La compatriota Mariadela Linares nos obliga a recordar tiempos pasados, como bien nos lo recuerda el Comandante Presidente Chávez, para comprender el presente, tenemos que hurgar en nuestro pasado histórico; no obstante, la compañera comete el error de no ser consecuente con su propósito de “indagar quienes son…” y se lanza en su objetivo, poco claro por cierto, de atacar a mansalva a quienes formamos parte de esa parte de la historia del movimiento estudiantil venezolano, en nuestro caso, como fundadores de dicho movimiento, a comienzos de los 80, del siglo pasado.
La compañera, también incurre en una mezquindad con el transitar de la historia, como si sus momentos pudieran borrarse de un plumazo, para ella la historia del movimiento estudiantil se reduce a la época guerrillera, los años 60 y a la década de los 70, el movimiento de renovación; para después caer en un letargo que lo llevaría posteriormente hacia su total derechización, en los tiempos actuales. Y qué pasó con el movimiento estudiantil en los 80, 90 y demás años?, olvida la compañera Mariadela que fue en esos años donde el movimiento estudiantil, puso su cuota más alta de compañeros y compañeras muertas y heridas por las balas asesinas de las policías metropolitana y estadales? O es que acaso el 27 de febrero, se produjo por combustión espontánea y los estudiantes no tuvieron nada que ver con esa rebelión popular? El Pdte. de la FCU-UCV, de ese entonces, el camarada Luis Rosales, fue detenido y torturado en los sótanos de la Disip, en esos días de agitación y rebelión popular, y con él muchos compañeros y compañeras que formábamos parte de la dirección gremial estudiantil, todos y todas miembros del Movimiento 80; así como, aquellos que formaban parte de los movimientos aliados, surgidos en todas las universidades e institutos de educación superior. En cuántas oportunidades, no se dieron situaciones de confrontación social extrema como el 27 de febrero del 89, en la ciudad de Mérida, en aquellos años en que los movimientos independientes, tipo 80, dirigían las organizaciones estudiantiles. En la prensa diaria, se recogían las acciones estudiantiles y la represión policial, a páginas completas. Esto, pese al enorme esfuerzo que hacía Carlos Croes desde OCI, porque no se difundieran las protestas estudiantiles y la brutal represión con que se les enfrentaban.
Dos grandes conquistas del movimiento estudiantil fueron obtenidas en esos años, de apogeo del Movimiento 80 y los movimientos independientes que fueron surgiendo en diversas Facultades de la UCV, la 69 en Ciencias, la 21 en Medicina, la 25 en Humanidades, fueron expresión del sismo cuyo epicentro se ubicó en la Facultad de Ingeniería a comienzos de los años 80, años más tarde, las réplicas serían en todas las universidades públicas e institutos de educación superior. El Pasaje Estudiantil y el Seguro Estudiantil FAMES, fueron logros obtenidos a costa de la sangre de compañeros y compañeras, que enfrentamos en las calles la represión gubernamental. Para fortuna nuestra, aún subsisten ambas reivindicaciones; quizás, las únicas, que benefician al conglomerado estudiantil nacional. Y aún Mariadela insiste, “De su éxito político de entonces, no tenemos notables referencias…”, poca cosa obtuvo el Movimiento 80, insertado ya, para en ese entonces, en un conglomerado de movimientos independientes surgidos a nivel nacional, a quienes desde los gobiernos de ese entonces, ya comenzaba a calificárseles como terroristas.
Sabía usted, compañera Mariadela que entre los primeros en hablar de Democracia Participativa y Protagónica, en nuestro país, fueron los integrantes del Movimiento 80, surgido en esa década en la Facultad de Ingeniería de la UCV, como una reacción a la partidocracia derechista (AD y Copei) que copaban todos los espacios de decisión universitaria, siendo minorías en el sector estudiantil, asfixiada como estaba la vida universitaria, buscó caminos y encontró en los jóvenes independientes, militantes de izquierda (Liga Socialista, MAS, MIR, PRV, PST, CLP, Comité de Pescadores y el Mar, Comité de Bachilleres Sin Cupo), activistas culturales y deportivos, las bases de apoyo para lo que, posteriormente, sería el Movimiento 80; la unidad en la diversidad, sería una de sus banderas ya, que si bien la mayoría de sus miembros eran independientes, no negaban la participación, en su colectivo, de militantes de organizaciones de izquierda que tenían actividad estudiantil en dicha Facultad. Su consigna fundamental era la Democracia Participativa, que se concretaba en las asambleas estudiantiles como mecanismos supremos para la toma de las decisiones e incluso para la elección de los candidatos a integrar las planchas que presentaría el Movimiento 80 al estudiantado para su representación gremial y organismos del Cogobierno universitario. Será esto o no será un precedente referencial para lo que nos hemos propuestos los venezolanos y venezolanas, como modelo democrático a concretar.
La historia es un laboratorio de experiencias, así como en febrero del 89, el pueblo se rebelaría en contra del paquete del FMI; pues, a comienzos de los 80, el pueblo hecho estudiante, se rebelaría contra la implementación del Plan de Estudios de Piar Sosa, valga decir, en contra del modelo tecnocrático de educación, que comenzaba a instrumentarse en nuestras universidades y, sería la Facultad de Ingeniería de la UCV, la primera en rebelarse contra la expresión educativa del modelo imperial de sometimiento de nuestros profesionales de la ingeniería. Y esa batalla, la ganó el Movimiento 80, que se hizo presente, a nivel universitario, moviendo a ritmo acompasado todas las estructuras del movimiento estudiantil de aquel entonces, en los cuales comenzó a reflejarse en sus más diversas variantes; meses después, el fenómeno se haría nacional. Y la compañera Mariadela, señala que no hay nada digno a destacar de ese período histórico del movimiento estudiantil de esos años!!!
Meses después, ese movimiento surgido en la Facultad de Ingeniería se propagaría por toda la universidad y se enlazaría con el resto de movimientos surgidos, concretando una alianza unitaria que los llevaría a desplazar la partidocracia de izquierda y derecha que se habían adueñado de los espacios de participación y decisión estudiantil, burocratizándolos y sometiéndolos a los dictámenes de las autoridades universitarias de aquellos años. Es así que, con el camarada William Peña, los llamados movimientos independientes, en ese entonces, abordan a la dirección gremial estudiantil, para mantenerse por más de una década, prosiguiéndolo camaradas como: Jorge Rodríguez, Yoel Amaya, Luis Rosales, Bernardo Ancidei, Ricardo Menéndez, Enrique Armas, gestiones caracterizadas por la movilización estudiantil masiva y protestataria, en defensa de las reivindicaciones estudiantiles y por mayor presupuesto para las universidades, que ya comenzaban a ser amenazadas por el modelo neoliberal que propugnaba su privatización. Mientras, como política de Estado, se modificaba –sustancialmente- la tipología del estudiante que ingresaba a esa casa de estudios, dándole prioridad en el acceso a los sectores de mayores ingresos económicos.
Y en ese devenir, al Movimiento 80 de ingeniería, ya disminuido, le tocó asumir la defensa de la rebelión militar del 4 de febrero, fue el único factor político, a lo interno de la UCV, que se pronunció -mediante comunicado público- en apoyo a dicha rebelión. Y esta acción, fracturó al movimiento por completo, nos viene a la memoria una asamblea en ingeniería, en que muchos de los que se proclamaban seguidores de este movimiento, hoy con altos cargos de responsabilidad gubernamental, descalificaban dicho manifiesto, reproducían el discurso de la derecha, “Chávez es un gorila”, “como se les ocurre apoyar a un dictador”, incluso algunos, chorreados, amenazaban con batazos si la Disip los allanaba, así se pusieron las cosas.
Pasada la rebelión militar, por venir, la campaña electoral presidencial, lo que quedaba del movimiento 80 sufriría una nueva fractura, la postulación de Chávez dividiría al colectivo, no faltó quienes adentro propusieran apoyar la candidatura de Salas Romer, suena a locura, pero la verdad histórica es implacable, por fortuna esos compañeros con el tiempo rectificaron y hoy son más chavistas que Chávez.
Mariadela Linares califica al Movimiento 80, como un fenómeno y lo inserta al proceso revolucionario, actualmente en curso, incurre usted con ello, en una aberración histórica, por darle un nombre, el Movimiento 80 precede el proceso histórico actual, formando parte del todo; así como, la revolución de febrero de 1905, precede la revolución bolchevique de 1917, en la Rusia revolucionaria. Darle un tratamiento de mafia, grupúsculo, claque, tribu y hasta aquelarre, nos parece fuera de tono y refleja un odio interior muy grande.
Del movimiento 80 y sus derivados, como diríamos hoy en día, salieron dirigentes de derecha y revolucionarios. Gente del Petróleo y los partidos de oposición se nutrieron de compatriotas que jugaron un papel estelar en las luchas de los años 80 contra el Plan de Estudios Tecnocrático; por fortuna, la mayor parte de ese colectivo, forma parte de las filas del Psuv y algunos se mantienen independientes. Razón por la cual, la descripción que Mariadela Linares hace del integrante de lo que ella llama, despectivamente, el grupo 80, no encaja en la generalidad de quienes integramos en algún momento de nuestra historia, dicho movimiento, caracterizado por la diversidad de opiniones y actuaciones. Este artículo de opinión, que reprodujo Aporrea, al igual que declaraciones del opositor Puchi y otras que puedan ir surgiendo por estos días, no persiguen otro objetivo que propiciar distanciamientos a lo interno del Partido de la Revolución Bolivariana, una estratagema que manejan muy bien los organismos de seguridad del imperio norteamericano, hacerse eco de las mismas es hacerles el juego y, por ende, jugar para ellos, táctica empleada en la Chile de Allende para su posterior derrocamiento.
Finalmente, Mariadela incurre en la parte más grave, desde nuestro punto de vista, de su opinión, “Pero ojo con estos, no vaya a ser que en su presunto afán de sumarle votos al Presidente, lo que estén haciendo sea restándole, mientras sacan su cuenta particular…”, valga decir, Mariadela convoca una “cruzada” contra los “ochentosos”, colocarlos bajo sospecha, ya que según la compañera “cuando asumen nuevas posiciones, lo hacen a costa del descrédito de quien ostentara el cargo anterior…”, suponemos que dicho resentimiento se deberá a algún camarada que la desplazó de su cargo en el aparato gubernamental y de allí su odio enfermizo. Afortunadamente, no ocupamos puesto en la burocracia gubernamental, ni nos ha llamado la atención formar parte de la misma, y no formamos parte de grupo o grupúsculo alguno, sino de la organización que se ha dado la Revolución Bolivariana como vanguardia, el Psuv, y será allí que nos reencontraremos quienes constituimos el Movimiento 80, en su momento. Sometidos a la disciplina partidaria y sus Estatutos, bajo el liderazgo indiscutible del Camarada Hugo Chávez