Desde
los COMITES DE TIERRA URBANA DE LARA, consideramos lógico que los
grandes capitalistas salgan a defender sus intereses de clase. Desde
nuestra óptica defenderemos en forma irrestricta, la posición de
nuestro Presidente y la del Alcalde Jorge Rodríguez, por cuanto la
ciudad es un espacio colectivo que le pertenece a todas y todos los que
vivimos en ella. Lo que estamos defendiendo es el DERECHO A LA CIUDAD,
su DEMOCRATIZACION, combatiendo el LATIFUNDIO URBANO, asignándole al
SUELO URBANO una FUNCION SOCIAL, lo cual permitirá a todas y todos los
ciudadanos el ACCESO AL SUELO URBANO, negado a los pobres por los
grandes grupos económicos como EL SAMBIL y por la burocracia que actúa
en complicidad con estos.
Es urgente la implementación de una política urbana revolucionaria, cuyo accionar resida en la SOBERANÍA POPULAR, donde se planifique la ocupación de los espacios urbanos ociosos o subutilizados a través de debates colectivos en asambleas populares con los CTU, Consejos Comunales y demás organizaciones sociales. De lo contrario la planificación será contra la gente, porque se terminará de imponer un modelo de ciudad excluyente donde el que mas tiene, ocupa los espacios urbanos “lomitos” convirtiéndolos en locales u oficinas inmobiliarias para el mercado, quitándole a la ciudad cada vez mas terrenos, que deben ser para la vida y la alegría donde lo prioritario sea vivir en comunidad.
No
puede ser que los terrenos vacíos ubicados alrededor del centro de
nuestras ciudades, permanescan vacíos por largos períodos de tiempo,
hasta que aparesca alguien con mucho dinero que decida hacer alguna
inversión en el mismo, contando la mayoría de las veces con el aval
automático de las autoridades correspondientes. Es preocupante que
cuando estamos hablando de socialismo y de la construcción de ciudades
socialistas, los Alcaldes y Aldesas elegidos por el pueblo Chavista no
les importe cambiar este modelo, en donde la clave para el uso de los
terrenos sea la obtención de PLUSVALIA y a partir de allí una política
fiscal de mayor ingreso a las arcas de las Alcaldías.
Una
Alcaldía que aplique una política revolucionaria, tiene que buscar
romper con los paradigmas existentes hasta ahora en relación al uso de
los terrenos urbanos. Es necesario, optar por una ciudad para la vida y
en este sentido los terrenos vacíos o subutilizados, deben ser
utilizados fundamentalmente para satisfacer necesidades sociales de
hábitat, que generen bienestar y calidad de vida en donde la gente viva
dignamente y se promuevan valores libertarios, solidarios, justicieros;
de manera que el VALOR DE CAMBIO como principio esencial del
CAPITALISMO empiece a perder fuerza y avancemos en la construcción de
una nueva hegemonía, en la cual el uso prioritario del suelo sea la
vida de la comunidad y la producción social, colectiva del hábitat.
Sólo así estaremos dando pasos hacia la construcción de CIUDADES
SOCIALISTAS y lo lograremos con la participación activa del MOVIMIENTO
POPULAR en todos los asuntos urbanos.
Es
importante que las diferentes organizaciones sociales asuman una
posición beligerante en defensa de los derechos de las y los
ciudadanos. La ciudad es un cuerpo orgánico. Cualquier obra que se
haga, afecta en forma positiva o negativa a todas y todos sus
habitantes. Mas aún cuando se trata de una megaobra. Por lo tanto,
debemos movilizarnos para exigir, que las decisiones que se tomen en la
ciudad deben ser consensuadas con sus habitantes a través de la
consulta permanente donde sus organizaciones deben tomar la iniciativa
No
se puede continuar impulsando la SAMBILIZACION de nuestras ciudades,
que es un modelo extraño a nuestra identidad, que lo que busca es el
CONSUMISMO y así satisfacer las necesidades de mercado de los grandes
fabricantes, dándole rienda suelta a la sociedad de consumo. Además,
estos centros comerciales gigantescos están originando un
congestionamiento vial insoportable y un consumo energético y de agua
que termina deteriorando la vida de los que viven en sus alrededores y
la de los barrios, porque se racionan los servicios a los barrios para
privilegiar la de los centros comerciales. En el caso de Barquisimeto,
el tráfico se ha venido haciendo insoportable en las zonas
residenciales cercanas a los mismos
Por si las razones mencionadas no son suficientes, es oportuno manifestar que el SAMBIL, esa especie de plaga inmobiliaria que viene invadiendo importantes espacios urbanos de varias de nuestras ciudades es una inversión que esta manchada de sangre palestina, libanesa y árabe en general. Por lo tanto, los CTU exigimos el BOICOT a estos centros, en SOLIDARIDAD con el pueblo palestino que en estos momentos, esta siendo exterminado por el SIONISMO ISRAELI. Los Alcaldes o Alcaldesas que son los autorizados para permisar o no el funcionamiento de estos centros de consumismo, deben ser coherentes, con la actitud valiente de nuestro Presidente Chávez al expulsar al Embajador Israelí; golpeando al CAPITAL SIONISTA impidiendo dichas inversiones. Seria la mejor manera de expresar SOLIDARIDAD con el pueblo Palestino y reivindicar nuestras ciudades para la vida.