Profunda consternación entre los falconianos ha causado en las últimas horas la terrible actuación de un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana adscritos a la Comandancia Desur del estado Falcón. La noticia voló por los aires dejando tristeza y horror entren los ciudadanos. A tempranas horas de la noche los funcionarios realizaban una persecución en caliente a unos presuntos delincuentes. Los comisionados incumpliendo elementales normas de la seguridad que amerita el caso, perdieron pista a sus perseguidos y enfilaron equivocada persecución sobre un vehículo particular donde viajaba una joven dama y sus dos menores hijas. Al llegar dicha familia a su casa e intentar apearse del vehículo, una ensordecedora plomazón fue descargada sobre el vehículo dejando el funesto saldo de la dama y una de sus hijas muertas y la otra gravemente herida. Los funcionarios al parecer, cuando se cercioraron de su grave error, quedaron en estado de shock. Pero ya la desgracia daba paso al hecho consumado. Hasta la fecha no se conoce una versión oficial, pero es evidente que los funcionarios actuaron violentando normas elementales de actuación policial. Porque aún, si no hubieran equivocado su objetivo, ningún acto contra la delincuencia permite una descarga de tal magnitud sobre la humanidad de nadie. Sentencia de muerte acaso? El gobierno revolucionario debe una explicación muy determinante a los familiares de las víctimas y al pueblo en general. Las terribles dudas que genera en la población este tipo de actuación por parte de la GNB deben ser suficientemente aclaradas. Y la Comandancia de la Guardia Nacional debe indemnizar materialmente a los familiares de las víctimas. Claro que jamás ha de resarcirse el duelo eterno que significa la lamentable muerte de estas venezolanas. Pero así las cosas y en el marco del profundo dolor que en los familiares de madre e hija se debe albergar, la revolución venezolana debe iniciar un proceso de reformulación del Plan Patria Segura. Y que el carácter humanista que el socialismo pregona no pueda ser violado por funcionarios desleales a sus propósitos fundamentales que puedan conllevar a tan detestables resultados como ese obtenido en Coro.