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"Ninguno de los compañeros lo olimos, porque si no el 27 nos hubiera agarrado medianamente preparados...
Sigo reivindicando esa sublevación que se dio el 27, además la reivindico porque a los que nos hacíamos llamar o nos creíamos llamar dirigentes, la historia nos dio una lección que jamás vamos a poder olvidar... la gente en ese momento descubrió que era capaz de crear una gran conmoción, un gran movimiento, una gran sublevación nacional sin dirección..." Día-Critica (1)
El 27 F1989 agarró al movimiento popular en su conjunto, a las izquierdas sin preparación alguna, con los "calzoncillos abajo de las rodillas" nos comenta un camarada barines. Análisis habían muchos, desde los que apostaban a que "Aquí no pasará nada porque el pueblo está borracho de democracia, tanto así que Carlos Andrés Pérez acaba de ganar las elecciones presidenciales de 1988 sin prácticamente tener contendientes". Otros afirmaban que "las condiciones objetivas para la recuperación del movimiento popular estaban a la vista, que había que dedicarse a construir las condiciones subjetivas para darle direccionalidad a las luchas que se avecinaban". Estaban por supuesto los eclécticos, los "comeflores" y los que se anotaban a "el fin de la historia". En esa discusión -casi eterna de las izquierdas- aparece un relámpago hermoso de la muchedumbre que se inició en la ciudad de Guarenas y luego se esparció por toda Venezuela. Es lo que en el mundo se conoce como "El Caracazo".
Durante los días lunes 27 y martes 28 de febrero, los estudiantes unellistas de Barinas fueron impactados por las imágenes que transmitían las televisoras comerciales. A los espacios de los cafetines de Barinas I, donde había televisores, literalmente no se podía entrar. La dirigencia estudiantil estaba desorientada. Quienes tenían militancia partidista solo atinaban a decir "el partido nos dice que la vaina está caliente, que hay que tener cuidado con lo que se pueda hacer". El lunes 27 el centro de estudiantes de la Unellez realizó un foro sobre la situación política del país y sus posibles salidas, cuyo ponente central fue el profesor y dirigente de la Causa R Vladimir Ruiz Tirado (†). En horas de la tarde los pasillos de la Unellez eran un hervidero de comentarios y una permanente interpelación a la dirigencia estudiantil acerca del por qué se mantenía silencio ante lo que estaba pasando en Guarenas, Caracas y otras partes del país. Más, nada pasó en lo absoluto ese día en Barinas. Ah… ese día aparecieron por los cuatro puntos cardinales de la ciudad unas pintas o grafitis donde se leía "CAP VS. EL PAÍS... QUIÉN CAERÁ?..." "LA PATRIA SE HUNDE, EL GOBIERNO SE SALVA: SALVA LA PATRIA, HUNDE AL GOBIERNO" firmada por una organización llamada Oposición Patriótica (OP). Como cinco días antes del 27F89, esa misma organización público un remitido en el diario De Frente donde exponía la situación por la que atravesaba el país, así como los posibles escenarios para la salida de la crisis. (Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos realizados, no hemos podido localizar ese remitido porque, entre otras cosas, en Barinas desapareció la hemeroteca tanto de la Unellez como la existente en la biblioteca pública de la ciudad). A pesar de lo certero del análisis quienes redactaron y publicaron aquel remitido no se imaginaron que a "puerta e'corral" estaba el estallido social. Es cierto que lo señalaban como uno de los escenarios posibles a ocurrir así como de manera inequívoca lo señaló dos años antes el militante "¿desobediente?" y profesor universitario Luis Damiani en un artículo publicado el 25/06/1987 en el diario El Nacional, titulado Crisis y subversión.
El lunes 27 en horas de la tarde llegó a la Unellez un "enlace" gubernamental invitando a la dirigencia estudiantil a un desayuno para el día martes 28 a las 8 am, en la sede de la comandancia de policía del estado. De inmediato se convocó a los integrantes del centro de estudiantes, a algunos delegados de curso y otros dirigentes estudiantiles que no hacían parte de la estructura gremial, para discutir si se aceptaba o no la invitación a "desayunar". La mayoría estuvo de acuerdo de asistir con la condición de solo oír. Ese día por la noche se realizó una conversa -casi hasta el amanecer del día martes 28- entre parte de la dirección estudiantil agrupada en el Movimiento de Unidad en la Diversidad Estudiantil (Mude) y algunos compas que hicieron parte de la estructura del Prv-Ruptura y andaban enrolados en la construcción de OP. En la reunión se hizo un balance de coyuntura, se acordó asistir al desayuno y se definió quienes deberían asistir con la sola intención de escuchar el informe o postura gubernamental, igualmente acordaron que era necesario movilizar a los estudiantes y, para tal efecto, se hizo un plan de agitación y movilización.
Llega el día del desayuno y en la sede policial se encuentran los jefes de los distintos organismos policiales, de seguridad y militares. Por parte del ejecutivo estadal no había una persona con peso institucional que llevara la voz y trazara las orientaciones. Ese papel recayó única y exclusivamente en los jefes militares y policiales. La conversa tardó en comenzar, quizás a eso de las 10 am, inició la intervención uno de los jefes militares, quien explicó someramente la situación que estaba aconteciendo en el país y en nombre del gobierno solicitó (o más bien exigió) que los estudiantes se mantuvieran "quieticos", sin salir a la calle y salieran "normalitos" a sus respectivas residencias. Allí se generó un pequeño diálogo entre algunos dirigentes estudiantiles y los representantes militares - policiales.
Al salir del "desayuno", y teniendo claro la intención del mismo, se generó una fuerte discusión a lo interno de la dirigencia estudiantil porque una parte de los asistentes al desayuno internalizaron perfectamente el discurso oficial, y quedaron convencidos de la necesidad de no salir, mientras una minoría de la dirección estudiantil argumentaba el por qué había que salir y no comerle caña al discurso oficial, y además asumir los riesgos necesarios en ese momento histórico.
Al llegar a la universidad la reunión entre la dirigencia estudiantil se hizo tensa porque los compas que no asistieron al "desayuno" acompañaron la posición de la minoría que asistió al "cordial desayuno": Salir a manifestar, corriendo/asumiendo todos los riesgos que ello implicaba!!!. Los pasillos universitarios de Barinas I eran un hervidero. Los estudiantes con palos, piedras y demás armamento popular exigían a la dirigencia estudiantil que había que salir a la calle. Interpelaban fuertemente a los dirigentes y le gritaban "Están caga’os", "Cuánto les pagó Rosales Peña para convencerlos de no salir", "Mientras el pueblo es masacrado ustedes negocian a sus espaldas".... Finalmente a eso de las 12:30 pm se realiza una pequeña y decisiva reunión entre dos compas del MUDE y dos de la Unión de Fuerzas Independientes (UFI) y acuerdan convocar a una asamblea general de estudiantes para decidir. No se había terminado de convocar la asamblea estudiantil cuando ya en el auditórium de Barinas I no "cabía un alma" y no dió chance de discursear, de debatir y fue así como el presidente del centro de estudiantes le dijo a los estudiantes "Compañeros hoy es un día histórico, no es hora de vacilar. Vamos a la calle a desnudar al gobierno adeco que nos quiere matar de hambre... Así que síganme para indicarles por donde vamos a salir ya que las salidas frente de la universidad están tomadas/bloqueadas por la policía y la guardia nacional".
Como un "enjambre de abejas" salieron cientos de estudiantes por un espacio previamente definido que da a la urbanización Cinqueña III y luego se entrelaza con la urbanización Cuatricentenaria. En este último sector se unió a la marcha un pequeño grupo de vecinos que procedieron a saquear la oficina estadal del Ministerio de Agricultura y Cría. De la Cuatricentenaria se avanza a un sector muy popular llamado Urbanización José Antonio Páez, conocido como Los Pozones en el cual estaba una brigada de estudiantes de la Unellez que agitaba fuertemente y lograron una alta y combativa participación de vecinos de ese sector y sectores adyacentes. De allí partió la movilización hacia la Avenida Industrial donde se procedió a la quema de la Prefectura. Después de esta acción, la marcha se divide en dos partes, quedando un grueso de universitarios acompañando a un significativo número de vecinos y estudiantes de educación media en Los Pozones donde resistieron la ofensiva militar-policial mientras el grueso de los estudiantes universitarios marcharon al centro de la ciudad con la clara orientación de quemar la sede del Comité Ejecutivo Seccional del partido Acción Democrática (CES-AD). Luego de quemar la oficina del CES-AD, el huracán estudiantil se dirigió a la sede del Banco Unión y del Banco Industrial -procediendo a apedrearlo- para luego retomar hacia la sede de la Unellez no sin antes saquear el supermercado Cada y apedrear las agencias de vehículos Toyota y Ford.
En la redoma de "Punto Fresco" (frente a la entrada principal de la Universidad) se realizó una rápida asamblea donde se acordó seguir en la calle, hasta que siendo aproximadamente las 5pm apareció un contingente militar (ejercito) bien apertrechado de armas y con megáfono en mano invitaban a los estudiantes a marcharse a su casa y a la vez informaban que estaban suspendidas las garantías constitucionales y se había declarado el toque de queda.
Hasta ese momento es que la dirección estudiantil se percata de lo grave de la situación y convoca a una asamblea frente al rectorado, donde después de una larga discusión acuerda quedarse en las instalaciones de la universidad bajo la presunción de que si se salía de allí se corría el riesgo de ser detenido por parte de los cuerpos de seguridad del estado. Situación que efectivamente ocurrió con algunos estudiantes que decidieron unilateralmente marcharse a dormir a su residencia. En el momento en que se realiza la asamblea estudiantil los militares bajo el mando del teniente-coronel (E) Antonio Eduardo Lobo Parra intentan ingresar a la universidad y son parados de manera valiente por un pequeño grupo de estudiantes encargados de la entrada principal de la universidad y por el Dr. Humberto Jiménez (†), rector de la Unellez quien junto a un grupo de profesores y empleados universitarios asume una digna actitud en defensa de la universidad y de sus estudiantes frente a la grosera pretensión de los militares.
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(1) Día-Critica. 27 F Testimonios Roland Denis/ La Guara/ Ramón Mendoza. Revista de crítica cultural N° 7. Caracas (S/F).
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