Columna: Para Avanzar en Revolución

Tareas principales de los diputados revolucionarios

La elección de diputados a la Asamblea Nacional ha puesto en discusión varios aspectos políticos de primera importancia. Uno de ellos es el de los métodos de las fuerzas políticas para escoger a sus respectivos candidatos en atención a lo dispuesto por la Constitución de la República en su artículo 67 que regula el derecho de asociación política de los ciudadanos y ciudadanas que ordena o condiciona esta asociación a la utilización de métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Para ello, este mandato constitucional exige que los organismos de dirección  y los candidatos o candidatas a los cargos de elección popular sean seleccionados en elecciones internas con la participación de los miembros del partido. Por supuesto que estos mandatos pueden concretarse con más o con menos democracia y participación real, porque siempre hay subterfugios para restringir la participación y hacerla meramente formal y/o aparente y también siempre hay medios para profundizar esta participación y hacerla real y efectiva.

El PSUV corrigió y abrió la participación

El PSUV se aprestaba, con el rechazo de la gran mayoría de sus miembros, a realizar una escogencia de los candidatos a los cargos de la Asamblea Nacional mediante mecanismos limitados de participación al darle a los órganos de dirección la mayor facultad para hacer la escogencia. Esto lo confesaron pública y voluntariamente varios voceros de la Dirección Nacional, lo cual habría sido un rudo golpe al contenido del derecho constitucional antes referido y al propósito general de hacer de la participación la esencia misma del proceso de cambio y de la construcción de una sociedad alternativa. A última hora, la decisión del presidente Chávez, cambió los propósitos de la dirección y anunció públicamente y sin posibilidad de objeción, que esta escogencia se haría por los miembros de base del PSUV, con lo cual se ratifica un importante avance en la generación de un patrón de conducta que consideramos vital para que sea posible la construcción de la sociedad alternativa al capitalismo. El socialismo y sus organizaciones no pueden ser un calco del capitalismo repitiendo las fórmulas engañosas e hipócritas de libertad, igualdad y participación. La necesidad de la conservación del poder político no puede ser causa ni excusa para la restricción de las libertades populares y de los trabajadores porque se estaría igualando el comportamiento del poder despótico y demagogo del capitalismo.

Con esta acertada decisión se promueve la participación y muchos militantes o inscritos podrán proponerse o proponer candidatos y candidatas, así como votar por sus preferencias. Este derecho no es lo único, pero es elemental y sirve de base para que la participación siga siendo el método esencial de la inserción de los trabajadores y del pueblo en la definición de su propio destino.

El lado oscuro que debemos denunciar

Sin embargo, sabemos, porque ya lo hemos visto en acción y por el conocimiento de la realidad que tenemos, que al lado del llamado existen los controles cupulares sobre la información y las reglas de acción, el manejo de los fondos y de los medios de generación o imposición de opinión, el dominio de recursos para la utilización de técnicas de comunicación y publicidad y el empleo del personal necesario para llegar a los electores, el tráfico de influencia y de relaciones clientelares que manipulan la voluntad de los electores, el uso abusivo de funcionarios burocráticos para la promoción de determinados pre-candidatos y de otros muchos mecanismos ventajistas que se ejercen desde las posiciones de poder dentro del gobierno, las instituciones y del partido.

Esta es la otra cara de la moneda, el lado oscuro de la realidad que los revolucionarios debemos observar para alertar y orientar al pueblo y para impulsar las candidaturas que expresen con mayor autenticidad el esfuerzo y la esperanza de la gran mayoría de los venezolanos que queremos un cambio real para suprimir las causas de nuestras penurias, insatisfacciones y dificultades.

Concentrar el apoyo de las bases.

Aquí  es necesario hacer una precisión: la libertad de postulación debe ser canalizada con un criterio de eficacia de modo que pueda alcanzarse el objetivo de tener voceros legítimos de los intereses de los trabajadores y del pueblo. De las decenas y cientos de candidatos, es necesario escoger aquellos que por su trayectoria ética y política revolucionaria sostenida, por su claro mensaje y por su visión libertaria de la revolución se encuentran unidos a los intereses mayoritarios de la población trabajadora y demás sectores populares en las luchas principales de hoy, de las cuales citamos las siguientes:

  1. Los flagelos de la corrupción, la burocracia y la ineficacia requieren ser enfrentados con valentía y determinación, sin alcahuetería y sin flojera.
  2. Exigencia y estricto control del desarrollo de políticas que protejan a los ciudadanos del ataque del hampa en sus diferentes manifestaciones. Bajo premisas de eliminar las causas estructurales de la delincuencia, al mismo tiempo que se previenen, disuaden, persiguen y castigan los actos delictivos actuales.
  3. El impulso de una economía productiva frente a la economía rentística improductiva para aumentar la capacidad de generación de riquezas y lograr mayor eficacia en la utilización de los factores de producción debe ser abordado con conocimiento y sin ambigüedad, sin concesiones al parasitismo, la ignorancia o la desidia.
  4. La participación consciente de los trabajadores y de la colectividad en los procesos de producción para ejercer el control social sobre el funcionamiento del aparato industrial en función de los intereses generales de la colectividad tiene que ser impulsada con claridad y con la mayor sujeción al principio de dar prioridad al desarrollo sostenido de las fuerzas productivas con una justa distribución de la riqueza.
  5. El fortalecimiento del funcionamiento institucional que permita y facilite el ejercicio de los derechos humanos contenidos en la Constitución frente al abuso de los entes públicos o del sector privado.

    El desarrollo de estas luchas es el principal medio para enfrentar las maniobras de las poderosas maquinarias nacionales y transnacionales que se oponen al cambio y que es necesario derrotar con el trabajo sostenido de los revolucionarios, con su transparencia, con la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, con la valentía de colocar primero el interés del pueblo frente al interés grupal, familiar o personal. Concentrar la escogencia para que los sectores del poder constituido no impongan sus candidatos.

    Ciudad Guayana 15 de Abril de 2010



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