Las elecciones del venidero Septiembre le plantean a la Asamblea Nacional el reto de transformar la estructura jurídica de Venezuela en el hecho deportivo, donde la forma de conducción de las federaciones deportivas no sólo no tiene cabida dado su carácter privado, transnacional y secuestrador de la soberanía nacional sino porque hacen imposible la aplicación del proyecto bolivariano, consagrado en el artículo 111 de nuestra carta magna.
Es imperiosamente necesaria una nueva “Ley de la Actividad Física y El Deporte” (LOAFD) , para restituir al Estado Venezolano la “soberanía” en la materia, de conformidad con el texto constitucional para que de éste modo, deje de ser sólo un observador financista de la actividad privada del deporte y lo libere, al mismo tiempo del secuestro y demás formas de incautación de las federaciones: donde el sector privado manda y gasta y el sector publico paga y observa (lo cual les permite despacharse y darse el vuelto)
El gobierno de la revolución bolivariana no puede delegar sus responsabilidades en ningún ente privado, ni nacional y mucho menos extranjero, pues equivaldría prácticamente a privatizar el deporte y cerrar el paso a la revolución trasformadora del deporte bolivariano. Por esta razón, la usurpación de las funciones del Estado en materia deportiva a través del Comité Olímpico Venezolano (COV) como representante de la transnacional deportiva más poderosa del mundo (Comité Olímpico Internacional) convirtiendo la iniciativa mercantilista privada de las federaciones en política gubernamental, no puede ser aceptada y debe ser materia de revisión en la nueva Asamblea Nacional puesto que se contrapone, a las necesidades y aspiraciones de todas las comunidades deportivas del país.
Además, la actual Ley que rige el quehacer deportivo nacional impulso la descentralización anarquista del deporte -en municipios y estados- como expresión de la política neoliberal; lo cual constituye una simple traición al modelo socialista del deporte venezolano.
Cuando estamos en transición al Socialismo del Siglo XXI, tenemos que ver el hecho deportivo como un elemento político-social de primer orden que exige grandes y profundas transformaciones, como parte de los cambios que exige la realidad y el pueblo soberano.
Estamos en presencia de otra forma de dominación capitalista, un nuevo tipo de aparato ideológico de la burguesía: la institución deportiva. En la época actual, los espectáculos deportivos de grandes concentraciones han penetrado los cerebros de las masas a través de los medios de comunicación. Estos medios, han conseguido que las masas se preocupen más por el acontecer de lo deportivo que por los grandes problemas que agobian a la sociedad y de la cual forman parte. Para finalizar hay que tener en cuenta que si no sabemos de dónde venimos, no podemos saber hacia dónde vamos y muchos menos qué hacer cuando lleguemos, al tan ansiado Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.
Por todo lo expuesto anteriormente, es necesario e imperante apoyar y llevar a Juan Contreras Asamblea Nacional como el mejor interprete de las comunidades deportivas de las parroquias 23 de Enero, San Juan, Santa Teresa, Altagracia y Catedral para una Ley de la Actividad Física y el Deporte de carácter socialista, que permita una verdadera justicia social deportiva que garantice la conducción del deporte venezolano bajo la tutela de una estructura con políticas unificadas (imperiosamente necesarias) para la conducción del deporte Venezolano; todo ello, enmarcado dentro de la Era Bicentenaria y del modelo social de nuestra constitución bolivariana: que no es otro, sino el tránsito hacia el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI; el cual se inventa a sí mismo…o erramos. Necesario es vencer!
¡El deporte debe ser del dominio público y no privado!
Lo privado es de unos pocos y lo público es de todos
