1. Haga revisar cuidadosamente su instalación eléctrica, y los aparatos conectados a ella, por un experto (Experto: profesional con equipos apropiados y formación teórica adecuada, capaz de evaluar cada uno de los parámetros de servicio y realizar su corrección cuando se requiera, para adecuarlos a las normas establecidas en el Código Eléctrico Nacional). Podría ser que su instalación eléctrica esté apropiadamente calculada y debidamente montada; pero requiera complementación tecnológica que le permita ajustarse a los casos en que puedan existir condiciones anómalas en la entrega del servicio por parte de las redes de distribución.
2. Evite, en lo posible, utilizar los electrodomésticos de mayor consumo en las horas pico (horas de mayor consumo de energía eléctrica), cómo son las de 12:00 m, a 2:00 p.m., y de 6:00 p.m. a 9:00 p.m., de lunes a viernes. Lave temprano en la mañana; después de esas horas, o el fin de semana.
3. Utilice racionalmente los equipos de ventilación y acondicionamiento de aire; trate de refrescarse, y no de congelarse. Busque asesoramiento de terceros para adquirir la unidad más apropiada al ambiente en el cual será instalado. Limpie regularmente los filtros para mejorar la eficiencia. Haga revisar la carga del gas, por lo menos una vez al año; cuando ella disminuye, se incrementa el trabajo del equipo. No exponga al sol las tuberías de gas.
4. Adquiera un refrigerador de bajo consumo de energía eléctrica. Colóquelo en un lugar en el cual pueda facilitarse la disipación del calor generado por el evaporador (Amigo comerciante, no permita que obstruyan con publicidad las ventanillas de su refrigerador). Limpie regularmente “la parrilla”. Revise las gomas de las puertas y no las mantenga abiertas por más tiempo del necesario para extraer o introducir productos. Ajuste “los reguladores” para obtener la refrigeración que demanden los productos almacenados; no todos requieren ser congelados.
5. Ilumínese; no se encandile. Si tiene dificultades para leer con poca luz; antes de incrementar su nivel de iluminación, acrecentando el consumo eléctrico, consulte con su especialista.
6. Si su calentador es eléctrico, no abra la llave de la ducha para pasearse por su residencia, mientras espera que el agua hierva. No se bañe con agua tan caliente que le haga perder toda la grasa de su piel, exponiéndose a enfermedades y a un alto costo de su facturas médicas y de consumo eléctrico. Al disminuir el gasto de agua, estará contribuyendo reducir el consumo eléctrico de su sistema hidroneumático y el de las bombas de suministro de la empresa de servicio de agua potable.
7. Oriente a su asistente doméstica en el uso de “la plancha”, para que utilice la temperatura apropiada a cada prenda de vestir y no alterne esta actividad con otro oficio, desperdiciando su calentamiento.
8. Si regularmente olvida apagar su computador, utilice la opción de hibernación.
9. No presuma de la potencia de su equipo de sonido; causará molestias a sus vecinos, violando preceptos constitucionales, leyes específicas y ordenanzas urbanas; se expondrá a daños auditivos, demandas legales y elevará la factura de su consumo eléctrico.
10. Cuando se trate de pocos pisos, utilice las escaleras y no el ascensor; le hará bien a su salud y ayudará al sistema eléctrico. Los continuos arranques de motores ocasionan los “bajones de luz”.
11. Aunque a usted no le afecte el monto de la factura de consumo de energía, enseñe a su familia a ahorrar electricidad para que sepa cuánto se logra con esfuerzo y disciplina; de esta manera aprenderá que con la colaboración de todos, se facilita la solución de los problemas.
12. Denuncie “los robos de electricidad”. Quienes estafan a las empresas de servicios, por “arreglos” de sus contadores (medidores) de energía, tienden a derrocharla en perjuicio de toda su comunidad; además, estas empresas no pueden disponer de ingresos suficientes para mejorar sus instalaciones, afectando a todos los usuarios. En muchos casos, estos infractores, sufren daños de sus instalaciones y los desconocen, porque nunca solicitan una revisión técnica para evitar ser descubiertos.
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