Este
Alcalde que lo menos que hace es ocuparse de cumplir con la funciones o
atribuciones de su cargo, i aprovecha los recursos que le otorga el
gobierno nacional para mantenerse viajando, primero para desprestigiar
a su patria con mentiras que ya nadie le cree en el exterior, i al
mismo tiempo hacer una adelantada campaña publicitaria autonombrándose,
candidato presidencial entre la manada de líderes incapaces i fascistas
que entre ellos, se pelean como gorilas enloquecidos, parece que es
inmune a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en el artículo 159 que comenté en el artículo de opinión
anterior. Parece que su cargo rebasa lo nacional, que es emperadorcito
en la Alcaldía que se ausenta cuando le da la gana de ir acusar a
cuanta institución internacional se le ocurre, como si estas tuvieran
ingerencia en la política de un país soberano como el nuestro. Por eso
los Roberto, en “Como ustedes pueden ver” le dice que, en una de las
veces que “visite el país”, cumpla con sus deberes i deje de traicionar
a la Venezuela que hoy, se ha sacudido de los gobiernos de la IV
República de los que él formó parte i dejó recuerdos bien malos de
corrupción i atropello a los Derechos Humanos. Jamás había visto un
caso así en toda mi vida; que una persona que desempeñe un cargo, sea
ministro, gobernador o alcalde; o bien director de una institución
oficial, un hospital, una jefatura cualquiera, o un rector de
universidad, pueda desentenderse de sus atribuciones i deberes, para
aprovechar i malversar el dinero del pueblo que se le entrega, para
cosas absolutamente personales o de las sectas fascistas a las cuales
pertenece. Ledezma es un hombre al cual su fenotipo le traiciona; es un
“Munster” o el “personaje burlón i delincuente” que adversa a Batman i
a Robin; pero además tiene su historia negra como antiguo gobernador de
Caracas, donde i cuando, se le atribuyen atropellos i hasta crímenes,
arremetiendo contra el estudiantado universitario. ¿Cómo puede una
persona de estas condiciones humanas deplorables, ser tan audaz,
agresivo, gritón i desafiante a las leyes i a la Constitución? ¿Es que
la condición de funcionario electo, le hace intocable e impune para los
delitos o faltas que comete? ¿Quienes lo eligieron, una parte
equivocada del pueblo venezolano (o comprado) o el gobierno de los
Estados Unidos? ¿Cuándo en ese país del norte, puede un gobernador de
estado, salir al exterior a denigrar de su gobierno i de su patria? Es
verdad que pueden hacer fechorías internas como lo hizo el hermano de
Bush en la Florida, orquestando fraudes electorales; pero hasta
presidentes han sido destituidos o asesinados por cometer faltas que no
admite el Imperio. Aquí tenemos el gobierno más democrático i con
mayores libertades que haya conocido nuestra historia, i eso, lejos de
comprometernos con su soberanía, con su progreso en todos los órdenes
que ha llevado a elevar el nivel de vida como nunca i a soportar la
crisis financiera más grande de la historia, mejor que muchísimos
países (lo demuestran las cifras de organismos internacionales), le da
oportunidad a un hombre de pasado detestable i de notable mediocridad
intelectual, para aprovecharse en beneficio personal i en lo político
traicionar a la patria i al pensamiento de nuestro Libertador Simón
Bolívar. ¿Qué espera la Contraloría General de la República para
inspeccionar los gastos i realizaciones esa Alcaldía en manos de un
paranoico con delirios de grandeza? Esto se lo preguntan todos los
venezolanos sensatos i racionales, con sentimientos de justicia, paz i
libertad. Además, como decían las abuelas ¿No hai manera de pararle el
trote?