Pildoritas 180 (Año VI)

¡Sospechoso!, ¿no?

No deja de ser sospechoso que algunos comercios que han sido sorprendidos especulando y acaparando, no sólo porque es lo que acostumbran sino porque también obedecen a las estrategias de la derecha, que fríamente ha calculado que por esa vía pueden derrumbar la revolución bolivariana, estén tan fácilmente ofreciendo rebajas que oxilan entre el 10 y el 70 por ciento como el caso de Beco entre otras.


Resulta también extraño que las autoridades, algunas, se trancen sin verificar que si por ejemplo, los sobreprecios trasponen el umbral del 500 por ciento, ese máximo de 70 no deja de mantener la usura y la especulación vivitas y coleando y las ganancia excesivas. Es decir nos siguen explotando y robando con la bendición de algunos funcionarios que no deberían ser tan permisivos y no dar su visto bueno hasta no revisar toda la cadena, hasta el expendedor final y así evitar que se le siga expoliando al pueblo lo que en mayoría han sudado mucho para conseguir.


Es de suponer que esas concesiones que sospechosamente son producto de la propuesta del expendedor, que bien sabemos no va a vender a pérdida, son provisionales, y que ahora con la Ley vigente, esos precios se van a ajustar a la realidad es decir con una ganancia que nunca sea superior la que fije la Ley.


Habrá que esperar entonces los precios que como ha prometido el Presidente, serán ajustados en toda la cadena de todos los rubros y que así se termine el stress, casi que generalizado de la familia venezolana, cuando tiene que ir al mercado o a comprar lo que considere es una necesidad en su hogar.


Un altísimo numero de personas no acuden a los supermercados, sino que por necesidad, dificultad de movilización, comodidad o vaya usted a saber la razón, terminan en manos de los bodegueros que hacen de las suyas simplemente porque nadie los denuncia o porque para INDEPABIS esas instancias del comercio parecieran no existir y es precisamente donde existe una enorme especulación, simplemente por comprobarlo he acudido a esos establecimientos y por ejemplo un litro de leche lo están vendiendo en 28 bolívares, un frasco pequeño de alcaparras para las hallacas que en un supermercado vale con precios ya inflado 35 bolívares, en la bodega cuesta 45, un pote de nestun 120 un huevo 4 bolívares y así en todo.


Entonces quiere decir que, ante estas evidencias que bien pueden ser comprobadas por funcionarios del INDEPABIS fácilmente, pero sin llegar como las patrullas que un kilometro antes del sitio en donde se denuncia un delito comienzan a tocar la alarma y por lo tanto permiten que los delincuentes salgan volando del sitio, sino que lo hagan discretamente, sin esos uniformes rojos tan vistosos, e incluso yendo dispuestos a identificarse una vez que verifiquen la irregularidad. Ni siquiera necesitan pedir archivos o facturas de compra con solo hacerse pasar como simples compradores basta para comprobar los sobreprecios.


A los especuladores que se valen de miles de mañas para robarle el salario a los venezolanos, no se les puede confrontar, dándole la oportunidad de engañar a la autoridad, hay que también valerse de algunas mañas, sin previo aviso y si es posible sorprendiéndoles en flagrancia para que no tengan escapatoria.-



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Saúl Molina


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