“…Soy soldado y mi deber no me prescribe otra cosa que la ciega obediencia al gobierno, sin entra a cuestionar la naturaleza de sus disposiciones…” Simón Bolívar
Soy un individuo más, del común Venezolano, de los estamentos humildes y populares de nuestra sociedad, que día a día se esfuerza y se capacita, por mejorar su calidad de vida y la de su entorno, que observa y vive las transformaciones que se desarrollan en nuestro país y que desea ser parte activa de ese proceso histórico, en forma participativa pero silenciosa, sin ánimos de un protagonismo exhibicionista y que bajo una firme convicción cumplió en su oportunidad con el sagrado deber de prestar el Servicio Militar Obligatorio en forma Voluntaria.
Escribió en una oportunidad Ernesto Che Guevara “…Creo que escribir es una forma de encarar problemas concretos y es una posición que por sensibilidad se adopta frente a la vida…”, y por sensibilidad debemos dar respuestas, tanto a los conflictos externos, como a los conflictos internos, nuestra vida, es entonces, un torbellino que mezcla ideales con realidades, en forma paradójica un frase idealista retumba en mi mente como recuerdo de una nostálgica canción que refiere veinte años, pero en mi representan una realidad de veinte años, veinte años de un proyecto de vida, veinte años de ideales, veinte años de sueños, veinte años de frustraciones y veinte años de esperanzas. En ocasiones apoyado por la Familia y la Sociedad y otras veces, simplemente vilipendiado y ofendido, pero siempre con la Moral en Alto.
Con la convicción y con la satisfacción personal del deber cumplido, me remonto a los finales de la década de los ochentas, cuando ingrese por segunda vez a la filas del Ejercito como un digno Soldado de nuestra Patria, en una incipiente organización llamada “Reserva Militar”, la cual no era otra cosa que un proyecto de fortalecimiento de la institución militar, como respuesta a las fallas que presento el Plan Caracas, durante su aplicación en el catastrófico y tristemente recordado Caracazo.
Por azar del destino, me absorbió el mundo de la Oficialidad y de la noche a la mañana me vi convertido en Oficial Subalterno, con todas las Responsabilidades y Deberes propios que implica tal compromiso, Participe con un grupo de sesenta compañeros, profesionales Universitarios en su mayoría, en el CORE Nro. 1, de ellos treinta y cuatro conformamos la primera Promoción de Oficiales de Reserva, de la misma solo cinco sobreviven actualmente, fue un experimento, que voluntariamente aceptamos, la ley Orgánica de la Fuerza Armada en la Cuarta República, tipificaba que nuestra mayor aspiración seria ascender al grado Militar de Capitán. Sin embargo al lograr ese grado, veíamos distante la posibilidad de continuar en el escalafón de ascensos por limitación de la misma Ley. No obstante la Revolución Socialista llegó y ha permitido romper esos paradigmas y da la oportunidad de superar esas barreras, en su actual reforma, la ley Orgánica de la Fuerza Armada, permite la posibilidad de ascender a los grados Superiores. Oportunidad que se ha gestando bajo la Batuta de nuestro Comandante y Líder Hugo Rafael Chávez Frías.
Realmente quienes vemos y creemos en este proceso de conversión y construcción del hombre nuevo, pensamos y estamos convencidos que esta transformación, se basa en el desarrollo de nuevos seres humanos Socialistas, pero necesariamente para que se dé la construcción de este ser, se requiere que a la par, las instituciones y quienes la representa, también se transforme.
En nuestra historia, desde la época pre-colombina hasta los tiempos actuales, podemos encontrar incontables reseñas de grandes héroes, los cuales actuaron movidos por la pasión y el deseo de Libertad e igualdad, Tierra y Hombres Libres. Fue una de las tantas consignas, en su mayoría estos actores, no fueron hombres y mujeres que portaban grandes títulos académicos, por el contrario eran gente de pueblo, eran visionarios y reaccionarios y como tal actuaron en forma resuelta y decidida en la construcción de una patria Libre y Soberana.
La Quinta República, la Revolución Bolivariana, como todos conocemos, es el proceso que ha surgido para rescatar la dignidad de Pueblo Venezolano, que dentro de un concepto Socialista, busca inhibir toda acción discriminatoria y clasista, solo predica y estimula la igualdad. Nos ha dando en orden secuencial tres elementos importantes para la subsistencia y la superación, primero, la Alimentación a través de la Misión Mercal, segundo, la Salud a través de la Misión Barrio Adentro y tercero y no menos importante, la Educación a través de las Misiones, Robinson, Rivas y Sucre. Estos aspectos que eran negados en la cuarta República, los cuales por ser parte de un objeto mercantil, solo le accedían quienes tuviesen bienes de fortuna, el pueblo en general No.
Hoy un grupo de Venezolanos, Capitanes todos, quienes han permanecidos a los largo de una y de dos décadas, trabajando en forma activa y continua en la refundada Milicia Bolivariana, ven truncado sus sueños y aspiraciones de ser parte de ese proceso histórico, a pesar de la larga espera y de haber superado todas las exigencias propias del proceso de evaluación, fueron Discriminados, fueron Excluidos de la primera promoción de Oficiales Superiores, tan solo por una exigencia académica de un título Universitario, título que a mi entender debe ser otro mecanismo o instrumento de mejoramiento Profesional, de obligatoria obtención, pero que No debe ser un factor de Excomunión, tal cual se cometiese un Pecado. No entiendo esta intolerancia, nuestra institución es constantemente atacada por factores de oposición y debe allanar los caminos que la Fortalezcan, esta acción hace lo contrario, solo trae como consecuencia el debilitamiento de la institución y por ende una masiva deserción, por la decepción y la desolación que está generando en la individualidad de cada uno. No existe un Reglamento o un compromiso previo a esta exigencia. No obstante muchos por conciencia y por compromiso, estamos en el proceso formativo para alcanzar ese Pregrado. Que nos queda, resignarnos o irnos, que somos, somos solo un número que forma parte de una estadística, de nada vale Lealtades y constancias. La Institución no Perdona. No reconoce y No concede el tiempo que con pasión le han brindado.
Hoy se está planteando La guerra de todo el pueblo, como mecanismo de defensa del mismo pueblo, ante las pretensiones del Imperio y sus secuaces, los cuales buscan acabar e impedir la refundación de la República Bolivariana de Venezuela, a pesar de que la misma fue aprobada en forma mayoritaria por el pueblo Venezolano y es parte del preámbulo de nuestra Constitución.
El Enemigo es fuerte y si osara invadir nuestro país, seguramente sus mortíferas armas de guerra, sembraría la muerte y la destrucción en toda nuestra población, debemos vernos en el espejo de Angola, de Panamá y de Irak, y ver que sus balas y cañones, no discriminaron entre Pobres y Ricos, entre Iletrados y Universitarios, entre Nacionalista y Segregacionistas, deberemos Resistir, es la consigna.
En mi vida he realizado el Juramento de Fidelidad a la Bandera, a la Patria y a sus Instituciones, en cuatro oportunidades y en cada oportunidad el Compromiso se ha fortalecido y el nivel de aceptación ha sido con mayor responsabilidad y abnegación, sin embargo en las actuales circunstancias, habrá que reflexionar, como dijo el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, “…Ya vendrán tiempos mejores…”
Si he de morir por la patria se morirá y si he de vivir por la Patria se vivirá.
Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos.
“Capi”
cabacote@gmail.com