Esta es la última proclama del Libertador la cuall me hizo llegar a través de un sueño bicentenario.
¡Venezolanos! en manos de vosotros he vuelto para conquistar junto a ustedes la verdadera independencia. El clarin de la patria nos llama y el ejercito libertador nos convoca. He vuelto ha desenvainar mi espada libertaria para sacudidnos para siempre a una oligarquía apátrida y asesina. Una oligarquía que no quiere entender que el poder originario es del pueblo, y es el pueblo el que manda.
¿Venezolanos!
Para liberarnos definitivamente de la bota opresora del norte (de la cual yo siempre les alerte) y de su ambición por nuestro territorio (tambien el gobierno colombiano lo desea) todos debeis trabajar unidos en defensa de el. Mi corazón se los pide y mi voz os reclama. No escatiméis esfuerzo alguno, la maldad de esta gente es de tal magnitud que no podemos ser magnanimos. No podemos ser débiles, no podemos dejar que las dudas nos invadan. ¡TRIUNFAR! ¡TRIUNFAR! es nuestro deber para no volver al pasado.
¡Venezolanos!
Carabobo nos llama de nuevo a tocar el clarín libertario, llenense de gloria y sean digno ejemplo para el pueblo nuestro americano. Yo pongo en eso mi corazón y mis manos. Yo estaré con ustedes todo el tiempo que sea necesario. Yo cabalgare a su lado, no olviden nunca que vacilar es perder. ¡PATRIA O MUERTE, VENCER ES NECESARIO!
¡Venezolanos!
Recuerden que la oligarquía apátrida unida a militares felones y traidores, me llevaron a las puerta del sepulcro. Yo no los perdoné, (como puedo perdonar a los que me hicieron tanto daño). Ustedes tampoco deben hacerlo. Solo a un cándido gobernante se le puede ocurrir perdonar a los enemigos de la patria. Me retorcería en mi tumba si esto llegase a suceder. Para ellos (los traidores) la justicia de los pueblos sería muy poco ante semejante canallada.
¡Venezolanos!
Mis votos siempre han sido por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuyó para que existiera un solo partido socialista unido de Venezuela yo estare tranquilo en mi sepulcro y descansaré para siempre en paz en los brazos de mi pueblo amado.
¡Venezolanos!
Hoy me siento feliz por que ustedes me han resucitado. Ahora ando cabalgando espada en mano con: Sucre, Piar, Urdaneta, Montilla,Simón Rodriguez, Ezequiel Zamora, Fabricio Ojeda,Argimiro Gabaldon, Lovera, Alí Primera y a todos los caídos en la lucha por la libertad ya que todavía tenemos muchas cosas que hacer en Ámerica.
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