Seguimos con lo de la inflación

Es realmente característico, como la oposición incluso los medios de difusión de las grandes transnacionales, utilizan el tema de la inflación en Venezuela, cuando no solo dicen que la misma es la más alta del continente sino del mundo. En realidad, yo no podría decir con certeza que es la más alta del continente o del mundo porque no tengo una información precisa y no me avergüenzo en reconocerlo porque uno no está obligado a saberlo todo. Sin embargo tampoco voy a cometer la torpeza de no reconocer que la inflación en nuestro país y como evoluciona, es alarmante; que no se justifica de ninguna manera como suben los precios pero que casi todos los días, es algo impresionante; por ejemplo: la empresa de TV por cable a la cual estoy suscripto, aumenta la tarifa practicamente todos los meses y no pasa nada, no hay a quién reclamar.

Alguien podría decirme que ese servicio no es un artículo de primera necesidad y que no está regulado ya que está considerado en cierta forma como algo de lujo. En mi caso que imagino habrá muchos, me veo obligado a pagar éste servicio en virtud de que vivo en una zona montañosa y practicamente no llega señal abierta de televisión, los poquísimos canales que se reciben (2 o 3), la recepción es malísima, tanto audio como video. ¿Qué quiero decir con todo esto?. En primer lugar, que la alta inflación en el país, es responsabilidad del gobierno porque no existe una política para enfrentarla y por supuesto, si el gobierno permite que los comerciantes actúen a sus anchas, ni que fueran pendejos para no hacerlo. Yo estoy consciente de que el asunto de Libia es grave y que el imperio está buscando el momento de actuar para apropiarse de los recursos de ese país bajo cualquier excusa y que aquí harán lo propio llegado el momento y argumentos inventarán y le sobrarán. Toda esa situación y otras noticias en el mundo son utilizadas aquí, en medio de la distracción, para aumentar los precios y ni los afectados nos percatamos del asunto. Existen en Venezuela unas figuras que a lo largo del tiempo han resultado perversas y resulta molesto escuchar a altos funcionarios del gobierno referirse a ellos con mucha trecuencia que son: "Productos de la canasta básica" y "Artículos de primera necesidad".

Cuando se establece esta odiosa diferenciación entre productos fundamentales y otros que no lo son, se deja al arbitrio de los comerciantes que aquellos que no lo son, les coloquen los precios que a ellos les dé la gana. ¿Es esto tan difícil de entender?. Todos los productos deben ser objeto de regulación, deben dejar de existir esas figuras perversas para que el  comercio fluya con transparencia, deben existir leyes que establezcan márgenes de ganancias razonables en la comercialización de todos los productos atendiendo a las estructuras de costos de los mismos y que además contemplen sanciones verdaderamente ejemplarizantes a todos aquellos comerciantes que violen dichas leyes.

Yo no entiendo como entre los parlamentarios que se dicen revolucionarios no haya habido por lo menos uno que no se le haya ocurrido la idea de proponer la elaboración de una ley con estas características para su discusión en estos 12 años de revolución y eso que Chávez se ha referido a ello. ¿Qué más puedo decir?, solo que ellos (diputados dizque revolucionarios) tienen mucha culpa de la alta inflación que hoy padecemos, porque la misma por enésima vez, lleva consigo un altísimo componente especulativo que se puede detener si existiera la voluntad de hacerlo. Digo yo, o será que soy muy ingenuo. 


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Arnó Rafael Martínez Ochoa


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