Nueva ley de educación y las Universidades autonómas

Señores, tenemos nueva Ley Orgánica de Educación!!! Por fin, sería justicia le responderíamos por aquí; y resulta que al leer las Disposiciones Transitorias de nuestra Constitución Nacional, la sexta en particular, es muy precisa en su mandato: “La Asamblea Nacional en un lapso de dos años, legislará sobre todas las materias relacionadas con esta Constitución. Se le dará prioridad a las leyes orgánicas sobre pueblos indígenas, educación y fronteras…”, han pasado casi 10 años y la Asamblea Nacional no terminaba esta materia, declarada como urgente por los constituyentistas. En el 2001, se había presentado una propuesta y aprobada en su primera discusión, desde entonces, se abrió el debate sobre esta materia tan importante; nunca, hasta el presente, el oposicionismo apátrida, ha presentado ninguna propuesta seria sobre alguno de los artículos que contiene la Ley, se limitaron a atemorizar a su militancia con clichés como: Con mis hijos no te metas, que la ley les quita la patria potestad de sus hijos, que Chávez les va quitar a sus hijos y se los regresará cuando cumplan 20 años, que la ley saca a Dios de los colegios, en fin puro blas blas y mentiras van y mentiras vienen.

La postura del partido opositor, Conferencia Episcopal, lo comprendemos si analizamos el dato que nos da el compatriota Fredy Zarichta, en su artículo del Vea, Sabía usted que…, del pasado 8/08/2009, referentes a: “La Santa Sede es propietaria de acciones en la General Motors, IBM y Disney…” y líneas más adelante, precisa que: “La iglesia española es accionista de empresas como Inditex (Zara), Endesa, Banco Popular o Telefónica (Movistar en Venezuela)…”, y el golpista Luis Ugalde, para quien, su preocupación fundamental es la que el Gobierno Revolucionario no le otorgue más subsidios a su universidad, es lo que más le preocupa, y lo dice públicamente, sin ambages de ningún tipo. Valga decir, es el cochino dinero, su preocupación fundamental porque se apruebe esta Ley que reafirma el principio constitucional (Art. 59) de la libertad de religión y de culto: “El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones…”(Constitución Nacional), libertad a la que se viene oponiendo esa oposición apátrida, con que contamos en Venezuela, queriendo coartarla sobre la base de imponerle a los venezolanos y venezolanas la religión católica; y esta es la gente que acusa al Gobierno Revolucionario de dictatorial y antidemocrático.

Pues bien, sin contrapropuestas en la mano, el extremo de la ridiculez la pone esta oposición, cuando decide retirarse del parlamento en momentos que se debaten los artículos que conforman la Ley, dejando al descubierto lo descerebrados que son, en vez de desmontar los artículos que no comparten, con argumentos sólidos, se van, huyen despavoridos, a las calles a quemar carros y generar violencia, que es lo único que han demostrado saber hacer en estos diez años de Revolución Bolivariana. En fin, dejemos a los locos y locas en su función de querer derrocar al Gobierno Revolucionario, para lo cual cualquier excusa es válida y centrémonos en las bondades de esta nueva Ley, a la cual proponemos a la Asamblea Nacional que la llame: Ley Orgánica de Educación “Luis Beltrán Prieto Figueroa”, en homenaje a ese insigne maestro, orgullo de nosotros los venezolanos y venezolanas, que la misma Ley reivindica en su articulado, al proclamar al Estado Docente como expresión rectora del Estado venezolano en la educación (Art. 4 de la nueva LOE), lo cual dice mucho sobre su carácter civilista y humanista, por no llamarla revolucionaria y molestar a los disociados de la oposición. Será por eso que los verdaderos maestros y maestras no han emitido opiniones adversas a su articulado?

De las universidades autónomas han salido voces agoreras, arguyendo que la autonomía será violentada si se aprueba esta Ley, demostrando con ello, su ignorancia sobre el verdadero significado del concepto de autonomía universitaria, el Rector Magnífico Francisco De Venanzi la describe muy bien, leámoslo en su Mensaje al Claustro: “La autonomía universitaria es el sistema que mejor protege el pensamiento crítico y por ello representa un aporte significativo en la consolidación de los factores que orientan la integración universal. Su significado es tanto más valioso cuanto mayor el grado de independencia académica que se refleja, en última instancia, en la libertad de cátedra y de investigación…”, el propio Rector Magnífico nos dice en su obra, sobre quienes sí podrían estar violando la autonomía desde sus posiciones de poder universitario, leamos para ver quiénes son estos: “En nuestro criterio, es evidente que para que las instituciones superiores del saber cumplan sus labores en la mejor forma, no pueden estar bajo el control de grupos sectarios que traten de mediatizar la enseñanza o la investigación en función de intereses políticos, económicos o religiosos determinados. La dirección universitaria debe ser esencialmente respetuosa del libre juego del pensamiento, interpretando en su mejor forma el significado del sistema autónomo…”, cuántos profesores y profesoras no aprueban sus concursos cuando lo identifican con ideas revolucionarias? Cuántos estudiantes y trabajadores no son amenazados de expulsión y despidos, cuando manifiestan su inconformidad ante situaciones irregulares en sus universidades, por ser revolucionarios? Cuántos estudiantes no son amenazados o reprobados en sus materias, cuando el profesor se entera que es un revolucionario, y le hace la vida imposible?, y se acusa que es el Gobierno Revolucionario, el antidemocrático y dictatorial!!!

Esta nueva Ley Orgánica de Educación, y proponemos a la Asamblea Nacional que le dé el apellido de “Luis Beltrán Prieto Figueroa”, cuyo pensamiento y obra tiene en esta Ley su concreción, desarrolla plenamente el principio constitucional de Autonomía de las universidades nacionales, en su artículo 33 desarrolla este principio reconocido constitucionalmente por el Estado Revolucionario, estableciendo claramente cuáles son los fines mediante los cuales se ejerce la autonomía: dictarse sus normas internas de funcionamiento; organizar y crear sus programas de formación, los cuales, como es lógico suponer, deben estar en sintonía con el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación; elegir sus propias autoridades, y aquí es donde la Ley introduce una variante que es fundamental en las vidas de las universidades, colocándolas de ahora en adelante, en sintonía con el carácter democrático y participativo que es nuestro sistema de gobierno. Este punto de la Ley, rompe con el esquema antidemocrático que regía en nuestras universidades autónomas, en que los profesores instructores, empleados y obreros, estudiantes de post grado, no tenían derecho a elegir a sus autoridades, en que un voto de un profesor equivalía al de 40 estudiantes, en fin, un sistema electoral en que la minoría profesoral ejercía el poder de manera oligárquica y disponía de las universidades según sus apetencias políticas, sometiendo a las mayorías de las comunidades universitarias a sus dictámenes. Y esa es la democracia que contraponen los oposicionistas apátridas a la democracia revolucionaria o participativa, la democracia de las élites contra la democracia de las masas, la verdadera democracia, hoy plasmada en esta nueva Ley Orgánica de Educación.

Otro principio que ha quedado sentado en esta nueva Ley, es el de la rendición de cuentas, para lo cual se prevé la creación del Consejo Contralor, adiós al ejercicio omnipotente del poder universitario, ahora las comunidades universitarias podrán hurgar en esa “caja negra”, y discúlpenme los compatriotas afro descendientes por utilizar este mal término, que es el presupuesto universitario, muchísimas denuncias existen y que no son investigadas por una Contraloría General de la República, que en nuestras universidades su actuación es prácticamente nula, todavía estamos a la espera que se inicie la auditoría solicitada por la Asamblea Nacional y sectores estudiantiles y de trabajadores, a la UCV, en base a las denuncias hechas y sustentadas recientemente.

Y observen como el Rector Magnífico, De Venanzi centraba el concepto de autonomía universitaria, en la Libertad de Cátedra, valga decir, en la libertad académica, pues bien, esta nueva y revolucionaria Ley, dedica un artículo, el 35, plenamente a desarrollar la Libertad de Cátedra o Libertad Académica: “El ejercicio de la formación, creación intelectual e interacción con las comunidades, y toda actividad relacionada con el saber en el Subsistema de Educación Universitaria, se realizarán bajo el principio de la libertad académica, entendida ésta como el derecho inalienable a crear, exponer o aplicar enfoques y perspectivas teóricas, conforme a los principios establecidos en la Constitución y en la Ley…”, aún así, los oposicionistas apátridas dicen que viola la autonomía universitaria.

En fin, somos conscientes que esta novísima Ley revolucionará nuestra universidades, anquilosadas como están, el propio De Venanzi las proyectaba en el tiempo definiéndolos tal cual están en el momento presente: “Una institución universitaria que nada nuevo aporta a la ciencia y la cultura, que permanece indiferente ante la demanda del esfuerzo creador que le plantea su ambiente natural y social, y que no asume en este sentido su responsabilidad ecuménica, languidece y vegeta dentro de una rutina esterilizadora…”, pues bien, tendría que venir una Revolución, la Bolivariana, a salvar estas instituciones que ya rodaban por el despeñadero de la bancarrota y vencidas por las sombras, afortunadamente, a buen tiempo…

Caracas, 14 de agosto de 2009
henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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