Mano dura a criminales, que juegan con la necesidad del pueblo

Este miércoles 18 de mayo 2011, el ministro del Poder Popular para la Alimentación, Carlos Osorio, y el presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), Augusto Montiel, realizaron una inspección en las instalaciones de la planta privada Cargill de Venezuela C.A, encontrándose 148 toneladas de aceite en la planta ya señalada, la misma se encuentra ubicada en Caracas, y aún se desconoce el motivo por el cual no se ha distribuido el producto a los diferentes comercios de red de mercados. 

Esta práctica cuarta republicana que consiste en retener o comprar bienes en grandes cantidades antes de que lleguen al mercado de consumo, con el fin de venderlos cuando los precios de los mismos resulten superiores a los actuales sencillamente es acaparamiento. El acaparamiento se basa, por lo tanto, en la previsión de un aumento de la demanda y es una práctica especulativa; cuando se hace en volúmenes muy amplios como la que acaba de suceder con la planta privada Cargill de Venezuela C.A, se considera una práctica monopólica que muchos países sancionan de diversas maneras. Y Venezuela debe aplicar todo el peso de la ley a estos desnaturalizados; que juegan con la necesidad del pueblo venezolano; realizando actos criminales como el acaparamiento de artículos alimenticios o de primera necesidad, perjudicando en un alto porcentaje al mismísimo pueblo. El pueblo venezolano es partidario de aplicar sanciones severas contra todos aquellos especuladores y acaparadores, como el caso de la planta privada Cargill de Venezuela C.A. La suspensión de la Patente definitiva podría ser buena sanción o mejor para el pueblo venezolano, seria la expropiación de esta planta. Así mismo el pueblo venezolano aplaude el procedimiento por parte del Poder Popular para la Alimentación, y el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), exhortando a este último para que aplique sin consideración las sanciones que estipule la ley. 

Para que una mercancía pueda ser acaparada es necesario que la oferta de la misma no pueda aumentar rápidamente en el tiempo en respuesta al aumento de los precios que produce el acaparamiento y, además, que no tenga sustitutos próximos; la cantidad demandada, por otra parte, debe contraerse menos que proporcionalmente ante los aumentos del precio -es decir, debe tratarse de una demanda inelástica- pues de otro modo el acaparador no podrá liquidar sus existencia con beneficio para sí. Ello ha hecho que, en estos doce (12) años, se hayan acaparado absolutamente todos los artículos de primera necesidad, y otros rubros (papel toilette, toalla sanitarias entre otros), así mismo productos agrícolas. El acaparamiento es una práctica que ocasiona altas ganancias; importándole un carajo la necesidad del pueblo. Hace rato, se comenzó a sentirse la ausencia de algunos rubros alimenticios y de aseo personal. Aquí en Mérida, no se consigue, pañales, leche, aceite, por colocar un ejemplo. Los sin patrias van a hacer de todo, para que la población se moleste y le endose al Gobierno Nacional, la carestía y ausencia de productos esenciales para el venezolano común. Se les debe aplicar todo el peso de la ley a estos desgraciados sin fronteras. Recordemos que el próximo año son las elecciones presidenciales, y estos delincuentes de la economía, no van a perdonar esta oportunidad.

Al gobierno nacional, mano dura contra estos criminales.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

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José Antonio Velásquez


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