Cuarenta palos de cuarenta ladrones son decomisados por Alí Babá en la célebre historieta en la que éste -Alí Babá- es el muchacho de la película.
Es curioso o acaso premonitorio el que Caldera recabase cuarenta palos para Capriles y luego, por el reparto del botín, se peleen como lo hacen las bandas de delincuentes que inclusive se matan entre ellos.
Recuerdo mucho al desaparecido cineasta David Suarez, guionista de películas como “Sicario” y muchas otras que relatan la crudeza de la vida de los pobres.
Cuando lo conocí él era un muchachito de más o menos quince años y ya colaboraba con el movimiento revolucionario, con gran determinación. En una ocasión le entregamos una filmadora para que fuera a filmar a una cochina parida que tenía una pobre señora, en un rancho de mala muerte, y donde convivían varios niños; nosotros queríamos filmar aquella situación para sustanciar el sufrimiento del pueblo bajo la tiranía adeco-copeyana.
Pero lamentablemente la cámara no funcionó y no se pudo filmar nada.
David Suárez junto con Cabrujas, ambos desaparecidos, han sido los dos mejores guionistas de Venezuela hasta el presente.
El caso es que ese muchacho, David Suárez, hace falta para que filme una película al caso “Capriles-Caldera- Julio Borges-Leopoldo López” miembros de esa secta criminal que es PJ (Petimetres Juntos).
La diferencia está en que en una película de esa temática, de esa catadura, no sería contentiva del típico “El Muchacho” –es decir, el bueno- sino de puros “Los bandidos”.
Hay que sustanciar ese caso y exponérselo a la juventud venezolana como expresión de degradación moral y política que ofende al pueblo trabajador y esforzado.
Pero, sobre todo, hay que aplicarle un castigo ejemplarizante a esa banda de delincuentes que es PJ o acaso el Estado Venezolano se derrumbará.
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