Pregunto:
¿El hecho de que Dudamel sea uno de los "mejores músicos del mundo",
justifica que muchos medios de comunicación lo traten como si fuera el
"único músico de Venezuela"?
¿No sería más honesto que cada medio de comunicación creara una sección
llamada “Dudamel” y que le dejaran la sección de Arte y Espectáculos a los
“simples mortales”?
¿Los conceptos de Democracia, Equilibrio Informativo y Diversidad Cultural
se están aplicando en el periodismo musical?
¿Por qué nunca aparecen en los medios de comunicación los cuestionamientos
que se le hacen al Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de
Venezuela?
¿Será que el mencionado Sistema es perfecto?
¿Será que Su Santidad El Maestro Abreu y el Cardenal Dudamel son infalibles?
¿O será que La Dictadura, El Totalitarismo y El Culto a la Personalidad se
han infiltrado en el Prístino, Angelical, Divino, Inmaculado, Pasteurizado
y Aséptico Sistema Nacional de Orquestas?
¿Será que el demonio se ha apoderado de mí y por eso no puedo apreciar la
magnanimidad, el desprendimiento, la humildad y el sacrificio del Venerable
Maestro Abreu?
¿Será que debo ser lanzado a la hoguera por haber blasfemado contra Abreu
(El Padre), Dudamel (El Hijo) y el Sistema Nacional de Orquestas (El
Espíritu Santo)?
¿Será que puedo expiar mis culpas afiliándome al Club de Devotos de San
José Antonio Abreu “Patrono del Absolutismo Musical”?
¡Oh Maestro!, perdonadme, te lo pido de rodillas. Continúa con tu Gran
Misión. Tuyo es el Reino, tuyo el Poder y la Gloria… y tuyos son también
los Recursos del Estado, los Reconocimientos, los Premios, la Publicidad y
el Mercadeo.
En el nombre de la Música,
de la Diversidad
y del Espíritu de la Igualdad:
DESMITIFIQUEMOS LA MONARQUÍA DE ABREU I
Amén
Le dedico este artículo a los amantes de la Música Tradicional Venezolana.
También a los Salseros, Boleristas, Rockeros, Baladistas y Trovadores de mi
Patria. Igualmente a los seguidores honestos del Ska, del Reggae y del
Reggaetón… y por supuesto: a los Músicos Sinfónicos que no respaldan la
Tiranía de José Antonio Abreu.
¡Que Vivan los Melómanos de Alma Libre!
¡Por una Democracia Musical!