El golpe de Estado en Honduras y la instalación de las bases militares del imperio norteamericano, en lo que ayer conocimos, como la República de Colombia, hoy protectorado gringo en Suramérica; han envalentonado a la derecha de nuestro continente, que ve en el golpe de Estado una vía política para retomar sus posiciones de poder, hoy perdidas ante gobiernos progresistas, y en las bases imperialistas el apoyo militar que requieren para sustentar esos nuevos gobiernos de facto, que pudieran imponérseles a nuestros pueblo, por la vía de la fuerza y la represión. Es la resurrección del fascismo, como expresión de la contrarrevolución política que dirige el imperio contra nuestros pueblos, por atreverse a desafiar su dominación política, económica y cultural.
Si el parlamentarismo fue el producto político más característico del ascenso del capitalismo, el fascismo es el fruto específico de la descomposición de la sociedad burguesa en su fase monopolista, valga decir, imperialista. El fascismo, resucitado por el imperio, en nuestros países, al igual que en Europa, en la época de Hitler y Mussolini, atrae hacia sus estandartes a los elementos más descontentos de las capas intermedias de nuestra sociedad, en tránsito al Socialismo, como lo proclama nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez. Entre sus seguidores, en nuestro país, se encuentran profesionales de la salud, educación, estudiantes, funcionarios públicos estadales y de alcaldías, políticos profesionales de la derecha e izquierda, desplazados de sus antiguas posiciones de poder, periodistas, entre otros y otras; a los cuales, la burguesía, en definitiva, quien es la que se encuentra detrás de estos conglomerados de personas, les añade factores que mediante la contratación de sus servicios, como fuerza de choque, paramilitares, desempleados, trabajadores desmoralizados y atrasados, lumpen proletarios, disociados creados a través de su propaganda derechista, generada a través de sus medios de comunicación. Sus organizadores y promotores, la burguesía, están decididos a retomar el poder por medio de cualquier recurso y alianza que haga falta. Se agarran, sin escrúpulos con uñas y dientes a cualquier cosa que favorezca dicho fin. Los fascistas explotan todo lo que haya de oscurantista, atrasado y reaccionario en las tradiciones de nuestras sociedades. En ¿A dónde va Francia?, escrito en 1934, Trotsky explicaba este proceso: “…El fascismo une y arma a las masas dispersas. De polvo humano organiza destacamentos de combate. De esta manera, da a la pequeña burguesía la ilusión de ser una fuerza independiente. Esta comienza a imaginar que de verdad va a mandar en el Estado…” Irónicamente, si la burguesía es la gran beneficiaria de la política fascista, las clases medias bajas terminan siendo sus víctimas tanto como los trabajadores y trabajadoras, una vez que se imponen.
Antonio Ledezma, definía asertivamente su concepción fascista, en rueda de prensa dada por los partidos opositores apátridas, 01/09/2009, en los siguientes términos: “en nombre de todos, el doctor Julio Borges, lo que ayer expresó a las puertas de la sede de la OEA en caracas, en nombre de todos, la doctora Delsa Solórzano, lo que en un tono combativo y sin titubeos dijo, en nombre de todos, a las puertas de los tribunales de justicia, el doctor Henry Ramos, en los corazones de los venezolanos, lo que cabe es amor, siempre hay espacio para la caridad, en nuestras mentes, siempre hay luces para el entendimiento, para la convivencia, nosotros sabemos, que estamos transitando por la senda de la unidad, las fuerzas del mal serán superiores para imponerse a este pueblo, si los hombres y mujeres de buena voluntad, no hacemos nada, y yo estoy seguro que las fuerzas del pueblo, las mujeres y hombres de buena voluntad, estamos resueltos hacer todo lo posible para que en Venezuela se imponga el mal…”, el MAL y su reivindicación como fuerza liberadora, proclamada por el vámpiro públicamente, sin tapujos, refleja lo que en el fondo nos proponen a los venezolanos y venezolanas estos opositores apátridas. Qué pensará de esto la iglesia católica?
El MAL, para reivindicar la violencia como método de hacer política y después recusar aquellos y aquellas que le enfrenten con las armas del derecho y la justicia, como “criminalizadores” de la protesta. El fascismo alemán, vacío de ideas como era, ante la contundencia de las ideas progresistas, no encontró mejor fórmula para atacarlo que la quema de libros, el Bibliocausto, donde millares de libros fueron destruidos, todos aquellos definidos por ellos, como libros “peligrosos” que estuvieran en las bibliotecas de Alemania, cerca de 25 mil libros, mayo 1933, quemados por los pacíficos estudiantes “manos blancas” de las universidades alemanas, la operación había sido coordinada por el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, quien afirmaba que esa acción constituía “el fin de la época extremista del intelectualismo judío”. Así justificaba, lo que él denominaba “la entrega a las llamas del espíritu diabólico del pasado”. Nuestros fascista, ya no queman libros, sería como muy escandaloso, para oponerse a la Ley Orgánica de Educación (LOE) por: comunista, atea, anticristiana, que quita la patria potestad de sus hijos e hijas, violadora de la autonomía universitaria, entre otras burdas mentiras, que han utilizado para satanizar la LOE, ahora recurren al burdo expediente de quemar las Zonas Educativas, como símbolos de su aferrada oposición a esta nueva normativa legal. Al igual, que sus antepasados alemanes, han comenzado por la Zona Educativa del Estado Táchira, en la que se encontraban reunidos un grupo de maestros planificando el inicio del año escolar 2009-2010, se encontraron estos maestros y maestras, rodeados por las hordas fascistas, quienes arremetieron con piedras, cohetones, disparos de balas, contra esa sede regional y quienes se encontraban adentro, trabajando en beneficio de los jóvenes estudiantes tachirenses, unos trabajan otros destruyen. Es el MAL, reencarnado en estos opositores a todo BIEN impulsado y promovido desde el Gobierno Revolucionario, para beneficio de nuestro pueblo, tan olvidado como estuvo, durante los gobiernos de la cuarta república, esa en la que gobernaron quienes hoy se oponen al Comandante Presidente Hugo Chávez.
El plan para el día “D”, 16 de septiembre, va en la misma tónica que el de mayo de 1933, y el ocurrido en la Zona Educativa del Estado Táchira, generar violencia en las instituciones educativas, utilizar a nuestros jóvenes estudiantes como “balas” contra la tranquilidad ciudadana, propiciar desde las aulas de clase el combustible que prenda fuego al descontento popular y militar, que derrocará al Gobierno Revolucionario, simple decirlo pero no saben cuán complejo ha de ser concretarlo. Es el mismo plan que vienen impulsando, desde el primer día en que el Comandante Presidente Hugo Chávez se instaló en Miraflores, creen ahora, que están dadas las condiciones para lograr su objetivo, el golpe en Honduras y las bases imperiales en su protectorado colombiano, le generan la confianza necesaria, para atreverse en esa aventura. Como si las condiciones objetivas y subjetivas, pudieran recrearse, artificialmente, así como lo hicieron en el 2002, cuyo desenlace fue el efímero golpe de Estado de Fedecámaras, Venevisión, Rctv, Globovisión, Televen, CTV, Iglesia Católica, universidades públicas, entre otros protagonistas. El Estado BOBO, de aquel entonces, pareciera llegó a su fin, aprendió de sus errores, no creemos que se deje derrocar tan fácilmente; las expresiones de firmeza, manifestadas por la Fiscala General de la República, Luisa Ortega Díaz, así lo reflejan, y por ello, es sumamente importante que sienta que el pueblo venezolano le apoya su firmeza manifiesta, en contra de los transgresores y transgresoras de la Ley; los malos, usando los términos del vámpiro Ledezma.
El BIEN, encarnado hoy, en Luisa Ortega Díaz y la institución del Estado Revolucionario que dirige, debe imponerse ante el MAL, para lo cual, nuestro apoyo solidario es fundamental, que se haga sentir, que no está sola, compatriota Fiscala, el pueblo venezolano –mayoritariamente- está con usted. Firmeza y más firmeza, justicia y más justicia, cero impunidad, es la fórmula acertada para frenar a los fascistas y sus pretensiones de imponernos el terror, como fórmula para detener el avance de las políticas revolucionarias de redención de los pobres, del pueblo venezolano.
Y mientras, la oposición se enrumba a un nuevo fracaso, el Gobierno Revolucionario en su interior genera los factores del MAL que podrían propiciar su derrumbe, su implosión, nos informa la Contraloría Social Popular que, una vez que sale Montilla de Min Salud, siendo sustituido por Rotondaro, el nuevo ministro de Salud ha renovado parte del tren gerencial de dicho ministerio; cosa normal, lo que si no lo es, que los nuevos gerentes sean connotados militantes de la oposición, adecos en su mayoría, para más señas y señales. En manos de quién o quienes, colocamos la dirección de un ministerio tan importante, serán los opositores quienes propiciarán los cambios revolucionarios propugnados, para transformar el sistema de salud?
Por lo visto,
no serán estos opositores apátridas quienes tumbarán este Gobierno
Revolucionario, su derrumbe provendrá desde sus entrañas, desde quienes
-en su interior- se proclaman revolucionarios y hasta
se colocan sus camisas y gorras, rojas rojitas; pero que, a la menor
llovizna, esas franelas y gorras, muestran su verdadero color,
el rosado rosadito.