Con la intervención, indebidamente a puertas abiertas unos, y después a puertas cerradas y la liquidación definitiva de dos los cuatro bancos (Canarias y Pro Vivienda) vuelve otra vez una ficción de crisis financiera, ficción porque los bancos fallidos no representan ni el 5% del total de lo ahorrado y de los ahorristas en Venezuela.
Pero para no caer en lugares comunes y discusiones de chismes de pasillos y especulaciones de gente lengüilarga, vamos a analizar en profundidad, aunque a vuelo de pájaro, lo que son las finanzas capitalistas y lo que debe ser su antítesis, las finanzas comunistas, en su primera fase, es decir, socialista.
En dinero se expresa la riqueza de una sociedad, existe tanto dinero cuantos bienes producidos tiene una sociedad dada, esto es así en teoría, puesto que el imperialismo yanqui, tiene una “maquinita de hacer dólares”, con el cual inunda el mercado, dólares estos que no tiene, en mayoría de veces, respaldo real o económico; lo que denominan “dinero inorgánico”. Este dinero o papel moneda (Y moneda en sí), es producido o fabricado por los bancos centrales de los países. Existen tanto papel moneda circulando, cuanta producción existe en la sociedad (Esto es en teoría), como ya lo dije.
Pero, en una sociedad capitalista, este dinero, no va para satisfacer las necesidades de toda la sociedad ni para producir los bienes que toda la sociedad necesita. El dinero, lo acumulan, quienes más propiedad tienen, sobretodo de los medios de producción. Esto implica que grandes cantidades de personas se quedan sin dinero o con dinero insuficiente; y solo un grupo pequeño (A lo sumo el 10%), acaparan hasta el 80% del dinero de un país. Este reparto financiero, es la causa de la desigualdad social en el capitalismo.
Pero el dinero no es la única forma de expresar a la producción social (Todos los bienes producidos por una sociedad). El dinero, en el capitalismo, más que un valor de uso, es un valor de cambio. Valor de uso, es el valor real de un producto y el valor de cambio es lo que vale el producto, en un momento determinado. Un vaso de agua tiene un valor real; y en un momento determinado puede costar una fortuna, como, en otro momento, no puede servir para nada y se bota. El valor de cambio, que es el valor que predomina en el capitalismo, es la medida del dinero en una sociedad burguesa.
En el comunismo, los bienes tendrán el valor real (Valor de uso), y no necesariamente se pueden expresar en dinero, pueden valer por sí mismo o pueden intercambiarse por otros bienes necesarios, puede haber una moneda nacional, local o virtual, hasta que se llegue al comunismo, en su última fase, o comunismo en sí, en donde prevalecerá el principio: “a cada quien según su capacidad, a cada quien según su necesidad” ; allí la sociedad producirá para todos, y en donde todos disfrutaran, hasta el límite de su necesidad, los bienes producidos por todos.
Pero vuelvo sobre la moneda en el socialismo. Cada bien debe tener un valor necesario; no es aventurado el decir que los bienes con mayor valor de uso son los energéticos (Electricidad, gasolina, otros derivados petroleros), el agua, la tierra, el aire, luego vienen los alimentos, en mayor grado los que tengan más proteína; en el mismo nivel de los alimentos pudieran estar los bienes de transporte y los informáticos, los medios de producción, etc. Para este análisis es irrelevante, lo acertado que se sea en darle mayor importancia a un bien que a otro; la idea central, es establecer escala de valores de los bienes, para concretar una verdadera tabla de valor de uso; tomando en cuenta la importancia del bien para el desarrollo normal de la sociedad; estos bienes pueden ser cambiados tanto por papel moneda como por ciertos metales o por otros bienes, como el petróleo. Puede existir una moneda virtual o equivalente a ciertos bienes por tal cantidad o unidad de moneda; así se iría acabando la especulación tracalera burguesa y la fijación de precios arbitrarios, a capricho o a interés del capitalismo.
Priorizar el valor de uso, sobre el valor de cambio, combate la especulación y coloca patrones económicos fijos en donde lo importante, más que la acumulación de riquezas o la codicia, es el desarrollo económico en base al bienestar de las personas (Mayor suma de felicidad), esto implica colocar como la prioridad de las ciencias económicas; al ser humano y su bienestar integral y no la acumulación de riquezas individuales.
En el capitalismo, las finanzas están al servicio del capital, de la acumulación de riquezas individuales; por el contrario las finanzas en el socialismo, están al servicio de la felicidad del hombre y la mujer y la producción integral de bienes en función del reparto social del mismo; esto implica basarse más en el criterio de valor de uso que del valor de cambio, por ello para la adquisición de bienes, el dinero o papel moneda, no sería la única forma, como lo establece el sistema del dólar (Globalización neoliberal), puede existir el trueque, monedas locales, oro, otros bienes como el petróleo, etc.
Actualmente, la crisis en que estallaron cuatro bancos en Venezuela, es producto de la financierización de la sociedad, modelo de la globalización neoliberal, que Venezuela, aun en revolución bolivariana no ha podido desaferrar, en donde los bancos no son controlados y hacen lo que les da la gana, y sus dueños arriesgan irresponsable y aventureramente en inversiones no seguras y después quedan hecho sal y agua los dineros de los ahorristas. El dinero del pueblo y de la sociedad, no debería estar al servicio de unos particulares sino del estado, en representación y como guardador de los dineros del pueblo; y solo ser invertido en planes agroalimentarios, infraestructura, fabricas, servicios y otros bienes cuyo retorno y bien estar social directo este garantizado.
También una banca socialista, en transición hacia el comunismo, debe ir paulatinamente eliminando los intereses, principal medio de enriquecimiento financiero capitalista.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar