Febrero rebelde con dos 27 prefigurando el socialismo

Varias veces se ha referido acerca de la fuerza de los actos revolucionarios ocurridos en distintos años, siempre en mes de febrero, y que han contribuido con el presente en el que, como Gobierno Bolivariano, estamos construyendo nuestro socialismo.
Hoy quisiera aludir a dos de ellos, diferentes pero emblemáticos, que coinciden en la fecha 27 de febrero. El primero, el 27 de febrero de 1976. El segundo, de mayor impacto social, económico y político, el 27 de febrero de 1989.

En el año de 1976, Venezuela vivía un extraño período gubernamental encabezado por Carlos Andrés Pérez. Pérez Rodríguez, el gobernante de entonces, llega a la Presidencia de la República luego de que fuera postulado como candidato por su partido, Acción Democrática, para las elecciones de 1973.
De un pasado nefasto, en el que CAP jugó papeles de cabillero, policía, torturador y luego Ministro de Policía en Relaciones Interiores, durante los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, el maquillaje propio del puntofijismo lo convierte en bella figura, apta para ocupar la Primera magistratura.
Una vez en el cargo presidencial, Pérez no oculta para nada su pasado represivo sino que lo acentúa. Pero, además, enfatiza también los niveles de corrupción, característicos de todos los gobiernos precedentes dentro de la denominada “democracia representativa”.
CAP y sus allegados, directamente o mediante testaferros, cometen graves delitos de corrupción, concusión, pagos de comisiones y entrega descarada del país a las manos de las grandes transnacionales. Una de esas empresas transnacionales con las que el gobierno de Pérez pacta, en contra de los intereses del pueblo venezolano, es la fabricante de vidrios Owens Illinois.
Ante la impunidad, el silencio y la complicidad de los partidos del estatus puntofijista que se “alternaban” el poder, un Comando Revolucionario decide realizar una operación político-militar a la que se da por nombre Argimiro Gabaldón y detiene, en una cárcel del pueblo, al industrial estadounidense William Frank Niehous, como una forma de escarmiento, de denuncia y de juicio popular.
La captura del mencionado industrial se produce el 27 de febrero de 1976. Un acto casi simbólico pero profundamente revolucionario, realizado por un pequeño comando, convencido de la importancia de ese acto de denuncia como una contribución a la elevación de la conciencia del pueblo en su lucha por construir el socialismo.
Ni imaginar siquiera que, 13 años después, el 27 de febrero de 1989, un acto revolucionario de mayor magnitud e impacto, y en el que el protagonista sería el propio pueblo, marcaría el hito más importante que abriría las puertas a la Revolución Bolivariana y al propósito socialista que ese mismo pueblo ahora impulsa como Gobierno, encabezado por el líder y Comandante Hugo Chávez Frías.
Momentos diferentes, sin concatenación entre ellos, y, entre los que es importante recordar también otro día de febrero rebelde en 1992, en el cual un importante componente militar se expresa mediante una rebelión que permite al pueblo identificar a su líder y seleccionarlo para que más tarde se convirtiera en su Presidente y guía hacia la sociedad nueva, hacia el socialismo.
Es importante conocer nuestra historia. Es importante no olvidar. El socialismo se está construyendo en Venezuela desde hace bastante tiempo. Hoy es su mejor momento y no podemos desperdiciar ni un solo instante.¡Patria, socialismo o muerte! ¡Venceremos!

siglosocialista@hotmail.com



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

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