Es el caso
que, en razón expuesta, la pregunta que aparece en el epígrafe y que
me la hago porque en realidad no doy por entendido cualquier aclaración
que me permita aceptar el porque venezolanos nacidos acá y otros
nacionalizados van al exterior a emitir opinión en contra del país,
de sus instituciones y contra el ciudadano presidente, en una actitud
claramente definida como política, dado que, es esta condición la
que podría calificar la traición a la patria; aunque podríamos agregar
a la lista los delitos financieros y económicos que afecten la normalidad
en nuestro país.
En este ejercicio
voluntario de ignorancia y abstracción es que ubico los razonamientos
que estas condiciones me puedan otorgar, debido entre otras cosas a
la rabia que sentimos la gran mayoría de venezolanos en casos muy específicos
como por ejemplo, manifestar con una bandera extranjera en sus manos;
o ruedas de prensa de personeros venezolanos de la oposición en escenarios
internacionales y medios de comunicación de carácter universal, donde
hablan en contra de Venezuela desconociendo los avances logrados en
los últimos diez años, en materias diversas como economía, salud,
educación, cultura, deportes, informes de las Naciones Unidas, de la
UNESCO, entre otros. Los embajadores para el mal, como el caso de Carmona
en Colombia, de Milos Alcalay en EEUU y Europa, acaso no representan
señales de traición, porque además entiendo que alguien calificado
de pitiyanqui no puede ser otra cosa que eso. El reciente caso del triunvirato
Ledesma, Pérez y Pérez Vivas que tratan de provocar o alimentar las
pretensiones del Imperio para intervenir de cualquier manera en el país.
La reunión del gobernador del Táchira con sectores paramilitares en
Colombia que representa para la seguridad de la nación.