Extracción de alimentos hacia Colombia; las fuerzas armadas y la corrupción

Es una extorsión hecha por funcionarios, que su función es, velar por la seguridad de los venezolanos, (llámense: Guardias Nacionales, Policías, Ejércitos, y CICPC, entre otros) que bajo la presión de su investidura, conmina al infractor a pagarle determinada cantidad de dinero bajo la amenaza de aplicarle todo el peso de la ley. Ejemplo, más palpable no puede ser, y en donde estuve muy cerca, pero muy cerca de los acontecimientos. El día viernes 16 de mayo de 2013, me traslade de Mérida a la ciudad de San Cristóbal, a comprar algunos repuestos que por más, que camine y camine no pude encontrarlo en ninguna de las ventas de repuestos que funcionan en el estado Mérida. Bueno, del estado Mérida a la ciudad de San Cristóbal, existen una gran cantidad de puestos de Control (Guardias Nacionales, Ejércitos y Policías). Estos puestos de control existen, no para velar por el control del bienestar del país y sus habitantes, sino para realizar actos de corrupción, que van en detrimentos de las instituciones, que su único y prioritario objetivo ó fin es, velar por que se cumplan la Constitución y las leyes venezolanas. Me toco irme en un Taxi, acompañado por otra persona, más el chofer (tres personas) hacia la ciudad de San Cristóbal.

Nos toca pasar el primer Puesto de Control, de Mérida a San Cristóbal, el chofer le hace seña a la otra persona, y este le responde ¿Qué hago?; vaya a negociar con el militar, fue, y al regresar una sonrisa de oreja a oreja, abarcaba su cara de satisfacción, diciendo ¡Buena esa!. El chofer le pregunta ¿Cuánto te quito? 250,oo bs.- le responde el chofer, debes tener el dinero en una parte, para sacarlo más rápido, para que no se den cuenta los otros funcionarios; respondiendo este, ¡tranquilo! Todos se dieron cuenta, están pendientes de todo. Camaradas, les informo que esto también pasó con camiones, gandolas y camionetas, que envueltos en bolsas negras de basura, llevaban en contrabando hacia Colombia productos Mercales, que deberían estar en los anaqueles de los supermercados venezolanos, pero la historia es otra. No se justifica que unos funcionarios que están encargados de defender la patria, y a los venezolanos, por unos cuantos bolívares, que no son muchos, dejen sin comida a los venezolanos, y que lo único que te digan, eso es NORMAL. Mientras nuestro presidente Nicolás Maduro se parte el lomo, para erradicar la corrupción,  Guardias Nacionales, Ejércitos y Policías le juegan sucio. Cuando le pregunto al chofer, ¡epa! En que peo estoy metido, que no me he enterado.

El chofer me responde, no hermano, esto es, tres (3) cestas plásticas de queso blanco, que el amigo lleva para ser vendido en Cúcuta. Y le pregunto; amigo ¿Y a usted no le da miedo, que por colaborador lo metan preso? No sabe usted chofer, que no se están cumpliendo con los requisitos de Ley, la guía, el transporte adecuado, y otras cosas que en este momento no tengo a mi alcance; Respondiéndome ¿Y, qué pasa, con esos militares que llegan a estos puestos pelando bolas, y de la noche a la mañana tienen gandolas, que utilizan para contrabandear la gasolina venezolana para Colombia, y tienen camiones no adecuados para descargar o trasbordar pollo y carne para Cúcuta? Le respondo, pero es, que estos señores deben demostrar de dónde sacan el dinero para comprar gandolas, y camiones deben realizar una Declaración de Patrimonio; no amigo, esto no pasa, estos señores, hacen los contactos, y buscan testaferros a los que le pagan un porcentaje, para ellos no aparecer por ninguna parte. Y, le comento al chofer; ¿y esto debe pasar de igual forma con los artículos de primera necesidad? Me responde ¡Claro que sí! Mire amigo, yo tengo taxiando mucho tiempo, y he visto, con estos ojos, que se los coman los gusanos, como los camiones de MERCAL y PDVAL, a la luz pública hacen el trasbordo de pollo, carne, leche, aceite, café, harina de maíz, y muchas cosas, muchísimas, de un camión a otro sin tener las mínimas condiciones para transportar estos alimentos, otro son más rescatados y lo hacen en fincas o espacios enmontados, pero, en vehículos no aptos para transportar alimentos hacia Colombia.

Actualmente en nuestra República Bolivariana de Venezuela, la corrupción es vista como un asunto que merece urgente atención, tan así es, que nuestro presidente Nicolás Maduro pidió Habilitante para actuar. Diversos elementos de la realidad de Venezuela, latinoamericana y del mundo nos muestran que el fenómeno ha adquirido dimensiones preocupantes y que a su vez se han desarrollado múltiples acciones para luchar en contra de ella. Las altas esferas de la política (oposición venezolana) y los negocios oscuros de altos directivos de empresas e instituciones del estado (ex presidente de Ferrominera Orinoco, Radwan Sabbagh) se han visto afectadas por escándalos muy importantes. Además las recurrentes acusaciones mutuas de corrupción en la Asamblea Nacional, entre los políticos no han cesado de aumentar.

Reuniones, foros y conferencias de académicos, funcionarios y hombres probos se han multiplicado para estudiar y combatir el fenómeno. Paralelamente desde la sociedad civil se han multiplicado las denuncias, reclamos y marchas en contra de la corrupción; salvo la marcha convocada por la oposición venezolana, que apoyaba a los corruptos. La ética, sin duda alguna, ha cobrado una extraordinaria importancia como medio para enfrentar la inexistencia de valores comunes y la expansión de la corrupción administrativa. En nuestra República Bolivariana, hay un amplio sentimiento en la gran mayoría del pueblo venezolano que en las instituciones pública se ha perdido su función original, que muchos elementos dentro de ellas son corruptos (Indepabis, CANTV, CADIVI, Bandes, Empresas Básicas de Guayana, Mercal, PDVAL, entre otros) y que también la son muchas de las empresas del sector privado que se encuentran involucrados en actos de corrupción de la oposición venezolana. Los funcionarios del orden público, conjuntamente con los militares, ve a los funcionarios públicos, y estos a su vez se ven a sí mismos, como un cuerpo no responsable ante la colectividad a quienes ellos han prometido servir.

Esto es lamentable camaradas. Son súper corruptos estos agentes del orden público y militares que en vez de exigir el cumplimiento de la ley, diligencia el pago de cantidades de dinero a cambio de hacerse de la vista gorda ante la violación de los preceptos que están bajo su celo. Esta conciencia corrupta, se encuentra en abierta contradicción con los intereses del gobierno revolucionario, que hoy lidera nuestro presidente Nicolás Maduro, y en contra del legado de nuestro comandante Supremo Hugo Chávez. Funcionarios del orden público y militares encargados del control y represión de toda actividad ilícita, se prestan para beneficiarse de la corrupción. Esta labor de control de la conducta ilícita, es realizada por las diversas y numerosas instituciones de control con que cuenta el gobierno revolucionario: administración pública-aduanas, fuerzas policiales (y militares en algunos casos, puestos de Control), integrantes de la administración de justicia, del régimen penitenciario, legisladores, etc. Eventualmente, todos los actores pueden estar sometidos al riesgo que representan las transacciones de los actos de corrupción, que vendría en detrimento de la economía venezolana, y en consecuencia del bienestar de los venezolanos.

Solo el pueblo salva al pueblo.

Patria Socialista o Muerte     VENCEREMOS.



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José Antonio Velásquez


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