A pesar de
su belleza y exuberante figura de atracción cultural y turística en
el mundo y que posee un maravilloso paisaje presidido por la majestuosa
cordillera de los Andes, ríos hermosos, regiones como machu picchu,
cusco, ticaca y el valle sagrado, esta beldad se mantiene presa de un
espíritu traicionero que se posesionó de los aniquiladores de los
hijos del sol hasta el siglo XVI. Luego el imperio español en 1528
gozó de sus tentaciones, hasta que en 1780, 60.000 indígenas oprimidos
hijos de Perú se sublevaron contra el poder español, acaudillados
por José Gabriel Condorcanqui, cacique que había adoptado el nombre
de uno de sus antepasados incas, Túpac Amaru. Aunque al comienzo cosechó
algunas victorias, el levantamiento fue finalmente aplastado en 1781
y Túpac ejecutado. El espíritu traicionero siguió reinando en la
tierra Inca oprimiendo a su pueblo, hasta su independencia el 28 de
julio de 1821. Luego de las luchas de José de San Martín contra los
españoles y que sería continuada después por el libertador venezolano
Simón Bolívar, que entró en Perú con su ejército en 1822. La fase
final de la emancipación americana se inició con la batalla de Junín,
que se libró el 6 de agosto de 1824, y se selló definitivamente con
la derrota de las fuerzas españolas en la batalla de Ayacucho el 9
de diciembre del mismo año.
Lamentablemente a los pocos años, el espíritu traicionero y derrotado, volvió al alma de la hija liberada, al alejarse Bolívar del Perú en plena lucha por la conformación de la Gran Colombia, sueño utópico del prócer, que nunca se consolidaría y lo llevaría a la tumba.
Hoy Perú luego
de tantos años de luchas para desprenderse de ese yugo dictatorial
que la somete y que lastimosamente había logrado distanciar a
las hermanas hijas del padre Simón, convirtiéndolas en rivales y enemigas
fraticidas de su propia supervivencia, mantiene una actitud agresiva
contra Venezuela hoy dia.
Se acabó el
imperio Inca reinante en Perú, se pulverizó el imperio español, se
barrió el gobierno militar, con el período desastroso liberal y aun
lamentablemente, se mantiene arraigado ese espíritu traidor en la tristemente
celebre Alianza Popular Revolucionaria Americana APRA, presidida por
Alan García, representante del pequeño reducto norteamericano,
con fino acento ingles, con políticas contrapuestas a la región latinoamericana,
violador por excelencia de acuerdos básicos del derecho internacional
y que condenan a esa hermosa hija descarriada de Bolívar, al escarnio
publico continental por prestar su territorio como albergue o
refugio preferido para delincuentes, corruptos y terroristas.
Este Gentelmen
refinado, orgulloso de su estatura, tez caucásica y condición
bilingüe, declara desde Perú, casi conteniendo la risa, que el insultante
asilo político obsequiado al burro Manuel, a Ortega y a Lapi, no deben
ocasionar problemas a las relaciones con Venezuela……..¡Que de bolas!.....
Patria, Socialismo
o Muerte…………Venceremos