El proceso de elecciones primarias puso en evidencia el peso de las maquinarias dentro del PSUV. El resultado electoral en el Distrito Capital es la mejor prueba de ello. Desde aquí celebramos el triunfo del único precandidato de base que triunfó: Juan Contreras, quien -aunque quedó como suplente de Robert Serra- tiene una trayectoria incomparable. Contreras tiene logros en lo social en la parroquia donde reside (sector La Cañada del 23 de Enero) mientras Serra ha destacado más por lo mediático y su capacidad para hablar cual “metralla” bernalista.
Aunque este proceso de primarias reveló importantes avances dentro de nuestra organización política y democrática, también demostró que todavía nos falta vencer maquinarias –para sustituirlas por el voto a conciencia- y que se reconozcan los liderazgos naturales en nuestras parroquias y municipios.
Creo necesario que los candidatos no emerjan cual paracaidistas sino que se destaquen por el trabajo cercano a su gente y a su comunidad. Celebro el hecho de que fue controlada la propaganda, -pese a algunos abusos- y que no hubo predominio de la estridencia. Sí urge vencer lo aplastante de esas maquinarias que operaron al mejor estilo de la IV República.
Todavía nos corresponde vencer estos escollos y seguir avanzando en la consolidación de nuestras convicciones políticas e ideológicas revolucionarias, muy especialmente dentro de las bases que suelen responder más a las maquinarias que a la constancia de sus luchadores de base porque lo que prevalece es la economía del voto.