Caracas, abril 11 - El cura golpista Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, pidió este jueves al Plan República garantizar la seguridad de los ciudadanos en las elecciones tras los hechos de violencia que se registraron ayer en Mérida aunque no dice que fueron propiciados por su compinche Capriles Radonski
Baltazar Porras, quien también es el primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana pidió a los venezolanos que en el procesos electoral voten buscando el "bien común" de todos. Se refiere al bien de la oligarquía que representa.
Igualmente manifestó que de cara a este proceso, Venezuela necesita "reconciliación, solidaridad y respeto a la pluralidad".
Eso no lo pensaba el 11 de abril de 2002 cuando fue partícipe directo en el Golpe de Estado de la oligarquía contra el presidente Chávez, y disfrutó de lo lindo en Miraflores junto a Carmona Estanga, Marcel Granier y otras joyitas oligarcas y golpistas.
En 2002
Baltazar Porras admitió antes del golpe que tenía un problema "ideológico" con Chávez
En 2002, Baltazar Porras era presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) y desde esa tribuna admitió en una entrevista que su "problema" con el gobierno del Presidente Hugo Chávez era "de orden ideológico"
Las declaraciones del prelado fueron publicadas en un encartado de El Nacional sobre la Iglesia Católica el 31 de marzo de 2002, a días del golpe de Estado contra Chávez que culminó con la autoproclamación de Pedro Carmona Estanga, empresario a cuya juramentación acudieron los más altos representantes del clero en Venezuela.
"Con este gobierno la razón fundamental del distanciamiento, si se quiere, ha sido un problema de orden ideológico que sólo ha venido a estar más claro ante la opinión pública actualmente", expresó Porras, quien nunca ha ocultado su rechazo hacia el mandatario nacional.
El actual arzobispo de Mérida era reacio a que el Estado jugara su papel en esferas como la educación, donde la Iglesia había tenido un rol monopolizador, y se negaba a compartir responsabilidades en ese ámbito.
"Si la Iglesia aceptara, en Venezuela, que es bueno una relación fifty-fifty, no estaría cumpliendo con una exigencia ética", aseveraba el prelado, quien acusaba al presidente Chávez de querer "dominar los poderes públicos, manejar y ser el actor y protagonista fundamental del quehacer de la sociedad".
Porras incluso reconoció que estaba en contra de la Constitución Bolivariana –que días después fue derogada durante la breve dictadura de Carmona– porque a su juicio superponía los poderes del Estado sobre los de la "sociedad civil".
"El manejo de una sociedad en la que el Estado lo acapara todo no genera mayor democracia sino todo lo contrario. Hace más indefenso al ciudadano. Entonces, allí tenemos un elemento de indudable roce".
El representante de la Iglesia católica tampoco negó que buscaba y recibía recursos provenientes del extranjero "principalmente de la Iglesia Europea y Norteamericana" para realizar sus actividades, entre ellas las políticas: "Es realmente grande la ayuda que viene de afuera".
El obispo defendía la participación de cúpula católica en el proselitismo político porque sostenía que la Iglesia debía dar "un discurso o una palabra que intenta iluminar".
"Esto hace que toda palabra de la Iglesia, en estos momentos, tenga un contenido o una fuerza que pudiéramos llamar "política" porque se vincula al ser humano y sus instituciones hacen", dijo en esa oportunidad el sacerdote que estaría junto a los golpistas durante el secuestro del presidente Chávez la madrugada del 12 de abril.
¡No volverán!
Video Fuente: http://www.youtube.com/user/posorio100?feature=watch