Pasan los años, gobiernos nacionales, ministros y todavía no se acepta en nuestro país la diferencia grande entre Turismo y Recreación. Lo primero no tiene ideología y percibe, luego del buen trato, comodidad adecuada, y servicios eficientes en infraestructuras competitivas con el resto del mundo el logro de divisas distintas al Fisco Nacional; lo segundo es un deber y política de Estado, dentro de los mismos factores que se ofrecen al internacional visitante, que busca el entretenimiento y esparcimiento, descanso de la población local en su travesía a distintas áreas del país en el disfrute de todas las comodidades posibles, seguridad para todos los niveles sociales.
Es el traslado de un dinero o ahorro de un sitio a otro dentro del país. El Fisco Nacional no se modifica, pero se benefician muchas regiones que por su naturaleza atraen al local. Es el gobierno nacional quien instrumenta sus alcances y puede ser calificado de socialista, adeco, copeyano, comunista, según sea del Programa de Gobierno.
En Venezuela esta recreación llámese social, se ha incrementado notablemente al notarse que en épocas vacacionales se movilizan hasta 15 millones de residentes de un sitio a otro, a pesar del abandono que se nota a lo largo de los trayectos nacionales. Se puede admitir que hasta en la propia alimentación se diferencia el turismo de la recreación
Se recuerda que en la edición No. 312 del diario AL CIERRE del año 1975, estando el suscrito en IRAK, en entrevista ya comentaba que para entonces “la nueva Ley de Turismo, no reconocía esta gran diferencia de lo uno y lo otro”, mientras agregaba que países con exitosa promoción del Sector como España, Estados Unidos, México, China y muchos otros eran el ejemplo a seguir del mundo del Medio Oriente que se empeñaba en su adecuada explotación. Y lo han hecho!
Sin embargo, en Venezuela a lo largo de tres décadas se ha quedado el país distante de toda real competencia, a pesar de la asistencia a Congresos Internacionales y deseos que se han expresado de hacer del Sector Turístico una nueva y sustancial entrada al Fisco Nacional. La infraestructura no ha sido paralela a las necesidades para la movilización de masas gigantescas de gente con el uso del sistema de Agencias de Viajes especializadas.
Lo cierto es que el país se ha quedado atrás, muy a pesar de sus extraordinarias bellezas naturales, el gentilicio de su gente y sus moditos precios en relación a la competencia, en el propio Caribe que nos rodea. Algo huele mal; se piensa que la improvisación puede dar este impulso a la actividad turística y no es cierto. A nuestro trabajador y honesto Presidente constitucional, nuestro amigo, HUGO Chávez FRIAS, no se la ha dicho la verdad sobre los hechos.
Se construye, por ejemplo en Porlamar un nuevo Terminal Aéreo para los próximos tres años, pero no se piensa en el millón de turistas internacionales que se pudieran hacer llegar a fines de esta década. El venezolano pasa trabajo, incomodidades en interminables colas en nuestro país, pero el internacional se va para otro lado en su próximo viaje. No se ha sabido explotar el turismo de cruceros y se piensa equivocadamente que GUAMACHE es lo indicado. Igual sucede en otros estados costeros cuyos Gobernadores tienen la espalda dada al mar.
Aura Socorro, por ejemplo, se queja con razón de las deficiencias encontradas en su viaje recreacional de descanso de Valencia a Mérida. Lo mismo le hubiera pasado de Caracas a Oriente o dentro de la propia Margarita. En esto los Gobiernos Nacionales no se han dedicado a embellecer nuestro ambiente; eso si, las estadísticas pretenden darlas como señal de éxito y de buena gestión al frente de sus cargos públicos.
En México, sin ir más lejos, se hubiesen retirado a todos por ineficientes pero interesados en presentar al país en abandono y suciedad y no bello y organizado como es su deber. ¿En qué sistema de educación se incluye el turismo como materia? Solo en Aruba, por ejemplo y países vecinos en el Caribe que les interesa llevarse el grueso de esa gran masa de divisas extranjeras.
Desde pequeño se enseña a dar cortesía al turista o recreacionista y es tal el gentilicio del venezolano que sin ofrecérselo, en muchas regiones del país se siente ese deseo de hacer las cosas bien.
Hasta que no se identifique esta gran diferencia entre TURISMO y RECREACION y se siga considerando quien toma un bus y una maleta para ir al interior como “turista” es poco el adelanto que se apreciará en esta inmensa industria “sin chimeneas”. ¡DIOS BENDIGA A VENEZUELA!
