Los partidos políticos tradicionales AD y COPEI, especie de fósiles vivientes, y sus hijos putativos “Un Nuevo tiempo” y “Primero Justicia”, perdieron el rumbo y hasta el discurso, sus estamentos dirigentes, algunos de vieja data y otros de generaciones recientes pero con idénticos esquemas mentales, o como se dice hoy en día con los mismos mapas conceptuales, ya nada tienen que decir, en lo que respecta al referendo de la enmienda constitucional de cinco artículos de la misma, han parido una idea que ellos tildan de original, la cual es NO ES NO, y miren que para llegar a esta frase dedicaron muchas horas de reuniones y de profundos análisis como decía su conspicuo líder Carlos Andrés Pérez; ante tan patética realidad echaron mano de los estudiantes manitas blancas, particularmente los provenientes de las Universidades privadas, como la Metropolitana, la Andrés Bello, la Santa Rosa, y bastiones en la UCV y la Simón Bolivar, de la alta dirección eclesiástica y le vendieron el alma al diablo, perdón se prendaron de los propietarios de los grandes medios de comunicación.
Los estudiantes fascistas se han venido perfeccionando en el uso de la llamada guarimba, y son financiados por dinero procedente del norte y de los fondos de las universidades públicas, gracias a la existencia de Rectores y demás autoridades universitarias títeres de los amos del valle, que disponen de los fondos públicos para atender los compromisos de docencia, investigación y extensión, para financiar manifestaciones y movilizaciones desestabilizadoras y proselitistas.
La conferencia episcopal, es el reducto de los sectores mas conservadores y decimonónicos de la sociedad venezolana, muchos de sus miembros son adecos ensotanados, esta alta instancia de la Iglesia católica actúa como operador directo contra la enmienda constitucional, de igual manera lo hizo cuando el abominable paro petrolero y el golpe de estado conocido popularmente como “el carmonazo”
En cuanto a los grandes medios de comunicación impresos y audiovisuales, diremos que la participación subversiva y desestabilizadora es verdaderamente descarada, Miguel Ángel Rodríguez, Leopoldo Castillo, Julio Cesar Pinada y los editores de los Diarios El Nacional, y El Universal, el pasquín Tal Cual del converso Teodoro petkoff, así como el mandamás de Globovisión Alberto Federico Ravell, han adquirido el protagonismo político de primera línea en el presente momento, estos tres factores son la nueva cara del rancio liderazgo desgastado y agónico de la IV república.
Atrás quedaron los tiempos del activismo partidista, y de los pactos como el de Punto Fijo, donde AD, COPEI y URD, diseñaron las líneas estratégica de la segunda mitad del siglo XX, hoy tenemos “el pacto de Puerto Rico”, que constituye una renovada versión donde entre los actores directos se cuentan los propietarios de los medios de comunicación venezolanos vinculados con las transnacionales del gran capital.
