Voy a escribir este artículo en la medianoche de este lunes 5, a menos de una hora de haberme enterado de la renuncia de Jesse Chacón al Ministerio de Información y Comunicación, es decir, lo voy a escribir con las vísceras, sin cálculo, sin mucho tiempo para corregir, como en las salas de redacción, cinco minutos antes del cierre...

Quiero escribir así, como lo hacemos quienes sentimos por este oficio el mayor respeto y el más profundo compromiso frente a una hoja en blanco. Quiero escribir así, para que no se me quede nada de esto que en estos momentos siento como periodista y como ciudadana.

Desde los comienzos de este gobierno, uno ha sentido que una sus grandes debilidades es la comunicación, es decir, el compartir, el dialogar, el divulgar el quehacer intenso y extenso de este proceso de cambio que vivimos los venezolanos.

Sabemos que se han hecho esfuerzos, que se han hecho inversiones, que ha habido éxitos y fracasos, que ha habido mucho de prueba y error, que a lo mejor la culpa no es solo del gobierno, sino de todos los que apoyamos este esfuerzo. Sin embargo, desde que llegó Jesse Chacón al Ministerio, una comenzó a sentir un alivio, un respiro, un " por aquí es la cosa" y sin ser periodista, imagínate si lo fuera! Otros opinaban que tal vez por eso, por no tener compromisos con los medios, por no arrastrar los vicios, por saber que no sabía y que tenía que aprender.

No tengo certeza de cuál es la verdadera causa de su éxito, pero de que lo estaba haciendo bien, lo estaba haciendo! cada vez que lo veía aparecer me sentía reconfortada, segura de que iba a dar la respuesta adecuada, la palabra precisa. Me sentía contenta y satisfecha como periodista, porque veía un buen manejo mediático, sin mentiras, con profesionalismo, con tino, con olfato periodístico y político para saber por dónde iba "la cosa" Necesaria combinación que hasta ahora no había visto en la política comunicacional.

Entiendo que en principio, por hidalguía y pundonor de un varón, de un militante, de un soldado de este proceso, la renuncia es lo que debía hacer ante una falla de información, cuyo responsable en primera y última instancia es el Ministro. De eso no tengo duda. Es repetir la famosa frase de " yo lo asumo" y ya sabemos lo que eso significa en este país, donde lo cotidiano, lo usual, casi lo histórico es escurrir el bulto.

Eso está bien, pero ahora viene la otra cara de esta moneda: que el presidente le acepte la renuncia a uno de sus más fieles servidores y uno de los más capaces. Es por ello que escribo, es por ello que tecleo y tecleo para ver si esto que siento y que sé compartido por muchos venezolanos se convierte en un dardo que vaya al corazón y a la razón del presidente Hugo Chávez. Ya hay en Aporrea un petitorio en línea para evitar que la renuncia sea aceptada. Ya firmé, por supuesto. Sé que no debe ser fácil para el Presidente. Me lo imagino en estos instantes consultado con sus cercanos, pero sobre todo con sus afectos, su historia y sus convicciones.

Presidente no le acepte la renuncia a Jesse Chacón, de aceptarla, perdería no solo uno de sus mejores colaboradores, sino que volveríamos los venezolanos a quedar debilitados en esta área que es tan importante para defender y consolidar este proceso. Señor presidente, no nos deje en la orfandad nuevamente! Confío en usted. Por favor no nos defraude!



PD: No tengo certeza de que usted lea a Aporrea. Ojalà y lo haga, porque este un canal de comunicación alternativo para todos los ciudadanos que defendemos este proceso en Venezuela y el mundo, pero sobre todo es un canal que no hace concesiones, que no cuida intereses particulares, que expresas muchas angustias que no siempre le llegan a su despacho.