He tenido la hermosa oportunidad de pasar los días santos en la ya vieja población de San José de Tiznados, ribereña del río del mismo nombre, tal vez uno de los más visitados de todo el estado Guárico, además de turistas que arriban desde Aragua, Carabobo y Cojedes, amen de los familiares y amigos que vienen desde Caracas, todos en busca de la frescura del río en cuyas aguas, por los lados del Rincón de los Toros, se refrescó el propio Simón Bolívar,
Cuando se llega a la altura del kilómetro 22, proveniente de Dos Caminos, un letrero amarillo, no oficial, pintado por algunos que sienten la historia Patria, indica que por esa vía se va al “Sitio Histórico Rincón de los Toros, y al Pueblo de la Negra Matea”. Las autoridades nacionales (Cultura, Turismo) y locales (gobernación y alcaldía), requieren mayor sensibilidad frente a estos temas históricos, que además de afianzar la identidad y el gentilicio, son fortalezas turísticas de incalculables proporciones. Es increíble, pero ni siquiera las esculturas de Bolívar del Rincón de los Toros, de San José y Laguna de Piedra han sido aportadas por los gobiernos regionales. Por ahí va el asunto de la sensibilidad. Quien escribe, ha sido gestor principal, aún antes de ejercer cargos públicos, de esos monumentos alegóricos.
Al llegar a mi pueblito, cuna de la mayoría de mis parientes, entre ellos mi abuela y mi madre, al pasar la manga de coleo, encuentro el Paseo Negra Matea, en su primera fase, inaugurado en noviembre de 2005 con la presencia de una decena de invitados internacionales africanos: Guinea Ecuatorial, Namibia, Saharaui, Benin, Nigeria, Somalia, Zambia, Senegal, Gambia y Mali. La prometida segunda fase al lado derecho de la avenida nunca llegó. Ni siquiera una simple capa de pavimento antipolvo se ha colocado. La estatua, donada por el Parlamento Latinoamericano, luce descolorida (cuando ha sido restaurada lo fue por particulares), igual las barandas y luminarias. Como afrenta, en donde iría la segunda fase, las autoridades han dado permiso para un expendio de licores que vende libremente, llenando los alrededores de consumidores que impiden el transito tranquilo de las parroquianas; hasta un baño con entrada por la vía pública tiene la licorería para comodidad de los bebedores. ¿Acaso no están prohibidas las licorerías cerca de las plazas públicas y centros deportivos? (A 50 metros en lo que sería la segunda etapa del paseo está una cancha de básquet). Y ¿No está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública?
Nos alegra saber que la Sociedad Bolivariana del pueblo y la comunidad estudiantil sienten gran aprecio por la figura educativa de Matea, la Primera Maestra del Libertador. Nos entristece comprobar que ni la alcaldía ni la gobernación muestren el menor interés pragmático en realzar esa histórica cuya proyección es cada vez más reconocida. No se requieren grandes erogaciones presupuestarias, y cualquier gasto es una inversión en educación, difusión de la historia, calidad de vida y turismo. La única explicación que pueden dar es concluir el Paseo y de difundir la figura de Matea Bolívar
En nuestro próximo artículo abordaremos el tema “¿Quien olvidó a Juan Germán Roscio? Honrar honra.
