"Queremos los 10 millones de votos para hacer una Venezuela socialista, sin terratenientes, sin patronos, sin ladrones, ni burócratas"

Entrevista a Orlando Chirino (UNT / C-CURA): Con hambre no hay voto seguro

Orlando Chirino

Orlando Chirino

Credito: EM

El líder de la corriente clasista, unitaria, revolucionaria y autónoma (C-Cura), dentro de la Unión Nacional de Trabajadores, Orlando Chirino, le advierte al gobierno que votos con desempleo no son seguros. Denuncia que hay un sector burocrático del gobierno que financia a Marcela Máspero para que sabotee la legitimación de la central obrera que apoya a Chávez, pero que a juicio de nuestro entrevistado debe quitarse de encima la etiqueta de oficialista.

Los trabajadores venezolanos no están dispuestos a darle un cheque en blanco a nadie para que le fije precio a sus reivindicaciones, ni los amarre a ninguna tendencia político-partidista, asegura el líder de una de las cinco tendencias que, por ahora, caminan juntas pero no revueltas en la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), Orlando Chirino.

El dirigente sindical advierte que llegó la hora de que el gobierno entre en contacto directo con los trabajadores, “de cualquier color político” y les hable claramente de la seguridad social y las mejoras salariales prometidas. “Cuando hablamos de salario no puede haber unilateralidad. No puede ser que nos sorprendan anunciándonos un 10 o 20% de salario sin tomar en cuenta nuestras aspiraciones. Si Unete es buena para defender la democracia, lo debe ser para que se le escuche en nombre de los trabajadores”, dijo.

-¿Por qué exigen ser escuchados ahora, para presionar porque estamos en campaña electoral?

-La mejor campaña es que se le resuelvan los problemas a los trabajadores y al pueblo. Noqueremos dádivas, sino trabajo para mejorar la calidad de vida, seguridad social y todo lo que ofrece el presidente Chávez en sus programas de los domingos.

-El Presidente asegura que el pueblo está bien atendido...

-Quizás, pero en el caso de los trabajadores, que somos el pueblo, queremos denunciar que en la Unete hay un sector burocrático, que raya en lo delincuente, que habla en nombre de los trabajadores y los traiciona.

Así son Marcela Máspero, Franklin Rondón y Oswaldo Vera.

Ellos solo quieren utilizar a los trabajadores para tapar su falta de liderazgo y el gobiernerismo enfermizo que los conduce a negarse hasta el derecho a la protesta en rechazo a las desviaciones del proceso.

-¿Por qué tanta enemistad dentro de la Unete?

Estamos en contra de que a un trabajador que haya firmado se le niegue el derecho al trabajo, que los dirigentes sindicales utilicen el despido como un arma política

-Nosotros no somos enemigos, pero no queremos que sigan utilizando a los trabajadores. Por eso le pedimos a la Asamblea Nacional imparcialidad en la crisis de la Unete. No se puede utilizar al Legislativo y usar los recursos políticos y económicos del país para favorecer a la corriente sindical dirigida por Marcela Máspero.

-En laANse dice que el Parlamentarismo de Calle ha servido para consultar a los trabajadores sobre la seguridad social y otros temas.

-Eso es un fracaso. El Parlamentarismo de Calle es una justificación de ellos para hablar paja y no hacer absolutamente nada o para recibir los papelitos de la gente planteando problemas que no les resuelve nadie. Ese es el problema de fondo y hay que decirlo.

Anhelada Libertad

Según Orlando Chirino, en el movimiento sindical venezolano existe una polémica muy importante sobre el deslinde de los sindicatos de los partidos políticos.

Cita como ejemplo, que en Unete se está hablando de ratificar su independencia del Estado, los patronos, el gobierno, el presidente de la República y de los partidos.

-¿Están dispuestos a quitarse de encima la etiqueta de trabajadores oficialistas?

-Sí, porque creo que este sector, por lo menos el que yo he representado, nunca ha avalado que seamos oficialistas. Hubo una etapa en el país, cuando necesariamente nos pusimos al lado del Presidente Chávez, que fue la época del paro y el sabotaje petrolero y lo volveríamos a hacer, porque estamos defendiendo la democracia y la voluntad mayoritaria del país que elige su Presidente.

-¿Han evaluado el costo de no ser trabajadores oficialistas?

-Si y estamos en contra de que a un trabajador que haya firmado se le niegue el derecho al trabajo, que los dirigentes sindicales utilicen el despido como un arma política. Eso es de Cuarta República y lo vemos con algunos dirigentes de Unete.

-¿Ustedes han marcado distancia con las famosas lista excluyentes?

-A la sociedad por la que nosotros estamos luchando tiene que garantizársele mucha más libertad que la de los pasados 40 años. No podemos ir al socialismo del siglo XXI, del que habla el Presidente, si se castiga y se persigue a alguien por su manera de pensar. Esa es una aberración que viola los derechos humanos que no compartimos.

Sabemos que todavía hay sectores de la burocracia del gobierno que siguen usando listas y esa es otra pelea que estamos dando.

-¿Cuáles son los obstáculos que la Unete ha encontrado para dar la pelea por los trabajadores?

-A cuenta de discurso nos han metido en el mundo de las cooperativas, que son un problema y no se ha dado una discusión a fondo sobre el tema. El 90% de las cooperativas es precarización del trabajo, son contratados, tercerización, clientelismo político y desmejora la calidad del empleo.

Las cooperativas están metidas en todos los estratos de la sociedad y le hemos pedido al Ministerio del Trabajo que vaya a fondo en su normativa, para que eso tenga representación de los trabajadores. Obviamente para lograrlo Unete tiene que dar un salto.

-¿Cuál es ese salto. Protestar, hacer otras marchas como la de la semana pasada?

-Nosotros hicimos una marcha en la que agrupamos a más de ocho mil trabajadores y para eso no necesitamos medio de nadie. Esa marcha fue en defensa de nuestros derechos.

Le hemos dicho al presidente Chávez, y aprovechamos para repetírselo: Si quiere contar con un sector que pelea a muerte, incondicional y a fondo contra el burocratismo y la corrupción, que cuenten con los trabajadores.

-¿Qué proponen para lograr la democratización del empleo?

-Planteamos, por ejemplo, el sistema de democratización de empleo de los trabajadores petroleros, que haya contraloría social. Antes había una aberración que era que los dirigentes sindicales vendían empleos, pero hoy además son los gerentes los que venden empleo y hay mucho nepotismo. Nosotros estamos trabajando a fondo para combatir esos males porque el Presidente Chávez habla del salto adelante y cambiar la estructura social y lo estamos viendo muy lento o casi no se ve, porque hay egoísmo, individualismo, nepotismo, corrupción y todo eso.

-¿No es contradictorio que ustedes digan que son autónomos y a la vez estén listos para seguir la línea de buscar los 10 millones de votos para reelegir al presidente?

-No hay ninguna contradicción, porque nosotros hemos defendido la mayor parte de los programas sociales que el presidente ha desarrollado, pero somos críticos y queremos ir a una discusión sobre el socialismo del siglo XXI, que para nosotros es plena libertad, igualdad ante ley y beneficios. No se pueden buscar votos con la barriga vacía.

-¿Quieren darle 10 millones de votos a Chávez para que les llene la barriga?

-Queremos los 10 millones de votos para hacer una Venezuela socialista, sin terratenientes, sin patronos, sin ladrones, ni burócratas y esa es una etapa de transición donde la democracia participativa debe funcionar.

-¿En Unete no le temen a la abstención en castigo por el desempleo?

-Ahora tenemos que recordar que el 3 de diciembre pasado el 60% de los chavistas o más no fueron a votar como presión, y no porque se confió porque la oposición se retiró, como dijo Nicolás Maduro. Esa protesta fue grande por las designaciones a dedo de los burócratas que hoy están en la Asamblea Nacional. Por ejemplo, ¿quién fue que el que nombró a Marcela Máspero como representante de los trabajadores en la Mesa Cero conflicto que instaló el gobierno?.

-Respóndamelo usted.

-Ella fue designada a dedo por los parlamentarios del MVR.

-¿Los trabajadores se sienten engañados por la revolución?

-Hay muchísimos funcionarios que practican el engaño, la mentira, la calumnia y la descalificación contra los trabajadores. Por eso queremos decir al país que en Unete hay una corriente, de absoluta mayoría, que se adhiere a nuestras ideas y programas.

Decimos claramente que no estamos dispuestos a que se descalifique ni se pretenda satanizar un arma poderosa que es de todos los trabajadores del mundo, como es la movilización, los paros y las huelgas.

-¿Ustedes quieren sindicalismo político?

-Queremos sindicalismo politizado, pero no partidizado que son dos cosas totalmente distintas. Queremos que los trabajadores eleven su nivel de conciencia política, que debatan sobre temas como la devaluación de la moneda, porque eso es pérdida del poder adquisitivo y desmejora de la calidad de vida. Que analicen por qué los empleados de la administración pública tienen pendiente desde diciembre de 2004, el contrato marco, lo cual representa una violación de la ley orgánica del trabajo y la Constitución, pero también de los convenios 87 y 98 suscritos por este país ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más de cien sindicatos tienen sus contratos pendientes y ¿cómo pueden los trabajadores tener confianza y no sentirse engañados ante esto?

-¿La CTV también alertaba violación de esos convenios y lo expuso ante la OIT, pero ustedes acusaron campaña contra el gobierno?

-Tenemos una diferencia muy grande con la CTV. Yo he ido a las últimas cuatro conferencias de la OIT y ellos han acusado que en Venezuela se viola la libertad sindical y nosotros hemos sostenido que nunca como ahora se desarrolla la libertad sindical en el país. Aquí cualquiera crea un sindicato.

-¿Si hablamos de legitimidad, Unete no se estará pareciendo mucho a la CTV?

-Claro, porque a pesar de la fuerza que tenemos y de la credibilidad de mucha gente que tiene una esperanza de que nos convirtamos de verdad en un instrumento que defienda a los trabajadores, hay una oposición rabiosa de sectores internos que no quiere elecciones. Nos parece ridículo que se diga que no puede haber elecciones porque la prioridad es buscar los 10 millones de votos.

Eso lo hacen para tapar que son dirigentes que perdieron la confianza de los trabajadores porque no luchan, no van a sus huelgas, no son solidarios, no hacen sus reclamos, no discuten sus convenciones colectivas, porque utilizan el dedo y los partidos para ahogar la libertad sindical y la democracia.

-¿Desde cuando no se reúne la directiva de Unete?

-Desde el Congreso de la central para acá, nunca más se ha podido reunir el comité directivo porque Marcela Máspero lo sabotea, ya que tiene apoyo de sectores que la financian, que son los sectores más burocráticos del gobierno. Ellos saben que si nosotros nos legitimásemos en una elección, le daríamos una fuerza descomunal a la central y a eso es a lo que le tienen miedo.

Unete C-Cura con elecciones

Desde que salió de “Curazadito”, pueblo que lo vio nacer en Coro, estado Falcón, Orlando Chirino se trazó como meta desarrollar su vocación sindical al máximo. Interrumpió sus actividades como dirigente estudiantil en la Universidad del Zulia (LUZ) para irse a apoyar la lucha obrera en los estados Bolívar y Carabobo, comisionado por su partido, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

En 2001 fue candidato a presidir Fetracarabobo por la corriente bolivariana.

No ganó, pero ayudó a sentar las bases de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, de donde lo botaron “porque era muy crítico y Oswaldo Vera no fue capaz de convocar una reunión de base para discutir el tema porque sabía que perdía”. Chirino aclara que nunca aspiró una curul en la Asamblea Nacional y por tanto no se le puede acusar de “reconcomio” por no ser parte del actual Parlamento revolucionario.

Su objetivo era otro: Dedicarle tiempo a la Unión Nacional de Trabajadores, junto a Marcela Máspero, con quien ahora tiene diferencias muy grandes.

Lo más reciente que ha hecho en materia sindical, que es su “fuerza”, es construir la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria (C-Cura), definida como “un instrumento político sindical que tiene como objetivo la formación de los compañeros, la elaboración de políticas y la garantía de la práctica de la democracia”. Propone que los sindicatos de base legitimados designen una directiva provisional para UNT mientras se hacen elecciones.


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