8 de marzo de 2013.- Pasadas las 12:00 del mediodía, Jefes de Estados y de Gobierno y delegaciones de las cuatro latitudes del mundo, miembros del Gabinete ministerial, representantes de los cuatro poderes del Estado, y familiares del líder de la Revolución Bolivariana colmaron la Academia Militar de Venezuela para rendir tributo al presidente Hugo Chávez.

Un acto histórico, que millones de personas respaldaron en las afueras del recinto, donde esperan para ver al líder, y lo seguían a través de las pantallas dispuestas en varios puntos del Paseo Los Próceres de la capital venezolana.

La ceremonia comenzó con la entonación del Himno Nacional, a cargo de la orquesta sinfónica Simón Bolívar, dirigida por el maestro Gustavo Dudamel.

El vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro, presidió la actividad y colocó encima del féretro del Mandatario nacional la réplica de la espada del Libertador, acompañado de los vicepresidentes del Consejo de Ministros Rafael Ramírez, Ricardo Menéndez y Jorge Giordani.

“Comandante no pudieron contigo y no podrán con nosotros jamás, jamás podrán”, dijo en su alocución, con voz fuerte, llena de mucha emotividad y mucho compromiso.

Durante su discurso, en el que en varias oportunidades su voz se resquebrajó y denotó su entrañable sentimiento hacia el mandatario, dijo que “no ha habido líder en la historia de nuestra Patria más vilipendiado, más injuriado y más atacado vilmente que nuestro comandante presidente, jamás en 200 años se mintió tanto sobre un hombre (...) pero no pudieron, ni las mentiras ni el odio, porque aquí está nuestro comandante”.

“Aquí está invicto, puro transparente, único, verdadero, vivo para siempre, para todos los tiempos (...) aquí está usted comandante, con sus hombres, de pie, todos su hombres y mujeres leales como lo juramos ante usted, leales más allá de la muerte”.

Explicó que no pudieron con Chávez “porque nuestro Comandante tenía desde adentro el escudo mas poderoso que pueda tener un ser humano, que es su pureza, su verdad”.

Maduro recordó parte de la historia venezolana, la traición que recibió el Libertador Simón Bolívar y los próceres del país como el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, Ezequiel Zamora y Cipriano Castro.

En ese contexto, enfatizó que en los últimos 14 años, el Mandatario, junto al pueblo venezolano “hemos roto el maleficio de la traición a la patria y romperemos el maleficio de la derrota y de la regresión”.

Los nietos de los esclavos somos su testamento

Maduro comentó que durante su enfermedad, el Mandatario venezolano le pidió escribir un último mensaje al pueblo “como un testamento”. “Esa orden no la cumplimos, no pudimos, era imposible”.

Subrayó que “esa orden ya él la había cumplido, porque la vida entera de nuestro Comandante ha sido un testamento, su palabra, su pasión, su acción, su obra, su pueblo, el pueblo de Venezuela es un testamento, los humildes de este mundo, los pobres, los desesperanzados, los oprimidos de todos los tiempos y todas las horas, nosotros los nietos de los esclavos somos su testamento vivo”.

Además subrayó, levantando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dijo que “él dejó su testamento, firmado y sellado por el pueblo (...) todo lo que hoy somos está aquí, aquí está nuestra guía”.

Y explicó que “si se quiere buscar más cerca, si se quiere saber que soñaba nuestro comandante invicto”, otro testamento es el Plan de la Patria 2013-2019, que “forma parte de valores y principios, inspirados en Bolívar, nuestro padre fundador, inspirados en la sabiduría de nuestro pueblos indígenas, en nuestro gran Guaicaipuro, inspirado en Cristo”, porque “Hugo Chávez fue un cristiano auténtico de la calle, un cristiano, un redentor en Cristo, un protector de Cristo de los pobres de esta tierra”.

Honores desde todo el planeta

Antes de las palabras que ofreciera el vicepresidente Ejecutivo, los Jefes de Estado y de Gobierno de más de una treintena de países del mundo rindieron honores a Chávez.

El primer y segundo tributo a Chávez estuvo a cargo de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

También rindieron honores al líder revolucionario los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Chile, Sebastián Piñera; de Costa Rica, Laura Chinchilla; de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Ecuador, Rafael Correa; así como los primeros ministros de Dominica y San Vicente y Las Granadinas, Roosevelt Skerrit y Ralph Gonsalves, respectivamente.

Luego, en la próxima guardia de honor, participaron el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; de República Dominicana Danilo Medina; de El Salvador, Mauricio Funes; de Guatemala, Otto Pérez Molina; de Guyana, Donald Ramotar; de Haití, Michell Martelly, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer, y Honduras Porfirio Lobos.

Inmediatamente, homenajearon a Chávez, la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson-Miller; Enrique Peña Nieto de México; Ricardo Martinelli de Panamá; Ollanta Humala de Perú; Kenny Anthony primer ministro de Santa Lucía; Denzil Douglas de San Cristobal y Nieves, Dersi Bouterse de Surinám; José Mujica de Uruguay; y se sumó el Principe de Asturias Felipe de Borbón.

Acto seguido se presenció la cuarta guardia de honor, una de la más emotivas de la ceremonia; cuando rindieron tributo a Chávez sus homólogos y amigos Alexander Lukashenko, presidente de Belarús, y Mahmud Ahmadineyad de Irán.

Tras el minuto de silencio al lado del mandatario venezolano, Ahmadineyad, visiblemente conmocionado, se quedó por un momento frente al féretro y lo besó antes de volver a su lugar.

Una quinta guardia de honor estuvo integrada por Teodoro Obiang Nguema, presidente de Guinea Ecuatorial; el canciller ruso, Serguei Lavrov, y un representante del Gobierno de China.

Además de estos presidentes y primeros ministros, asistieron al acto para honrar al mandatario, delegaciones de Argelia, Rusia, Argentina, Brasil, Gambia, Granada, Palestina, Sri Lanka, Portugal, China, Francia, Líbano, Canadá, Angola, Grecia, Ucrania, Croacia, Jornadia, Australia, Dinamarca, Serbia, Corea del Norte, Corea del Sur, Eslovenia, Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Turkía, Vietnam y Siria.

Asimismo, representantes de organismos multilaterales como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Organización de Estados Americanos (OEA), cumbre Iberoamericana, la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Comunidad Andina de Naciones (CAN), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), entre otras.

Posteriormente, hicieron la sexta guardia de honor representantes de la juventud, deportes, pueblos indígenas y niños de la Revolución Bolivariana.

Este tributo lo hicieron: Clara Vidal, representante del pueblo kariña; Gustavo Dudamel, director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar; Alejandra Benítez, atleta olímpica; Maglio Ordóñez y Carlos Guillén, glorias deportivas del béisbol venezolano; Rubén Limardo, medallista dorado en los últimos juegos olímpicos; Pastor Maldonado, piloto de la fórmula uno; Winston Vallenilla, actor; y Pablo Quintana, estudiante de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional (Unefa).

Cantos al Líder

El “Coplero de oro de Venezuela”, Cristóbal Jiménez tomó el micrófono y entonó varias canciones que usualmente cantaba el mandatario venezolano en sus actos.

Comenzó con "Canto al Alto Apure" y luego "Corrido de Maisanta", el último hombre a caballo y bisabuelo del líder de la Revolución Bolivariana.

Seguido, el maestro Dudamel tomó su batuta y dirigió a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que interpretó un popurrí de canciones llaneras.

Se oyó en primer lugar el pasaje llanero "Un 19 de marzo", posteriormente "Linda Barinas"; le siguió "Pajarillo" y seguido "el Alma Llanera" y "Venezuela".

Bendiciones para el mandatario

Tras los cantos, que también entonaron los presentes, el monseñor Mario Moronta, el pastor de la Guardia de Honor Presidencial, Alexis Romero, y el reverendo estadounidense Jesse Jackson ofrecieron palabras de aliento y esperanza.

Jackson enfatizó: “Hugo alimentó al hambriento, luchó y enalteció a los humildes, hizo vibrar sus esperanzas, él ayudó a cumplir sus sueños”.

“Hoy en el día en que lloramos, lo hacemos porque hemos perdido mucho, pero todavía nos queda mucho; un gobierno estable, una transición ordenada”.

Asimismo, ofreció bendiciones a Nicolás Maduro. “Concédele sabiduría, bríndale fortaleza y entereza, en momentos en que le incumbe mantener vivas las esperanzas y los sueños, en momentos en que toma el relevo y haga que una gran nación sea aún más grande".