No es un secreto para nadie, el inmenso carácter que ha impreso el líder y presidente de Venezuela, en el afán de ofrecerle al país la soberanía y la independencia de los grandes centros del poder y en especial del imperio norteamericano, cada medida o decisión en gestión de gobierno o de simple contenido político que beneficie al pueblo excluido, produce en los sectores oposicionistas internos y externos, reacciones adversas, sencillamente porque las mismas están dirigidas al establecimiento de una sociedad de iguales, donde se rompa la dependencia económica y tecnológica y se le ofrezca al pueblo un conjunto de ventajas que nunca tuvo ni tendrá con un gobierno que aúpe al capitalismo depredador, no se trata de un simple gobierno que quiere trabajar por los más pobres en su oferta, es una realidad tangible que cada vez más se acerca a un sistema de igualdad y humanismo que es solo posible bajo un esquema colectivo en lo social, distribuidor en lo económico y consciente en lo cultural, que esté guiado hacia la búsqueda de la mayor justicia social.
Es por ello, que un gobierno cuya filosofía está a favor de los más débiles y de las clases sociales por siempre sometidas a la ignominia y la ignorancia informativa y educativa, tiene que buscar soluciones en un contexto distinto al capitalismo y al neoliberalismo fracasado, lo cual debe ser considerando la alternativa socialista como la única salida para la solución de los ingentes problemas que la gente en lo social y la institucionalidad en lo nacional, padecen y en la medida que la aplicación de esquemas de solidaridad enmarcados en la concepción socialista del poder sean profundizados.
Como puede desprenderse y de manera obvia, el corte de la iniciativa política de complacencia al imperio, produce en este reacciones si se quiere lógicas desde sus puntos de vista, lo que coloca la contradicción en el centro de los acontecimientos, hecho que en muchos nacionales no ha tomado la verdadera connotación y toman posiciones adversas al presidente y al proceso de revolución democrática cuyo eje es la Constitución del 99 aprobada abrumadoramente por el pueblo en libres elecciones, pero ignoran la mayoría de veces sin saberlo a quien defienden, la disociación en la que han caído, no les permite visualizar por quien trabajan y a favor de que intereses que no son los de ellos defienden, no todo se queda allí, hay más, nos referimos a la apología que en nombre de cierta libertad y de los derechos humanos hacen quienes contravienen al gobierno con sus necedades y ambigüedades, de que libertad hablan y de cuales derechos humanos enarbolan y se hacen eco repetitivo, donde la imaginación se les queda corta. La gente ha votado por el socialismo, no se le ha ocultado a nadie hacia donde se quiere ir, la diferencia está en cual es la construcción de ese socialismo, al respecto podemos decir desde nuestro punto de vista que la vía del socialismo no debe pasar por extremos inconcebibles e inaplicables, cuál es el maximun que el pueblo considera y al cual corresponde en grado de aplicación del socialismo posible, muchas veces no hay que pensar en exclusiva en el que queremos, nuestra realidad está atada a las circunstancias de la posibilidad y la viabilidad en correspondencia con el nivel de aceptación, en esto la temática a tratar es diversa y a veces no es de fácil digerimiento, me refiero a puntos muy específicos como la propiedad privada de los medios de producción, o la simple propiedad de bienes, en esto creemos con claridad, debe haber la suficiente sindéresis en pro de no confundir al pueblo con posiciones fuera de la realidad de lo posible y viable.
Es bueno decirlo sin ambajes, que, la lucha es contra el imperialismo como modelo neocolonizador y de aberrantes hechos concretos bajo la actuación siempre en nombre de la libertad, por supuesto, la del libre mercado, via libre para hacer los negocios de expoliación a países pequeños y subdesarrollados y al atornillamiento de otros países de los llamados desarrollados, el imperialismo es uno solo con brazos o tentáculos en otros lares de la tierra, es producto de la dominación por la fuerza y la imposición de reglas cuyo beneficio es para un pequeño sector de la humanidad, la utilización de los organismos internacionales y/o regionales le han producido hasta ahora muy buenos resultados, y basta que algún país contravenga dichos dictados y la respuesta ya la conocemos, desde intensas campañas de desestabilización hasta la intervención directa por la fuerza.
Es por ello, que aunado al hecho de la claridad de objetivos de la revolución bolivariana, blindando la soberanía y convertir a Venezuela en un país fuera del eje imperialista, que decimos que quien esté con Venezuela, el país y los venezolanos su gente, está o debe estar a favor del presidente, en contraposición, quien esté en contra de esta frontal contra el imperialismo y el capitalismo salvaje, está contra Chávez como guía y contra el país como ícono de esa lucha.
Es importante destacar, que no solo se trata de lo anterior, el contenido y practicas de la contrarrevolución pasa por el apoyo del imperio, cosa que al parecer no les importa, debido a la aberrante actitud a toda costa y sin medir consecuencias para el país y su gente, los avances logrados en el orden económico y social poco les importa, seguramente, porque no han llegado o no quieren llegar al nivel de reflexión necesario y útil, por lo tanto aúpan al imperio que es el verdadero enemigo, sin el internamente, no tienen alguna opción de poder, tal cual están las cosas.
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