El problema de los temas complejo y de las cosas serias se presenta, cuando el o los exponentes tienen las características cognoscitiva que poseo yo, es decir, cuando una persona con las limitaciones que poseo se arriesga sin los debido y necesarios conocimientos del tema para poder desarrollarlo y de esa forma pueda establecer dentro de los interlocutores y lectores el debido interés que se busca al momento de hacerse el planteamiento.
En Venezuela, así como en buena parte del globo terráqueo, como bien he podido enterarme; hablar o referirse al tema de la discapacidad o minusvalía, amerita ciertas cualidades, que garanticen el debido respeto al tratamiento que debe dársele al tema, ya que, cualquier capricho personal pudiera representar dentro de ese ámbito, en lugar de una muy buena lección, pudiera representar una muy grave lesión en lo que, a soluciones y aportes para abarcar el tema se refiere, claro está, yo digo todo esto porque en realidad, no poseo ni tengo la más mínima idea de cómo abordar el tema sin que mi ignorancia llegue a causar una molestias a las personas que si tienen la capacidad para desarrollarlo. Pero como dicen por esos lugares de la vida. Hasta el sol de hoy no la he vuelto a ver.
Existe un dicho en la jerga de las vivencias y experiencias comunitarias, que reza lo siguiente:
Solo cuando el perro nuestro nos muerde sabemos que es bravo
Y en este momento debo pedir mil disculpas por la cita comparativa, pero es que, en algún momento llegue a tener una profesora de nombre Flor de Torres, que en sus clases muchas veces nos llegaba a decir que:
“Jesús; el día en que a usted le corresponda decir alguna cosa fuerte de algo, dígalo como la siente, porque será la única forma de llegarle a los receptores y que se entienda lo que usted quiere decir. Recuerde que Jesucristo se expresaba o se hacía entender por medio de las metáforas y las parábolas; de allí que sus palabras y sus enseñanzas aun son recordadas”
Pues bien, resulta que mi interés por el tema de la discapacidad, se manifiesta una vez que observo ciertas circunstancias extrañas a mí alrededor, con una hija mía, que padece de algún tipo de limitación cognoscitiva o cognitiva, que desde que salió del liceo en donde tuvo que ser inscrita, y no por recomendaciones del profesional que me la estaba atendiendo en su etapa infantil, sino por decisión absoluta de ella misma, porque mi esposa resignada ya había aceptado las recomendaciones del señor psicopedagogo, pero nuestra hija con su ansias de querer estudiar su bachillerato una vez culminado la primaria, la hiso que desistiéramos de las sugerencias nefastas de los profesionales de la psicología infantil, en donde al parecer, para las personas con las limitaciones cognoscitiva o PROBLEMAS DE APRENDIZAJE, solo existe la posibilidad de efectuar trabajos manuales. Y esto se tiene que empezar a revisar. Pero lo muy cierto del caso es que mi hija no ha encontrado cupo en las universidades a las que ha asistido a buscar cupo para continuar sus estudios superiores o universitarios.
Para hacerle corto el caso y tratar de ir finalizando este escrito y el tema por ser muy complejo y representar para mí una mejor preparación para abordarlo, voy a manifestarle mi gran sorpresa, cuando en la Torre Banesco en la esquina “Del Chorro” observo la entrega de un material informativo y también otorgando la Ley para Personas con Discapacidad, por parte de un personal adscripto al Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior y, junto con ese materia informativo literario venían unos folletos de una:
“Jornada nacional de divulgación y sensibilización sobre el derecho de las personas con discapacidad a una educación superior de calidad”
Y créanme; mi sorpresa fue de grado superlativo, cuando empiezo a informarme sobre el tema y mucho más sorpresivo me resulto, las declaraciones dada por una de las ponentes de esas jornadas, y me sorprendió, porque mi hija asistió a esa universidad, a la cual pertenece esa ponente, para conseguir cupo y continuar sus estudios universitarios. Pero con sus limitaciones, la pusieron a competir con personas que no tienen sus limitaciones, y el resultado de aquella pretensión, seria la lógica, mi hija no quedo dentro de las personas aptas para realizar los estudios en esa universidad ¿Por qué? Porque la pusieron a competir en desigualdad de condiciones.
Seguramente estas reflexiones mías, tratándose de un tema tan complejo y traído a este foro con tamaña ligereza, es posible que no tenga ningún tipo de repercusión para llamar la atención de las autoridades competentes para corregir las cosa que se tengan que corregir en este tipo de caso, pero les puedo asegurar que si mi escrito lograra llegar a todas aquellas familias que tienen este tipo de situaciones, es posible que el interés de saber:
¿Por qué sus representados o familiares no son aceptados en la educación universitaria, luego de hacer el sacrificio de cursar el bachillerato?
Tal vez, quizás es posible que alguien se interese para que a las personas con PROBLEMA DE APRENDIZAJE, se les construyan o se les cree institutos universitarios para la continuidad de sus estudios en condiciones de igualdad, pero de la misma igualdad con las que vienen arrastrando desde la primaria, y no que los pongan a competir, con personas que no padecen su limitaciones. Eso; Eso es desleal.
No es esta la mejor manera de abordar este tema, pero es la única que tengo para llamar atención de las personas y familiares que tienen este tipo de limitaciones, y que no son tomados en cuenta, al momento de tomar decisiones que afecten su desarrollo personal, de esa forma también limitándolos a simple acatadores de normas y reglamentos, sin saber porque no lo hicieron participe de esas decisiones. Piénsenlo ¿Por qué tiene que ser así? Y me quedo corto en mi exposición de motivos para una Educación Universitaria muy Especial.
Hasta la victoria, siempre
CHAVEZ, socialismo o muerte
¡VENCEREMOS!
cabacote@gmail.com