Uribe en Unasur

En días pasados, con bastante éxito a pesar de las críticas, se celebró la cumbre de Unasur. Como se sabe, ahí se trató el tema de la instalación de siete bases en Colombia y para ello se contó con la presencia del mandatario colombiano Uribe, quien con su gris participación dejó un amargo sabor en esa reunión.

Aunque para algunos analistas la referida cumbre no tuvo el resultado esperado como el contundente rechazo a los asentamientos militares en suelo vecino, es innegable que se dio el gran logro de desenmascarar el verdadero objetivo de las bases, que no es otro que rodear a Venezuela mientras que se frena la avanzada integracionista de los gobiernos progresistas de Suramérica.

De igual modo, Unasur comienza a consolidarse como un respetado espacio para discusión de asuntos relevantes que nos atañen a los suramericanos, hasta el punto de desplazar a la OEA en efectividad, ya que con el golpe de Honduras se demostró que los radicales de EEUU, todavía, solapadamente, siguen con sus acostumbradas injerencias con la mirada aprobatoria de esa organización.

En cuanto a las intervenciones de los jefes de Estado, en el mencionado encuentro realizado en Argentina, sin duda alguna la más acertada fue la del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la cual, con datos, él demostró que el plan Colombia ha fracasado en el control de narcotráfico, mientras que Ecuador ha sido más efectivo a pesar de que no ha contado con la colaboración de Estados Unidos, que con su particular ayuda no ha disminuido el consumo de estupefacientes ni tampoco ha frenado las mafias que operan en la ilegal comercialización de las drogas.

Asimismo, aunque la presentación del Libro Blanco fue un texto ensayístico en vez de uno con valor legal, al cual sería bastante difícil de acceder, la participación de Chávez fue la segunda más certera, sin desestimar la de Evo Morales, que cada vez se vuelve más locuaz como oportuno en sus apreciaciones.

Con la ponencia de Chávez, se develó que detrás de dichas bases hay una planificación bélica, por lo cual esos asentamientos servirán para encubrir acciones que quedarán bajo el manto de la impunidad, tal como la inmunidad de la que gozan los contratistas norteamericanos, que sin importar lo que hagan en tierra colombiana, siendo demasiado optimistas, sólo en EEUU podrán pagar por sus viles delitos.

Al contrario de Correa y de Chávez, Uribe no convenció.

Fue incapaz de refutar los argumentos que aludían a los peligros de tales bases y se negó a mostrar el documento del acuerdo con el Gobierno norteamericano, con ello dejando claramente por sentado que la auténtica intención no es atacar el narcotráfico, sino controlar a Venezuela a la vez de que, en las sombras, furtivamente, sabotean los procesos de integración de la región.

Por consiguiente, el reciente encuentro de Unasur representa un paso significativo en las acciones que se están tomando para evitar atropellos disfrazados de propósitos rosas que nos mantenían en el penoso lugar del patio trasero.

Asimismo, con las políticas intervencionistas del Norte, maquilladas de intenciones tan nobles como la libertad misma, en la pobreza, indefinidamente, nos condenaron a permanecer.


isabelrivero70@hotmail.com


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Isabel Rivero

Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis del discurso. Articulista de opinión de UN de 2002 hasta 2013. En la actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .

 @isabelrivero70

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