Hoy, a las instituciones del estado, que están encargado de velar por hacer cumplir las leyes venezolanas se le demandan muchas cosas, quizás demasiadas. Se le pide que haga su trabajo, de manera interesante y efectiva, cada vez con más resultados a favor del pueblo venezolano; que contenga y que cuide, que acompañe a las familias venezolanas y no a comerciantes inescrupuloso que cada día matan de hambre a los venezolanos de a pie, que organicen a la comunidad para que se hagan todos los días del mundo operativos, a lo largo de nuestro territorio nacional y no nada más en la ciudad capital.
Que se haga de estos operativos centro distribuidores de alimentos, cuidado de la salud y de asistencia social; que se detecten los abusos y delitos, pero qué, nada más que no se detecten estos abusos y delitos, sino que se castiguen con todo el peso de la Ley, que estos abusos y delitos contra la gran mayoría de los venezolanos, que no sirvan para enriquecer a un pequeño grupo que trabajan en estas instituciones, que se protejan los derechos de los venezolanos y que se amplíe la participación del pueblo, en la búsqueda de estos abusos y delitos cometidos a diarios por estos comerciantes.
Estas hemorragias de denuncias tienen que ver con nuevos tiempos. Vivimos en condiciones que han sido llamadas por algunos "La revolución pendeja", en las que se incrementa el precio de los alimentos de primera necesidad, los repuestos electrodomésticos, el precio de los vehículos y sus repuestos, el precio de la ropa, las medicinas, etc. etc. etc., a la velocidad de la luz, y el gobierno “revolucionario” amenazando, amenazando, y pura amenazas a estos delincuentes, y no actúan contra estos hambreadores de pueblo, que cada día roban y roban al pueblo venezolano.
Estos actos realizados por instituciones que dicen “estar al lado del pueblo” como INDEPABIS se convierten en sinónimo de pesadez y atraso. La precariedad y la incertidumbre se asocian a la pobreza, a la desigualdad, a la crisis, a la exclusión. El declive de las instituciones, que se presume “que nos dan identidad y amparo”, implica un "quedarnos en la intemperie" en el desamparo más terrible que tienen los venezolanos en estos catorce (14) años de REVOLUCIÓN.
Las denuncias que hoy "llueven" sobre instituciones como INDEPABIS tienen que ver, con lo que dicen la mayoría de los venezolanos: “Chávez dice una vaina, y estos “COÑOS” hacen otra”, pero al mismo tiempo colocan al pueblo venezolano en indefensión permanente. Estas instituciones como INDEPABIS nacieron para resguardar y garantizar la Vida digna de los venezolanos, la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política, pero con este tipo de instituciones, esta bandera de esta revolución, bandera de nuestro máximo y único líder Hugo Rafael Chávez Frías, se volvió más compleja para cumplir con la gran mayoría de los venezolanos, se vuelve más problemática ó mejor dicho se volvió pura paja.
Instituciones como INDEPABIS en Mérida, lo que hace es, crear un mundo de inestabilidad, al no hacer cumplir las leyes venezolanas. Uno de los elementos más “destacables” del panorama actual en Mérida, es que, pese a estas denuncias contra comerciantes inescrupulosos: acaparamiento, desabastecimiento, especulación y boicot, seguimos rodilla en tierras denunciando estos abusos y delitos en contra del pueblo venezolano. Esta manera de actuar de estas instituciones INDEPABIS-MERIDA, sigue siendo bastante parecida a como se actuaba, hace treinta, cuarenta, o incluso ochenta o cien años atrás.
Esta disparidad o disyunción entre realidad e imaginario no es nueva, ni es solamente denunciada por este escribidor. Distintos analistas venezolanos a través de algunas páginas web como: Aporrea, Ensartaos, Noticias Candela, entre otras, hablan del pésimo actuar, de estas instituciones y, al mismo tiempo, de la persistencia de estas instituciones o de algunos funcionarios, que con sus criterios incoherentes se resisten a los cambios. Instituciones como INDEPABIS, entonces, se convierte en una institución-cascarón.
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Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte… VCENCEREMOS.
