Capriles Radosnky y sus socios políticos, los alcaldes de Baruta, Chacao y El Hatillo, así como el señor Ledezma, han reiterado y colocado como un ejemplo emblemático de acatamiento ejemplar a dicha medida, el del pueblo de Bogotá por el “pico y placa”, en donde, como para nadie es un secreto, ese tipo de decisiones no se consultan, sino que se deciden. Pues bien, no es cierto que nuestros hermanos cachacos han aceptado conformes esa medida, la han protestado aireadamente en multitudinarias manifestaciones que exigen su eliminación, pero ocurre que nuestros medios nada de eso transmiten.
Su protesta es general y veamos:
El contralor de la República hermana, Turbay Quintero, expresó su preocupación frente a la baja productividad que han reportado (por el día de parada) los gremios económicos y comerciales de Bogotá, por lo que exigió que se reconsidere la medida.
El gremio de los combustibles denunció grandes pérdidas para su sector (..) “Estamos perdiendo 60 millones en sólo utilidades diariamente, se están dejando de vender mil millones de pesos de gasolina diarios (..) hay 60 despidos hasta el día de ayer…
Fenalco, la organización que agrupa a los comerciantes, reportó “que la medida de pico y placa (..) ha reportado pérdidas en un 16% en la participación de las ventas de la ciudad y hasta parlamentarios dicen que ven con preocupación “como cada día que pasa es un día más que se constituye en un hito más para la pérdida de empleo (..) esta medida es una bomba atómica para la productividad de la ciudad..´.”
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