25 de julio de 2016.- “¡Es tiempo de lucha y de avanzar y yo pido todo el apoyo de los revolucionarios venezolanos. No es tiempo de traición ni de traidores, es tiempo de lealtad, perseverancia, lucha, moral y confianza en la Patria!”, exhortó el Presidente Nicolás Maduro Moros.
Desde el Teatro Teresa Carreño, durante el acto homenaje a Jorge Rodríguez padre, a 40 años de su asesinato por los gobiernos de la Cuarta República, el Jefe de Estado reconoció la lucha de los mártires de izquierda en Venezuela, que permitieron avanzar en las conquistas sociales y políticas.
“He allí el eje de la acción de todo este ciclo revolucionario. No es tiempo para la vacilación y las dudas, ni para el guabineo; no hay tiempo para recular como decía Alí Primera en su canción”.
Al tomar un ejemplar de Tribuna Popular, legendario periódico del Partido Comunista de Venezuela (PCV), comentó la consigna expuesta en su primera plana: “Resistir y avanzar”.
“Yo le digo a todo el pueblo: resistir y avanzar es la consigna; resistir, resistir y resistir los embates de la guerra económica y avanzar, avanzar y avanzar por la vía del Socialismo nuestro, socialismo comunitario, comunal, obrero, cristiano, chavista y bolivariano”.
Comentó un artículo de esta publicación, donde lo camaradas del PCV ofrecieron sus propuestas al Ejecutivo Nacional para una salida revolucionaria a la crisis económica, en la que no haya espacios para ningún pacto con los capitalistas que dejaron en la miseria a Venezuela en el siglo pasado.
“Eso es lo que estamos haciendo, es lo que hay que hacer. ¡APROBADO!. Aquí no hay pacto con el gran capital, ni con la burguesía ni el imperialismo. No ha habido ni habrá. Hay que ir por el camino de la Revolución”, respondió.
Solicitó el apoyo a la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS) que apenas tiene unas pocas semanas de despliegue, con el fin de regularizar la producción y distribución de alimentos, medicinas y bienes, y lograr partirle el espinazo a la campaña perversa de quienes impulsan la guerra económica contra el pueblo y la nación.
