El Reglamento del Instituto Nacional de Deportes establece el libre ejercicio del Deporte Profesional como fuente de trabajo y para el sano entretenimiento de la población. Existen en los momentos cinco disciplinas que tienen sus Comisionados, nombrados por el Directorio de dicho Despacho, algunos con diez años en sus limitadas funciones. No han sido removidos por Junta Directiva posterior a esos nombramientos, muchas veces tomados en cuenta para importantes decisiones y en otras sin mayor importancia.
Estas disciplinas a la fecha son Fútbol, Baloncesto, Béisbol, Automovilismo y Boxeo aunque en la realidad existen varias otras reconocidas por la ciudadanía. Todas, en sus torneos locales, han creado un gran fanatismo por una u otra divisa. Realmente entretienen al residente y llenan páginas deportivas en diarios u horas de buena radio y televisión, con la narración o el ejercicio profesional de excelentes personajes de los medios nacionales. También constituyen millones de ingresos en miles de personas que prestan sus servicios asistenciales o de alimentación en los momentos de las referidas competencias.
En mi caso particular, me refiero al BEISBOL PROFESIONAL, en mi condición actual de Comisionado Nacional de dicho entretenimiento deportivo, aunque valido para cualquier otro de los citados. ¿Por qué?
Grupos políticos han empezado a correr la palabra de la urgente necesidad de que “todos los equipos del Béisbol Profesional venezolano sean nacionalizados”. Se indica que de esa forma “se estaría incentivando mas a nuestros hijos a su participación masiva, todo lo cual redundaría en una verdadera revolución”. Respeto, como periodista y venezolano todas las opiniones ajenas, se tiene el derecho a las mismas, pero también el derecho a disentir. Ésta, publicada el 31 de enero pasado, considero que nada mas lejano de la realidad, a menos que se quiera caer en el llamado Béisbol de “invierno” de octubre a febrero de cada año localmente, en el “éxito” de una Liga Nacional que sostiene el Gobierno Nacional en los meses de mayo a agosto y nadie acuda al espectáculo, muchos menos los medios.
No existe el fanatismo tan humano y sano en toda fanaticada para la importancia de un torneo que cuesta al año millones de bolívares nuevos al contribuyente venezolano. El Deporte Profesional significa una significativa inversión de dueños de equipos con el riesgo de perdidas o buenas ganancias como en todo negocio libre que contempla la Constitución Bolivariana. Su capital humano, el pelotero, los medios de difusión y de manera especial el tercer factor, el publico, disfrutan durante meses del entretenimiento mas sano.
La amistad en el deporte es inquebrantable; no tiene banderas políticas. Con ese objetivo en mente se preparan los campeonatos locales constituyéndose el dueño en el primer fanático de su franquicia, el que más disfruta un triunfo, como al que más le duele una derrota. Allí, esta rodilla en tierra, siempre con la esperanza de brindar un espectáculo mejor anualmente y tener ganancias, si no las tuvo. ¿Eso es malo?
No pretendo la defensa de un solo lado. También se requiere que la Liga Venezolana de Béisbol Profesional humanice más a su capital humano. No existen Programas Sociales que garanticen a quienes han brindado su sudor y esfuerzo en años un futuro estable de no llegar a las Grandes Ligas, su aspiración máxima. Los planes de Pensión y Jubilación brindan por su ausencia y la Asociación de Peloteros Profesionales, presidida por el abogado, Ángel Vargas, trabajando con las uñas, sin entradas, solo el Juego de las Estrellas, esta limitada en recursos para velar por esta necesidad social y humana. Seguro de Salud tampoco tienen, solo cuando están activos. Planes de vivienda ni en sueños.
Es decir, con los enormes ingresos en la actualidad y con compromisos actuariales con importantes firmas financieras, mediante porcentaje de los ingresos totales de los torneos, es mucho lo que se pudiera lograr en este renglón. Aspirar que sea el Estado el benefactor de todo en la sociedad es un gran error, como tampoco existe la gerencia para cumplirlo.
Crear una Liga ANTILLANA DE BEISBOL PROFESIONAL con la participación de 8 o diez países del Caribe, incluyendo a Cuba y Nicaragua, sugerencia que conversé al Presidente Hugo Chávez Frías, es posible y una gran necesidad que llenaría espacios de integración, así como miles en generación de empleo. No ha tenido tiempo VERONICA MATA, este IND, en dedicarlo a este Proyecto, adelantado por EDUARDO ALVAREZ, que con todo interés escuchó, en Miraflores en el 2004, uno de los principales fanáticos del Béisbol en nuestro país.
No, Colectivo Revolucionario Fabricio Ojeda 21 de Junio, no les asiste la razón en este planteamiento. No existe diversión o entretenimiento más sano que el Deporte Profesional y en nuestro país el béisbol.
DIOS BENDIGA A VENEZUELA!
Para: APORREA
(*) CNP/MPNind. 471, Premio Nacional de Periodismo 2005
Febrero 8, 2010