16-11-13.-Las ganancias excesivas y la usura son penadas en muchos países mediante legislaciones para regular y controlar desde los monopolios hasta la fijación de precios. Estas normativas establecen sanciones (como multas) y penas de cárcel para quienes incurren en delitos de este tipo.

En Venezuela, donde actualmente están en debate las desproporcionadas ganancias obtenidas por comerciantes privados, existen la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios y la Ley de Costos y Precios Justos, instrumentos jurídicos que establecen regulaciones y mecanismos de administración y control para mantener la estabilidad de precios y propiciar el acceso a los bienes y servicios a toda la población por igual.

Estados Unidos y su regulación

Estados Unidos es el país de América que cuenta con la ley más vieja en la materia. En 1890, el presidente Benjamin Harrison aprobó la primera ley antimonopólica, conocida como Sherman Antitrust, para limitar los monopolios, fomentar la competencia leal y en contra de las prácticas empresariales que perjudicaban a los consumidores.

Más adelante, en 1914, fue aprobada en el país norteamericano la Ley Clayton Antitrust, para remediar las deficiencias de la normativa anterior.

Ese mismo año se creó la Comisión Federal de Comercio, para promover los derechos de los consumidores, y eliminar y prevenir prácticas que atentan contra la libre competencia.

Una de las últimas leyes de este tipo en Estados Unidos fue aprobada en 2006, cuando el Congreso dio luz verde a la ley contra las ganancias energéticas excesivas.

Esta última normativa establece sanciones penales y multas de hasta 150 millones de dólares para refinerías y otros mayoristas, y de hasta 2 millones para vendedores minoristas que manipulen los precios de gasolina, diesel, petróleo crudo y combustible para calefacción.

La medida incluye, además, que la Comisión Federal de Comercio establezca límites de precio y penas civiles para quienes no respeten esas cifras.

Colombia contra excesiva usura

En 2008, el gobierno colombiano emitió un decreto en el que ordena una pena mínima de cinco años y máxima de ocho a quienes cobren intereses por encima de la tasa que le fija límites a la usura.

La norma se dictó en momentos en que el mercado extrabancario, como las casas de empeño, cobraba intereses entre 250 al 300% por préstamos de consumo y ordinarios; cuando la tasa de usura certificada por la Superintendencia Financiera colombiana es del 31,53%.

Empresas de Europa y EE.UU. pelean por excesivo 12,8% de ganancia

Un reciente estudio de la firma Ernst & Young reveló que las principales empresas de Europa se han enfrentado con sus competidoras de Estados Unidos, porque estas últimas registran mayor margen de ganancias.

En el primer semestre de 2012, empresas estadounidenses registraron ganancias de hasta 12,8%. Mientras que en Europa fue un poco menor con un margen de ganancia medio de 7,7% en las compañías de Alemania, un 8,2% en Francia y un 11,5% en Gran Bretaña.

Escándalo por “beneficios excesivos” en España

En junio pasado se conoció que la Comisión Europea criticó los “beneficios excesivos” de las grandes empresas de España.

En un informe, el órgano ejecutivo de la Unión Europea, junto con el Banco Central Europeo, señaló que las ganancias del sector empresarial no se corresponden con los sueldos que perciben los trabajadores.

Detalla que los directivos de las grandes empresas se resisten a limitar sus ganancias, a costa de las condiciones salariales de sus empleados e incluso de despidos.

Las críticas se desataron porque los precios, sobre todo de los productos de primera necesidad, se han encarecido casi 3% en los primeros seis meses del año. Mientras que en carburantes y combustible se registró un aumento de 3,5%.

Venezuela hasta 1200% de ganancia

En Venezuela se abrió el debate y se toman la medidas correspondientes para acabar con los abusos de los comerciantes que venden productos electrodomésticos, tecnológicos, textiles, calzados, juguetes, entre otros, que obtenían un margen de ganancia de hasta 1200%, con el sobreprecio en las ventas de productos.

En el debate ha quedado claro el ilícito en el que incurren los empresarios, aunque hay sectores que insisten en defenderlos a cuenta del “derecho a la inversión privada” y la “libertad de empresas”, a pesar de que los vendedores se favorecen al importar sus productos con divisas preferenciales.