El pasado miércoles 14 de noviembre se reunieron voceros de distintas organizaciones sociales en las instalaciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela, con el propósito de debatir sobre la reforma constitucional y definir estrategias para promover su discusión y debate. Entre los movimientos sociales participantes, se cuenta el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ), los Comités de Tierra Urbana (CTU), el Frente Nacional Comunal Simón Bolívar, Campamentos de Pioneros (movimiento por la vivienda y el hábitat), Ateneo Popular, Conserjes Unidos por Venezuela, Red Metropolitana de Inquilinos, Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos de la UBV, Red de los Afrodescendientes, Frente de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Ocupación (FRETECO), medios comunitarios, entre otros.
En la discusión, se señala que la reforma significa una ampliación sustantiva de los derechos sociales, económicos, culturales y civiles del pueblo, pero además de da un paso adicional frente a la Constitución de 1999: el papel del pueblo no sólo como sujeto de derecho, sino como sujeto político que cuenta con las condiciones para el ejercicio del político. Aún cuando los movimientos presentes señalan que se dejaron fuera elementos fundamentales para la construcción del poder popular y para avanzar más aceleradamente hacia un país más justo, se valora la propuesta de reforma como un salto cualititativo que permite construir una nueva sociedad.
Se reivindica especialmente la nueva geometría del poder, que permitirá acabar con los desequilibrios territoriales y fundar una organización territorial más equitativa y, sobre todo, funcional al papel que empieza a jugar el poder comunal en la construcción de un nuevo Estado, el reconocimiento del Derecho a la Ciudad, que permite enfrentar la especulación y latifundio urbano, la diversificación de las formas de propiedad, la centralidad de la soberanía alimentaria, la protección de la vivienda principal, asociada al hogar, lo que protegería a medio millón de familias inquilinas amenazadas de desalojo, la ampliación de los derechos laborales y a la seguridad social, la prohibición del monopolio, la creación de consejos obreros, estudiantiles y otras formas de poder popular, la transferencia de funciones y competencias al pueblo, el impulso de una economía socialista, entre otros elementos propuestos.
Se acordó en esta reunión que la campaña debe ser una campaña que muestre y unifique todas las luchas populares, articulándolas y vinculándolas con la propuesta de reforma. Debe ser una campaña movilizadora, llena de contenido, de forma tal que se garantice el triunfo popular el 2 de diciembre, a la vez que se crean las condiciones para la aplicación efectiva de la reforma. La reforma, desde este punto de vista, es un programa de lucha y reivindicación de todos los movimientos sociales.
Se acordaron crear comandos sectoriales para la movilización, difusión y campaña por la reforma, a la vez que se establece un comando operativo que permite coordinar entre todos los sectores la participación en las distintas actividades y el impulso de acciones unitarias, que serán anunciadas en los próximos días.