Vemos cómo en Venezuela mientras crecen los precios de los bienes de consumo
masivo y no masivo crece el impuesto que en efectivo e inmediatamente le
cancela el consumidor al Estado. Es el IVA que llegó para quedarse y
crecer.
Es evidente que la Inflación de 1/3% anual sostenida en nuestro país desde
hace años está acelerando diariamente un hambre y un empobrecimiento que
tienen como causa no sólo la dinámica económica propia del sistema
capitalista sino la acción directa de un Estado que pecha inflacionariamente
a sus ciudadanos.
33% de Inflación supone 3,96 de incremento absoluto del IVA; de esa manera
el IVA en Venezuela pasa de 12% a 15,96%. Si antes pagábamos 112 por un bien
de precio = 100, ahora pagamos:
112, por concepto de precio e IVA teórico, +
33, por concepto de Inflación, +
3,96, por concepto de IVA, para un total de:
148,96 de IVA real.
En lenguaje vulgar eso significa que en Venezuela pagamos en lo que va de
año 2009 casi 50% por alimentarnos, vestirnos y calzarnos. Una situación
como esta debe resultarle incómoda a un gobierno que tiene programado seguir
en el poder más allá del año 2012 con votos precisamente de la población más
golpeada con un IVA que ronda 16%.
Lo paradójico y presumible es que en el supuesto negado que se diera un
Deflación, digamos a la mitad de los precios vigentes, el gobierno no
vacilaría en aumentar el IVA teórico para conservar su cuota de recaudación
tributaria, de la misma manera que ha vendido tolerando que su IVA crezca
con la Inflación.
De igual manera, si el gobierno lo decide, bien podría reconfigurar sus
máquinas tragaivas y deducir 0,05, aprox. al precio facturado. De esa manera
el consumidor seguiría pagando sólo 12% del precio viejo, antes de la
inflación de 33%, y única forma de que el gobierno no siga lucrándose con la
inflación a través del IVA.