El neofascista gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, estaba seguro que la OEA y Centro Carter se plegarían al golpe de la oposición contra la institucionalidad democrática. Por ello anunció en horas de la madrugada del 25 de febrero, un comunicado de la desCoordinadora antiDemocrática fechado el día anterior, en el que llamaban a desconocer las decisiones del CNE (Unión Radio, 25 de Febrero de 2004) e "iniciar acciones de resistencia pacífica frente a las órdenes de las autoridades" (RNV, 25 de Febrero de 2004), con lo que provocarían el retiro de la oposición de las instancias publicas donde tienen representación – en especial del CNE - y la salida del país de las organizaciiones internacionales que observan el proceso revocatorio.
Así lo analizabamos en nuestro NMJ No. 57, y lo advertía Miguel Salazar en una nota publicada por Aporrea.org el pasado 24 de febrero.
Sin embargo, la OEA y Centro Carter emitieron un comunicado de manera simultánea que fue leído a las 12.30 de la madrugada por Fernando Jaramillo, donde reafirman su respaldo y respeto a la decisión del CNE de pasar a observación las planillas "planas", y admiten como legitima "la preocupación en el caso de que una persona haya firmado por otra." La OEA y Centro Carter propusieron también un "método para determinar si las firmas son auténticas: (...) obtener una muestra aleatoria de firmas, las cuales serán cotejadas una a una con los registros existentes", a ver si de esta manera aplacaban la furia de una oposición fracasada, y "exhortan a los venezolanos, incluyendo los medios, los partidos políticos y las autoridades gubernamentales, a permitir que el CNE conduzca su tarea libre de presiones."
La oposición amaneció en vilo esperando que sus simpatizantes asaltaran las calles en "desobediencia civil", pero como ha quedado demostrado en mas de una ocasión, el pueblo venezolano, sin distingo de preferencias políticas, irguió la paz y la convivencia como principios irrevocables, sobretodo después de la trágica experiencia del 11 de abril y del sabotaje petrolero de diciembre y enero de 2002-2003.
Al cerciorarse que sus planes no surtieron el esperado efecto, y bajo la presión de una oposición democrática escandalizada por la recurrencia del fanatismo y la irracionalidad de sus lideres que se empeñan en conducirlos por la senda antidemocrática del golpismo, el gobernador Mendoza enmendó la plana y con su típica arrogancia fascistoide, manifestó "que la oposición logrará su meta por la vía legal", al tiempo que mostraba "preocupación por la forma como se va a establecer el reglamento de reparos para evaluar las 148 mil 190 planillas que fueron objetadas", con lo cual admitía que la oposición se subscribiría a las normas establecidas por el CNE.
¡No me jodan!
La oposición golpista no cesará en sus planes desestabilizadores, sea ahora, en agosto o en 2006, por lo que el pueblo venezolano, amante de la libertad y la democracia, deberá estar alerta a fin de contrarrestar las pretensiones golpistas de la oposición.
¡No pasaran!
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