Este aumento de precios, ya generalizado, de los bienes de consumo, ya antes, en diciembre pasado, había sufrido un incremento motivado por el mero anuncio presidencial de aumentar la tasa del IVA; ahora, la burguesía comercial justifica estos nuevos incrementos en la nueva devaluación que ha sufrido la moneda nacional, a comienzos de este mes, la segunda consecutiva. Recordemos que, a comienzos de 2010, se impuso un nuevo tipo de cambio que incluyó dos precios oficiales para el dólar. El primero se ubicó en BsF 2,60 por unidad (antes BsF 2,15), y el llamado "dólar petrolero" en BsF 4,30. La tasa de BsF 2,60 por dólar se estableció para alimentos, salud, importación de maquinaria y equipos, ciencia y tecnología, además de todo aquello relacionado con el sector público, remesas familiares, envío de dólares a estudiantes venezolanos en el exterior, consulados y embajadas acreditadas en el país. Incluyendo a jubilados, pensionados y casos especiales. En tanto, los demás sectores, automotor, comercio, telecomunicaciones, químico, metalúrgico, informático, caucho y plástico, electrodomésticos, textil, eléctrico, servicios, construcción, electrónico, gráfico, tabaco y bebida, entre otros, se adquirieron por el dólar petrolero a BsF 4,30. Justificaba esa decisión, el Camarada Presidente Hugo Chávez, en los siguientes términos: "Lo que queremos con estas medidas es estimular la política exportadora; que Venezuela sea un país que exporte y dejar de estar dependiendo exclusivamente del petróleo" (VTV, 09-01-2010).
Días después, de anunciada esa medida, hasta el propio diablo la festejaba con alegría: “La reciente devaluación en la moneda de Venezuela es un "importante primer paso" hacia revertir una caída en las condiciones económicas del país en el último año, dijo el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la nación…” (Reuters, 13-01-2010), lo curioso de esa declaración del fatídico FMI, es que la misma se adelantaba en el tiempo a lo que decidiría el equipo económico del Gobierno Revolucionario un año después, manifestaba entonces el diablo: “Nuevas medidas para poner en marcha un sistema cambiario único ayudarían a mejorar la eficiencia económica. Acciones en las áreas fiscales y monetarias también contribuirían a asegurar que el país pueda aprovechar los beneficios de las medidas de cambio", dijo a Reuters Jorge Guzmán, jefe de la misión del FMI para Venezuela…” (Reuters, 13-01-2010).
Sí, como pudimos apreciar, a comienzos de este año, la unificación cambiaria sería un hecho, así lo anunciaría al país en el primer Consejo de Ministros del año, el Camarada Presidente Hugo Chávez, desde Miraflores, realizado el 4 de enero, entre otros anuncios que hizo: "Había que hacerlo. La unificación era necesaria para simplificar el cambio para hacer los trámites menos engorrosos. Reducirá la discrecionalidad en algunos funcionarios del Gobierno. Estamos seguros que esta medida no va a disparar la inflación. De Todos modos anuncio que estamos trabajando en programas especiales y masivos de producción y distribución de alimentos por parte del Estado, comunidades y sector privado para garantizar el suministro seguro, oportuno y barato de alimentos y medicinas", enfatizó el Jefe de Estado…” (Yvke Mundial, 04-01-2011). Se concretaba así, la recomendación que les hiciera el diablo, por intermedio de su jefe de misión en nuestro País, un año antes. Nunca es tarde.
La realidad verdadera, muy distinta de la que viven los ministros/ministras del gabinete económico del Gobierno Revolucionario, es que la inflación para estos primeros meses del año en curso, se disparará violentamente sobre las condiciones de existencia de la familia trabajadora venezolana, sus menguados sueldos y salarios con dos (2) devaluaciones consecutivas a cuestas, requerirá con urgencia de compensaciones salariales que permitan a la familia trabajadora sobrevivir al incremento de los costos de los bienes y servicios que requerirá para su desenvolvimiento en condiciones dignas en nuestra sociedad, en consonancia con la premisa constitucional: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales…” (CRBV, Artículo 91).
No bastará con el incremento del Salario Mínimo nacional, sino que el Ejecutivo Nacional deberá sopesar, en conjunción con los diputados/diputadas revolucionarias y aquellos/aquellas del oposicionismo apátrida que les quieran acompañar, una Ley General de Compensación Salarial o de Aumento Salarial, que compense el profundo deterioro que han sufrido los sueldos y salarios en estos dos últimos años, tomando en consideración que hay camaradas trabajadores/trabajadoras que no ajustan sus salarios desde hace ya, por lo menos, tres (3) años, como por ejemplo, el sector universitario y la administración pública. Ya el sector universitario, a través de la federación clasista: Fetrauniversitarios, ha anunciado su exigencia de una compensación salarial del 50% para el 2010 y un incremento del 23% para este año, como base de discusión con el ministerio del poder popular para la educación universitaria, propuesta que bien puede tomarse como referencia a considerar en la referida propuesta de Ley.
Ahora le toca
atender, al Gobierno Revolucionario, a los otros/otras damnificadas,
esta vez, de las políticas económicas de marcado carácter capitalista,
impulsadas desde el gabinete económico del Gobierno Revolucionario,
pero, que, en materia de economía se resiste a dejar de utilizar las
“armas melladas del capitalismo” para avanzar en la construcción
de una nueva política económica, Revolucionaria y Socialista, sólo
que, para que se pueda avanzar en esa dirección, se requerirán ministros/ministras,
verdaderamente Revolucionarios/Revolucionarias y Socialistas…
¿Los habrá en el entorno presidencial?
henryesc@yahoo.es
Caracas, 22 de enero de 2011