Capacidades humanas, records deportivos y sociedad

En el deporte cada vez que se rompe una marca o record el público se pregunta si éste será el límite de lo posible, pregunta que también se tanto los deportistas como los profesionales y científicos del deporte. La historia de los records ha mostrado que es temerario responder afirmativamente, siempre queda la posibilidad de un nuevo logro, de un record extraordinario.

La palabra record se emplea para designar un logro o resultado que supera lo establecido y constituye un nuevo punto de referencia para la actividad a la que se refiere. En el caso de los records deportivos, la especificación de su ámbito en la actividad física reglamentada y de competencia marca su nacimiento con el deporte moderno, en donde la comparación entre los competidores y sus resultados se registraba con miras a presentarles como indicadores del nivel logrado por un grupo humano; al competir contra el reloj o la medición, el record se volvió objetivo a un nuevo nivel, ya no era competir sólo contra los otros deportistas que se encontraban presentes en una justa, sino también con el record o registro dejado por un gran deportista en competencias anteriores.

El record deportivo es una manifestación concreta de las capacidades humanas llevadas al extremo, en sí es una fuente de reflexión sobre el potencial y su expresión en la realidad como producto complejo que nace tanto de condiciones biológicas como de un entrenamiento adecuado, originado de un conocimiento científico claro para la selección, seguimiento y control de los deportistas para la alta competencia.

Los científicos del deporte, esos hombres que el público no ve, se encargan de aligerar la carga para que el camino del atleta sea más corto hacia la gloria, hacia esos records que se presentan como una barrera, como un rival, que en este caso sería la altura, el peso, la distancia y el tiempo.

El record marca una referencia, una meta a superar, tanto para los deportistas como seguidores, fanáticos y espectadores del espectáculo deportivo; justamente porque su sentido de evento espectacular le hace merecedor de la atención de la industria deportiva, que le persigue a tal nivel que no duda en la explotación del ser humano para exprimir del mismo un record cada vez más asombroso, bordeando peligrosamente los límites. El record es fama, la fama sirve de publicidad y convierte el logro deportivo en una mercancía en la que las marcas se disputan las mejores posiciones para colocar sus emblemas y mostrarse al público consumidor.

Esta visión capitalista e inhumana del record no puede ser tolerada más, se necesita un planteamiento humanista por medio del cual este pase a ser una referencia para el desarrollo de las aspiraciones humanas, un incentivo sano para “ir más allá” en las prácticas deportivas, fungiendo como guía hacia la manifestación en la realidad de las potencialidades deportivas. Se trata de un estímulo positivo que permita elevar el nivel de las mayorías, en lugar de la situación actual, en la que es más bien una presión amenazante que reduce gradualmente el número de personas que perciben beneficio del mismo. En este campo, las ciencias aplicadas al deporte son llamadas a retomar el sentido social y humanista de esta actividad.

El record habría de tratarse como un valor agregado al esfuerzo del atleta a partir de su potencial y capacidades, de los entrenadores y de los científicos que incrementan ese potencial, del seguidor y fanático que mantiene viva la llama del deporte y, en última instancia, a las compañías que apoyan la actividad deportiva, que más que una inversión para su beneficio es una responsabilidad para con la sociedad. Esto también involucra al Estado, como garante del logro de la mayor suma de felicidad y justicia para sus ciudadanos, siendo que los records de sus deportistas son considerados comúnmente también como indicador del nivel de vida de su población y del éxito de las políticas aplicadas a esta área.

De esta articulación entre ciudadanos e instituciones no escapan las del ámbito educativo, en donde la Universidad Iberoamericana del Deporte está llamada a servir de guía para el proceso de transformación que permita construir un concepto y una práctica del record humanista y profundamente socialista.

Dr. Pedro García Avendaño

Rector de la Universidad Iberoamericana del Deporte

pedro_garciaa@yahoo.es


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Pedro García Avendaño


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