1.- Eduardo Sánchez del Frente de Trabajadores Socialistas de Venezuela (FTS) apoya de manera contundente y con firmeza, las medidas tomadas por el Gobierno Nacional de intervenir algunas empresas agroindustriales en función de garantizar la soberanía alimentaria del pueblo venezolano, que en estos momentos sufre una embestida de parte del sector capitalita, oligárquico y acaparador. Así mismo, reivindica la lucha contra la oligarquía que pretende confundir a la opinión pública, al tratar de sacar provecho de la conflictividad que se vive en los actuales momentos, producto de distintas situaciones laborales latentes en el país.
2.- José "Acarigua" Rodríguez, presidente del Sindicato Único de Trabajadores de las Industrias Siderúrgicas y Similares (Sutiss), asegura que los trabajadores venezolanos cuentan con un "frente común" para defender sus beneficios. El sindicalista señaló que "todos los movimientos de trabajadores debemos hacer un frente común para defender los beneficios laborales", pese a las amenazas del gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez.
3.- Manuel Cova, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela ( CTV ), quien posee un oscuro y extenso prontuario delictivo que incluye reclusión en el Retén de El Junquito por una presunta apropiación indebida de los fondos del Sindicato de la Construcción del Estado Miranda, nuevamente aparece cual cadáver insepulto a pontificar y a dar consejos a la clase trabajadora sobre la actual situación laboral del país. Nadie duda a estas alturas, que este sujeto sin escrúpulos esta intentando, sin éxito posible, pescar en río revuelto ante la confusión conceptual de algunos líderes sindicales.
4.- Eleazar Díaz Rangel en su muy leída columna del domingo en el diario Ultimas Noticias titulada ¿Momento de Profundizar? asegura que: “Ese es el cuadro del movimiento sindical cercano al proceso, bien variopinto, escindido en pedazos casi desde su creación, con posiciones distintas. Esa no puede ser la clase obrera organizada que necesita este proceso. Parece que tampoco desde la dirección del PSUV, y antes, desde el MVR, hubo esfuerzos sostenidos para ganarse a los trabajadores y a sus sindicatos”.
Los 4 puntos anteriormente indicados muestran con pasmosa claridad una confusión histórica del binomio inseparable trabajadores-socialismo. Las reivindicaciones laborales en socialismo son, en su concepto, los beneficios del pueblo ya que esos beneficios no sostienen privilegios, ellos reparten y comparten. Esa es la grandeza del socialismo del mundo sindical, su carácter solidario, universal y revolucionario, es el Socialismo Sindical.
La pretendida independencia sindical fuera de los principios humanistas del socialismo, no es más que un amarillismo desmembrador que nos acaba destruyendo y defiende, sin querer queriendo, a la derecha enquistada en el mundo del trabajo, la cual se mantiene camuflada defendiendo sus intereses de "élite".
Resulta indispensable entonces estar claro que el socialismo es el camino seguro para mantener el poder popular, pero sin la base social de los trabajadores organizados ese poder acaba por perderse, por eso la dirigencia sindical revolucionaria debe tener como principio la defensa de los beneficios socialistas para todo el pueblo, por encima de los intereses meramente gremiales.
Un ejemplo de socialismo sindical que vale la pena recordar fue la creación de la Intersindical de trabajadores del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el año 2002, iniciativa del entonces Ministro Nelson Merentes, la cual todavía hoy agrupa a los trabajadores organizados de ese Ministerio y sus organismos adscritos. Durante los aciagos momentos del golpe de estado y sabotaje petrolero 2002-2003, autoridades y trabajadores colaboraron para implementar, por sugerencia de los dirigentes de la Intersindical, soluciones que enfrentaron la crisis económica que se vivía en nuestra institución y el país, un camino a seguir en momentos que se hace necesario Profundizar el Socialismo y la Revolución.
¡Patria, Socialismo o Muerte…Venceremos!
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