Las aguas bajan en Nueva Orleans, pero sube la lucha política

NUEVA ORLEANS, EEUU (Reuters) - Las aguas que inundaron Nueva Orleans retrocedían poco a poco el martes, después de que los ingenieros lograran cerrar algunos diques y bombear el agua que arrasó esta histórica ciudad tras el paso del huracán Katrina en un desastre que según el alcalde podría haber dejado 10.000 muertos.

Aún seguían varios incendios, la última amenaza a la seguridad, aunque todavía quedan por recoger los cadáveres que flotan en las calles o permanecen escondidos en sus casas. La cifra oficial de muertos en Luisiana sigue sólo en 71, mientras en Mississippi hay 170 muertos, según las autoridades.

El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, dijo que "no sería disparatado" que la cifra de muertos en su ciudad llegara hasta los 10.000, aunque admitió que no tenía ni idea del número exacto.

Más de un millón de personas han tenido que salir de sus casas - muchas lo tendrán que hacer de modo permanente - mientras cientos de miles siguen en refugios, hoteles Advertisement
y domicilios en todo el país, uno de los peores desastres naturales de la historia de Estados Unidos.

Nueva Orleans se ha quedado sin la mayoría de sus habitantes, y ahora son periodistas, policía y soldados los que ocupan las calles. Los niveles del agua estaban cayendo, pero según las autoridades, harán falta semanas para que desaparezcan completamente.

Los bomberos dijeron que el agua les impide acceder a los incendios, que atribuyen en parte a la utilización de velas para hacer fuego, debido a la falta de electricidad.

Los equipos de rescate iban casa por casa en botes, helicópteros y vehículos militares buscando a personas que todavía permanecen en sus casas por las inundaciones. Además se han establecido puestos de control en muchas zonas para intentar devolver el orden y acabar con las escenas de caos que escandalizaron al país y al mundo, y desatado una crisis política al presidente, George W. Bush.


BUSH SE RESISTE A INVESTIGACIÓN INMEDIATA

Varios senadores han pedido la formación de una comisión de investigación similar a la que se creó tras los atentados del 11-S, pero tras una reunión de su Gobierno, el presidente dijo que prefiere salvar vidas y resolver problemas antes de pensar en las culpas.

"Creo que lo que una de las cosas que la gente quiere que hagamos es jugar a las culpas", declaró Bush ante los periodistas. "Habrá tiempo de sobra para ver qué se hizo bien y qué se hizo mal. Lo que me interesa es salvar vidas".

Sí indicó que liderará una investigación que averigüe "lo que se hizo bien y lo que se hizo mal" para mejorar la coordinación entre autoridades estatales, federales y locales debido a la posibilidad de futuras crisis.

Bush hizo una segunda visita a la zona el lunes, donde abrazó a la gobernadora del estado de Luisiana Kathleen Blanco y visitó a unos supervivientes en Mississippi. Según su portavoz, no acudió al Centro de Convenciones y al estadio Superdome de Nueva Orleans, donde miles de personas permanecieron en terribles condiciones, para no interrumpir las tareas de recuperación.

El diario The New York Times indicó que la administración del presidente está intentando llevar a cabo una campaña para desviar la culpa a las autoridades estatales y locales, algo que ha negado el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Bartlett.



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