Es importante entender que los nuevos tiempos ameritan nuevos hombres; un proyecto no es sólo la idea de “un sólo hombre”, es el producto de muchos hombres liderizados por un ideal y/o principio de valor que sirve de enlace común. Un proyecto significa emprendimiento durante un tiempo limitado, y que apunta a lograr un resultado único. Surge en base a una necesidad, acorde con la visión de la organización; un proyecto finaliza cuando se obtiene el resultado deseado, desaparece la necesidad inicial, o se agotan los recursos disponibles.
En el caso de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Unefa), existe la convicción de ampliar el proyecto originario de reforzar las bases institucionales de una Universidad cuyo eslogan lo dice todo: “excelencia educativa abierta al pueblo”. Un proyecto que hoy es asumido con un estilo y dedicación que es meritorio destacar; el actual Decano de Unefa-Portuguesa: Coronel Javier García Meléndez, ha propiciado un espíritu de motivación al trabajo en equipo, el diálogo y la comunicación como banderas gerenciales para proyectar lo académico y lo ideológico hacia un producto de calidad. Es decir, no sólo asegurar un proceso dinámico y eficiente en el plano educativo, sino modelar un egresado consciente, motivado, satisfecho y comprometido con un modelo de país que priorice lo social sobre lo económico-administrativo.
La propuesta Unefa no está aislada al proyecto bolivariano es, sin lugar a dudas, una extensión de él a través de la concepción moderna de Independencia bajo el norte de un valor común a todos: la Patria; no es solamente un proyecto educativo que mira la tierra, como entienden algunos simplificadores distraídos, sino que se inserta en la gente, con la que convivimos, la cultura, el pasado, lo heredo, el futuro, toda la esencia del nuevo hombre descrito por el “Che”. Puede haber parecido a sus inicios un proyecto utópico llegar desde el estado Vargas, donde se inició Unefa, a todo el territorio nacional, pero, como dijo el patriota y hombre de gran corazón, José Martí: "Los sueños de hoy, serán las realidades de mañana…"; así se aprecia en el ahora históruco el esfuerzo de crecimiento y cambio en la Unefa.
En otro aspecto, hay atractivos de Unefa que han permitido identificarse más con el colectivo: ser gratuita, ofrecer alta calidad y tener como misión orientar y estimular la educación ejerciendo una función rectora basada en la ciencia, la técnica, la cultura y la sociedad. Buscando en todo momento orientar la razón de ser como universalidad, hacia la conquista del conocimiento y la ejecución de innovaciones tecnológicas e industriales que necesita la Patria, bajo un sentido crítico y solidario.
El horizonte de Unefa, sigue siendo único: llegar a ser una Institución de Educación Superior, con una estructura dinámica atenta a aquellos nuevos enfoques en los sistemas de enseñanza, de investigación, de extensión y de administración educativa, caracterizada por su excelencia académica, sustentada en la búsqueda de la verdad y en el afianzamiento de los valores supremos del ser humano, en función de una sociedad democrática y del desarrollo soberano y autónomo del País. Este fundamento ha significado la fundación de un proyecto de universidad que comunique, que haga del diálogo una tarea perpetua; que brinde respuestas concertadas y que haga de la disciplina militar un instrumento de apoyo para mejorar los hábitos de estudio de las nuevas generaciones.
En el caso de la experiencia gerencial que apreciamos del coronel García Meléndez, ya no se trata de un hombre con una propuesta de motivación, de acción integradora; se trata de una filosofía del diálogo, del acercamiento, de la percepción multidimensional de los grandes obstáculos que se presentan en la dinámica de las instituciones.
A todas estas, los hombres de la época heroica de la Independencia, en expresión de Denís Conles Tizado (2003), director de la revista Cuadernos para la Emancipación, tenían una idea amplia y generosa de la Patria. Mi patria es la extensión de toda América, dijo don Bernardo de Monteagudo; se refería, claro está, a lo que entonces se llamaba la América Española. Después, las oligarquías nativas y los imperialismos externos contribuyeron a fragmentarnos y obligaron a los hermanos a vivir separados. Nada pudo impedir, sin embargo, que el sentimiento de hermandad haya permanecido vivo; sobre ese sentimiento, intuimos, va la búsqueda de acción y propuesta del coronel García Meléndez: construyendo un diálogo que fortalezca el ideal bolivariano y el principio de “excelencia educativa” insertado en la conciencia de nuestro pueblo.
(*) ramonazocar@yahoo.com