.com
