Lo que se esconde detrás de las democracias y las supuestas libertades del mundo moderno de hoy en día, es simplemente algo bien planificado por unas pocas personas con tanto poder como para generar esta realidad ilusoria que vivimos hoy en día, realidad que consumimos con gusto, a pesar de que es visible que tan solo un 20 % de la población mundial, consume el 80% de las riquezas de un planeta que pertenece a todos. Más de 1,000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día, 448 millones de niños sufren insuficiencia ponderal, 876 millones de adultos son analfabetos, de los cuales dos tercios son mujeres. Cada día, 30 000 niños de menos de 5 años mueren de enfermedades que hubieran podido ser evitadas.
En palabras de Fidel
Castro:
“Este orden económico ha conducido al subdesarrollo al 75 por ciento de la población mundial.
La pobreza extrema en el Tercer Mundo alcanza ya la cifra de 1.200 millones de personas. El abismo crece, no se reduce.”
Los pueblos del mundo,
inoculados a través de los medios propagandísticos del imperialismo,
transitan un viaje inerte hacia la destrucción, y aunque desde algunos
rincones se grite justicia, parecen marchar cual rebaño dirigido por
la elite de la burguesía hacia el exterminio. Desde pequeños salones
lujosos, la elite dominante planea y dicta las líneas para un “Nuevo
orden Mundial”. Este concepto surge en la palestra pública de la
boca de Bush padre. Lo que caracterizara a este nuevo orden mundial,
será el establecimiento de un solo gobierno, un solo ejército opresor,
la centralización de las riquezas del mundo y el poder total sobre
la humanidad ejercido por tan solo un centenar de personas.
Un plan siniestro para la destrucción de gran parte de la población mundial que amenaza con la ostentación de los dominantes. Se han llevado a cabo planes siniestros para la “reducción” de la población a través de guerras virales, vacunas producidas para generar cáncer y nuevas enfermedades que afectan la vida de los pueblos, guerras creadas en laboratorios.
La burguesía históricamente ha sido capas, en defensa de sus sagrados intereses, de cometer las atrocidades más bárbaras de la historia de la humanidad. Su relación antagónica con el proletariado alimenta su conciencia de clase, determina la hegemonía en el mundo a través de las distintas estrategias que sean necesarias para su supremacía como clase dominante.
La única manera para
la supervivencia de la humanidad esta en el conocimiento, es solo a
través de la educación liberadora, el cuestionamiento al orden establecido;
que lograremos la emancipación del ser humano como esencia social.
Los que logran en grandes medidas capacitarse para la liberación, son
asesinados y perseguidos en cualquier parte del mundo que se encuentren.
Así de seria es la intención de la elite burguesa de defender y expandir
sus intereses. El costo es grande, la rebelión es necesaria y urgente.
El club de Bilderberg, es una organización compuesta por banqueros y demás dueños de importantes medios de producción económica y de información; que se reúnen cada cierto tiempo para determinar las políticas dirigentes del mundo entero. En estas reuniones se cocinan presidentes domésticos a favor a sus intereses como clase dominante, golpes de estado, modas, nuevas maneras de pensar, en fin; se labra el camino nefasto para un “Nuevo Orden Mundial”.
Es un descaro que reuniones de este club, en donde asisten personas tan importantes como Bill Gates, Rockefeller, delegados de la familia Rothschild, La Reina de Holanda, y otros poderosos representantes; que además se realizan en los hoteles mas famosos del mundo, sean silenciadas e invicivilizadas por los medios de comunicación mundiales. Esto demuestra que la libertad de prensa defendida por la hipócrita burguesía, es la libertad de la dominación hacia la gente común, los desposeídos. Es producto precisamente de que los medios de comunicación mundiales están en manos de las y los asistentes a estas reuniones que planifican maquiavélicamente un mundo a sus servicios.
Organizaciones de banqueros
y monarcas que dictan las políticas del mundo, tras el telón de las
democracias modernas y la comunidad internacional; que sirve como la
organización mundial de los intereses de la burguesía.
En estos pactos de aire acondicionado se planifico la Guerra a Irak, se fijo la idea de la Unión Europea, cosa que hoy en día es un hecho vigente y que no representa la unión de los pueblos europeos, por el contrario, es una alianza de la elite banquera del llamado viejo continente; y que representa los intereses del imperialismo en general. Se esta llevando a cabo una organización supranacional similar a la Unión Europea, representada en Canadá, México y Estados Unidos. Esto significaría la perdida total de la soberanía de los pueblos del Norte de América. A través de una moneda única que pretende ser la contraparte del “Euro”, a la que se conoce con el nombre de “Amero”; se pretende establecer una “Comunidad Norteamericana” que significaría la subyugación de la identidad de estos tres pueblos del norte, con características distintas y una historia manchada por la opresión de los poderosos.
El tema para nada gastado
ya del Recalentamiento Global, ha sido asumido por esta elite como una
excusa perfecta para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. La
idea de la creación de un Gobierno Mundial se hace ahora más vigente
que nunca; la unión de las elites internacionales representada en un
solo régimen, para la supuesta “salvación” del planeta. Quienes
destruyen periódicamente nuestra capa de ozono y agravan el problema
del recalentamiento global, serán los que de seguro se presenten como
los socorristas de un mundo apaleado por la avaricia de la maximización
de la ganancia de esta elite burguesa. Una excusa perfecta para el Nuevo
Orden Mundial que dirigirá los hilos de una especie sumisa por consentimiento.
Un solo gobierno, un solo ejercito, una sola elite dominante. Un mundo controlado completamente por un grupo de dirigentes absolutos, que mueven los hilos titiriteros de toda una especie que deambula transitoriamente.
Nosotros debemos reconocernos como títeres de estas sectas sedientas de avaricia, en este reconocimiento levantarnos y romper las cadenas que oprimen al ser humano en toda su expresión. Rebelarnos en conjunto es la tarea necesaria que evitara el exterminio, es la salvación del libre pensamiento, la justicia social, la creación de un mundo comunal. De cada quien según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades.
La unión de los pueblos en conocimiento propio de sus cualidades es el único camino de la emancipación. Rebelión y más rebelión.