Dedicado con sentir llanero y Revolucionario al Gobernador, Diputados, Legisladores, Alcaldes y Concejales Bolivarianos del Estado Apure.
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La vida en sociedad o nuestra existencialidad cotidiana está cargada de sucesos, hechos y avatares que nos producen alegrías y tristezas; satisfacciones y decepciones; éxitos y fracasos; aciertos y errores; así como certezas e incertidumbres, entre toda una gama de eventualidades, que de una u otra forma nos hacen sentir vivos y ofrecen motivos, metas u objetivos hacia y por donde queremos transitar en el tiempo entre el nacer y el morir. En ese corto, mediano o largo recorrido nos encontramos con nuestros semejantes y sus propias particularidades, que bien o mal pueden coincidir o diferir de las propias; sin embargo, he allí la emoción de la dinámica existencial y la razón por la cual (aparte de resolver el instinto biológico de copular) buscamos una pareja para hacer la vida en común o ingresamos a un gremio o asociación de personas que tienen puntos de vista coincidentes con los nuestros; es decir, existe la visión compartida.
La decisión y la acción colectiva fue el comportamiento del hombre primitivo para enfrentar las vicisitudes de su momento histórico, luego más avanzado el tiempo la evolución humana fue creando al hombre del momento y sus circunstancias, Pues bien, las organizaciones partidistas son precisamente agrupaciones de personas de una clase social quienes tienen el expreso objetivo de tomar el poder político para imponer los criterios de su clase en el ejercicio del gobierno y luchar en consecuencia por la defensa y materialización de sus intereses de clase; allí existe, o se supone debe existir, una visión compartida como resultado de las decisiones colectivas de donde debe nacer el accionar que les conduzca al logro de sus aspiraciones y metas.
En Venezuela transitamos un momento histórico de transformaciones sociales, donde las contradicciones de clase afloran con mayor empuje y la lucha por mantener una correlación de fuerzas favorable a la materialización de los deseos de los sectores populares se torna más apasionada y vehemente. Es difícil que en el presente se mantenga una absoluta calma social si hasta en las organizaciones partidistas confluyen tantas contradicciones de clase y todavía sus integrantes no logran entender cuales son antagónicas y cuales son favorables o coincidentes con sus intereses sociales. En ese mismo orden de ideas y ocupándonos, como es costumbre, de nuestro espacio regional en la Pampa Libertaria de Apure, sin descontextualizarlo de la totalidad, encontramos la existencia de un elevado y preocupante nivel de contradicciones internas en todas las organizaciones del Gobierno, porque no existe entre sus actores la disposición de asumir una tesis política y programática que los oriente acertadamente en la construcción, fortalecimiento y consolidación de la revolución bolivariana en tránsito hacia el socialismo.
La delicada situación geoestratégica de la región Apure, con aproximadamente 721 Kilómetros de frontera con Colombia, la cual está actualmente ocupada militarmente por los Estados Unidos de Norteamérica, amenazándonos cada vez con mayores intenciones de intervenir en Venezuela, nos torna muy vulnerables si no logramos en el sector revolucionario conjugar una visión compartida de ¿Cual debe ser el plan de acción revolucionario para Apure? En consecuencia seguir perdiendo el tiempo en luchas subalternas por intereses individuales o de pequeños grupos de anarquistas haciéndose llamar socialistas, saboteando las acciones de quienes si deseamos y creemos que el socialismo sigue siendo la esperanza posible de los pueblos, sería eso una acción similar a lo que el aforismo llanero expresa: “poner Zorros a cuidar Gallinas”; la consecuencia sería que pudiera llegarnos otra vez la amarga experiencia de una derrota y la toma del gobierno por la derecha reaccionaria, apátrida y discriminatoria, tal como sucedió en el año 2000.
Surge entonces con mayor importancia y apremiante necesidad la valoración de la crítica y la autocrítica revolucionaria como práctica y quehacer cotidiano, individual y colectivo, de quienes tenemos responsabilidades en el ejercicio del Gobierno o Dirección partidista revolucionaria. Continuar como hasta ahora, negar nuestros errores, sobrevalorar los aciertos, obviar las responsabilidades o culpar a los demás por las torpezas propias es sentenciar a muerte a nuestra progenie y hacernos el propio suicidio. De allí la importancia de recordar algunas ideas de otros, como a Lina Rincón que expresaba: "La única manera de que valores algo, es saber que muy posiblemente lo perderás."; o a William Hazlitt, que dijo: "El hombre es el único animal que ríe y llora; porque él es el único que conoce la diferencia entre las cosas que son y las que debieran ser."
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