No escapa en esta lucha el antagonismo de clases. Una clase minoritaria, pero con mucho poder económico y mediático gobernó a Venezuela por más de 50 años. Usufructuando todas las riquezas, espacios y vida de la gran mayoría. Mayoría que estaba en una especie de limbo ideológico y que despertó un día con fuerza pero también con mucha tragedia. El 27 de Febrero de 1989, fue el día que nació un ideal, reflejado por la necesidad de vivir en libertad, en igualdad, sin ser explotados, con salud, alimentación y educación. Todo este ideal no satisfecho exploto en la cara de los opresores y oligarcas. El pueblo, ese febrero, dijo al mundo entero “YA NO MAS”. Quedaron los mártires en las calles y barrios, su lucha y muerte no será olvidada. Esa inmolación contra el sistema capitalista quedo grabada en la conciencia. Venezuela a partir de ese día cambio para siempre.
La Venezuela contemporánea debe recibir un análisis en dos etapas. Antes y Después del 27 Febrero 1989. Un ideal que comenzó a nacer y una época que comenzó a morir. El Sistema Representativo adeco-copeyano hace tiempo que esta agonizante. Lamentablemente ese paradigma cuarto republicano se niega a morir, mucho por culpa de la falta de voluntad política de los partidos que estructuran el proceso Revolucionario. Los Partidos Reaccionarios no hacen esfuerzo alguno para modernizarse y volverse realmente democráticos, ni siquiera tratan de realizar una metamorfosis, la cual sería interesante. Es allí donde radica el problema político que afecta a la oposición de partidos. No existe una oposición de partidos que sea científica en lo social –económico. Las mismas caras y los mismos planteamientos del siglo pasado es lo que ofrecen los partidos de la reacción. No hay vestigios de querer aportar al debate político ideas frescas con un sentido patriótico. Solo convergen alrededor de un pensamiento único dictado por el gran capital y Medios de Comunicación. La debacle de los partidos políticos reaccionarios y la minimización de sus dirigentes solo es debido a la pérdida de identidad con las necesidades de la población, la maximización de intereses personales y grupales prevalecen en detrimento de sus seguidores que cada vez son menos. La oposición se niega a creer y aceptar que en Venezuela se gesta una verdadera Revolución, ese error de apreciación vulnera su accionar, la convierte en un ente indefenso y contradictorio. Es así, como los grupos de accionar político (partidos) se dejaron arropar por los Grandes Centros de Comunicación quienes si están claros de los cambios estructurales que se gestan en Venezuela. Estos grupos mediáticos-económicos llevan una campaña contrarrevolucionaria donde dictan la estrategia y los pasos a seguir para defenestrar la Revolución. Se amparan en la impunidad que aun otorga el “sistema”. Es aquí donde la doctrina neoliberal y reaccionaria es empujada en las mentes manipulables de sectores ingenuos que aun conservan trazas de la Venezuela de ayer. Grupos de jóvenes en su mayoría estudiantes son reclutados por los grandes grupos de comunicación. Estos jóvenes son seleccionados según su grado de disociación y de rebeldía, es como se originan sectas como Grupo Cambio, Grupo JAVU, Manos y Caras Pintadas. Todos estos grupos recuerdan a otros como el aun vigente Tradición, Familia y Propiedad de Peña Esclusa. La Ideas y el accionar de estos grupos van desde el Nacionalsocialismo, pasando por el Fascismo y la Ultraizquierda de Bandera Roja Estalinista, también asoman algo de Anarquismo…. Nada que ver tienen estos Jóvenes con el Social Cristianismo o la Social Democracia, doctrinas que se diluyeron con el paso del tiempo y sufrieron ese recambio sin saber cómo. AD y COPEI son especímenes de la prehistoria. Los Medios de Comunicación solo apoyan a los grupos descritos arriba. Piensan que con violencia pueden dar al traste con la Revolución. El adoctrinamiento de estos jóvenes en modelos terroristas reflejan que no puede existir entendimiento entre lo planteado por la Revolución Bolivariana y la “Fascia” opositora. El antagonismo apenas empieza, la Revolución no puede temblarle el pulso, el poder político es para ejercerlo, es ahora o nunca, como diría el Camarada Vladímir. I. Ulianov.
Saludos Cordiales, RAS, Siglo XXI
venezuelaeconomicaypolitica.blogspot.com